viernes, 24 de agosto de 2012

Jóvenes, frescos y sofisticados: el sello de los nuevos espumantes con la firma de Pedro Rosell

El negocio de los espumantes en la Argentina está en franca expansión. Si bien su consumo continúa estando marcado a fuego por el factor "estacionalidad", paulatinamente se los está incorporando más y más a la gastronomía, cambiando así la concepción de que son laderos ideales sólo a la hora de los festejos.

Confirmando esta tendencia, cabe destacar que, en lo que va del año, las bodegas locales despacharon un 35% más de espumantes que en el mismo período del año pasado, consolidándose así como uno de los pocos segmentos de la industria que aún sigue creciendo a "tasas chinas". 

En este contexto, la bodega Cruzat aspira a crecer un 80% en el mercado local y "arañar" una porción de esa torta, de la mano de unas 250.000 botellas comercializadas anualmente.

Pero para cimentar este crecimiento no sólo apuestan por el mercado interno: la bodega está embarcada en una sólida estrategia exportadora y ya tiene presencia en mercados como Chile, Uruguay, República Dominicana, Australia, Italia y, próximamente, en China.

Para coronar esta estrategia, la bodega liderada por el prestigioso y reconocido enólogo Pedro Rosell, acaba de lanzar su nueva línea clásica -conformada por un Extra Brut y un Extra Brut Rosé- y que sale al mercado a un precio sugerido de $80. 

La presentación para la prensa especializada, a la que asistió Vinos & Bodegas, estuvo comandada por el propio Rosell y tuvo lugar en Casa Arévalo, restaurante palermitano que cuenta con el chef Matías Kyriazis en los fuegos.

Para la apertura se optó por el nuevo Cruzat Extra Brut Clásico, un espumante elaborado con un 60% de uvas Pinot Noir y un 40% de Chardonnay, de viñedos provenientes de Luján de Cuyo y Valle de Uco.

Este espumante, de burbuja fina y persistente, muestra una intensa fruta en nariz, con un claro perfil tropical. En esta línea es notoria la simpleza y franqueza de los aromas, donde el aporte organoléptico de las levaduras es notablemente menor que en los conocidos espumantes de más alta gama de la bodega. En boca, el frizante de la burbuja y una muy buena cuota de acidez le aportn una cuota chispeante, convirtiéndolo en un espumante decididamente amigable.

Este Extra Brut funciona a la perfección como aperitivo, pero también para acompañar platos livianos, como los preparados especialmente por Kyriazis para la ocasión: unos raviolis de remolacha y queso de cabra, seguido luego por un huevo apanado con crema de langostinos.

Posteriormente, fue el turno del Cruzat Rosé Extra Brut Clásico, elaborado con un 90% de Pinot Noir y un 10% de Chardonnay, caracterizado por un color rosado pálido, lejos de las estridencias cromáticas, que se ven en muchos rosados del mercado.

Es un espumante que sigue el mismo patrón que la otra etiqueta que forma parte de la línea: nariz sutil, dominada por la fruta, con leve aporte de levaduras que le dan un toquecito de complejidad. En boca es fresquísimo, con buena acidez, compensado por un mayor cuerpo, de la mano de una mayor carga tánica.

Definitivamente es un espumante pensado para la gastronomía, para acompañar platos consistentes. En Casa Arévalo se optó por un salmón rosado con ñoquis de albahaca. Sin embargo, su juventud y frescura le imprimen una cuota de versatilidad. Y esto quedó de manifiesto cuando se lo eligió también para maridar con el postre, una tarta de chocolate con frutos rojos.

El leitmotiv de esta línea es el de alumbrar etiquetas fáciles de tomar. Y Cruzat cumple a rajatabla con esta premisa. Pero lo hace sin caer en simplismos. De hecho, estos dos espumante, elaborado bajo el método tradicional como todos los que produce la bodega, registraron 12 meses de estiba en botella sobre borras, lo que deriva en un concepto sumamente elegante. 

"Los nuevos espumantes siguen el estilo de Cruzat, elaborados con un corte de Pinot Noir y Chardonnay, bajo el método tradicional o champenoise, aunque con menor tiempo de guarda que la línea Cuveé Reserve", destacó Rosell.

El experto agregó que "el lanzamiento de la línea Cruzat Clásica, más distendida e informal, responde a la nueva etapa de crecimiento de la bodega en el marco de la creciente demanda del consumo de vinos espumosos y contribuye a nuestro objetivo de ampliar y diversificar la oferta Premium, tanto en el mercado local como en el internacional".

Por J.D.W.
Editor de Vinos & Bodegas
juandiego@iprofesional.com
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Fuente: iprofesional.com

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