lunes, 27 de mayo de 2013

La mejor noticia: ¡comer pan hace bien!

¿Qué mejor que cerrar la noche soñando con unas buenas tostadas por la mañana? ¿Pan caliente con dulce de leche? ¿Pancito con manteca? Date permiso: esta vez la ciencia está de tu lado. Un flamante estudio acaba de confirmar que el pan es un alimento saludable y que degustar un par de rebanadas con el desayuno o la merienda no sólo no afectará nuestro peso sino que sumará a nuestro cuerpo salud y felicidad.

Los laureles, claro, se los lleva el pan integral: el estudio demostró que comer todos los días dos o tres porciones de pan (de 70 gramos) tiene un efecto protector en la salud cardiovascular. Por supuesto, como ocurre con todos los alimentos, el secreto está en la justa medida, en el equilibrio y en la capacidad sensorial de disfrutar pequeñas porciones y lograr satisfacción con ellas. 

El informe se llama Predimed asegura que "echa por tierra todos los mitos sobre el pan". Fue realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona y fue presentado esta semana en España. El equipo estuvo integrado por farmacéuticos, físicos, ingenieros y médicos, todos coordinados por el investigador Rafael Llorach.

Los expertos escogieron a 275 voluntarios (93 hombres y 182 mujeres) con edades entre 55 y 80 años que no habían tenido enfermedades cardiovasculares previas y los dividieron por grupos según la cantidad de pan que solían comer. "Nos costó encontrar a gente que no consumía pan con asiduidad, aunque alguno reconoció que solo lo tomaba una vez al año", explicó Llorach.

La conclusión es que el consumo diario de pan, tanto blanco como integral, y siempre en el marco de una alimentación variada y equilibrada, se asocia con un perfil lipídico (riesgo coronario) más saludable y con menores concentraciones de insulina en sangre.

Al presentar el informe, Llorach subrayó que consumir pan a diario, en el marco de una dieta equilibrada, "conlleva menos obesidad, menos diabetes y menos enfermedades cardíacas" y "modifica el perfil urinario de manera significativa".

El especialista también pidió que desterremos la mala prensa del pan blanco. "Al ser la miga más mollosa parece dar una imagen de obesidad, pero no es así", comentó, y defendió sus bondades dietéticas. De todos modos, reconoció que el integral (de cereales) aporta más fibra y hace que el azúcar entre más despacio en el organismo, por lo que previene de forma mayor el riesgo de padecer diabetes en un futuro.

¿Engorda más la miga que la corteza?

Y la miga... ¿Engorda más que la corteza o no? A esa eterna duda Llorach respondió que los panaderos meten en el horno una única e igual masa, con la única diferencia que una sale más tostada que la otra. "Su valor proteínico y fuente de vitaminas, minerales y fibra es idéntico", destacó. Lo de creerla más responsable de nuestros kilos de más es "una cuestión psicológica", bromeó.

Fuente: entremujeres.com

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