martes, 28 de agosto de 2012

“Pensar que la obesidad se cura con un perfume es utópico”

Especialistas consultados por Infobae.com se mostraron escépticos frente a la eficacia de la fragancia que “adelgaza” presentada esta semana en Europa. “Por más que alguien se bañe en perfume, si no suelta el frasco de galletitas no va a adelgazar”, sentenciaron.


Científicos de la casa francesa de perfumes Robertet crearon Prends-moi, una fragancia sobre la base de investigaciones de aromaterapia y neurocosmética, que aseguran que adelgaza.

Según la empresa que lo inventó, el secreto del perfume está en sus componentes, entre los que destacan la bétaphroline, un compuesto que induce, a través de los queratinocitos (las células que representan el 90% de la piel), la liberación de endorfina-β (u hormonas del placer), que levanta el ánimo, disminuye el estrés y la ansiedad y, por ende, elimina las ganas de comer.

Consultada por Infobae.com sobre los efectos de la fragancia en el descenso de peso, la licenciada en Nutrición Cecilia Garau (MN 1310) dijo que pensarlo como una cuestión de causa y efecto “es una locura”.

“Las endorfinas son proteínas, que se producen a través de actividades o situaciones que generan placer y los olores agradables son una de las que se traducen en la formación de las endorfinas”, explicó, al tiempo que destacó que “una persona que tiene mayor estimulación de endorfinas es más alegre, por eso se la llama hormonas del placer“.

Garau manifestó que la comida suele asociarse con el “placer primario” ya que desde que un niño nace, cuando llora, lo alimentan.

Y aseguró: “Cuando se saca el foco de la comida la persona come menos”.

“La liberación de endorfinas es lo mejor que a una persona le puede pasar. Lo produce el cuerpo mediante un estímulo interno o externo”, explicó Garau, quien tras puntualizar que “el sol también estimula la liberación de endorfinas” justificó que “con una semana de lluvia como esta, todo el mundo se haya volcado a comer más”.

En ese sentido es que remarcó que si Prends-moi ayuda a la secreción de esa hormona, bienvenido sea por el bienestar general que -se sabe- que producen un rico aroma, el buen clima, un ambiente ameno, un chocolate o la actividad física, pero “por más que alguien se bañe en perfume, si no suelta el frasco de galletitas no va a adelgazar”.

En la misma línea se expresó el médico especialista en Nutrición Máximo Ravenna, quien negó rotundamente que la utilización de esta fragancia pueda por sí misma hacer bajar de peso a personas que sufren trastornos alimentarios y aseguró que “se trata de un anuncio de marketing armado sobre la base de un engaño que sólo tiene como objetivo fomentar un negocio”.

“Es una pavada creer que la utilización de un perfume puede curar una enfermedad que se consolidó como una verdadera pandemia a nivel internacional”, consideró.

A lo que Garau agregó: “La obesidad es un mal a nivel global, que provoca gran cantidad de muertes y genera altísimos costos en el sistema de salud. Si se solucionara con un perfume sería fantástico”.

La obesidad es una enfermedad metabólica que se tiene que curar con un cambio de conducta, con una relación diferente con la comida y con la adopción de hábitos saludables, no hay fórmulas mágicas”, finalizó la nutricionista.

Mientras tanto, miles de mujeres ya se encuentran en largas listas de espera, aguardando pagar los 56 dólares que les permitan hacerse de la fragancia.

Fuente: infobae.com

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