miércoles, 16 de mayo de 2012

"Hay que atreverse a mostrar cosas nuevas y no creer que el Malbec debe tener una sola cara"

En momentos en los que se multiplican las alternativas y miles de etiquetas inundan las góndolas de los supermercados y estanterías de las vinotecas, las guías de vinos recomendados van ganando cada vez más adeptos entre los consumidores locales.

Y uno de los exponentes que se viene abriendo paso con fuerza es Descorchados, del reconocido periodista chileno Patricio Tapia, que traza una completa radiografía del mercado nacional basándose en 1.100 vinos degustados junto a enólogos y agrónomos de las bodegas seleccionadas.

La guía -que también tiene sus versiones en Brasil y Chile, donde va por su edición número 13- incluye desde un recorrido por las principales zonas vitivinícolas de la Argentina, con sus características particulares, hasta consejos a la hora del servicio.

En este contexto, Vinos & Bodegas dialogó con Tapia sobre la edición 2012 de esta guía que va posicionándose como una fuente de consulta cada vez más importante tanto para los amantes del vino como para aquellos que quieren comenzar a avanzar en este atrapante camino.

-El diseño de la tapa de la guía es toda una declaración de principios: una copa, pan y un embutido. Es una forma efectiva de descontracturar un poco el mundo del vino...
-Sí. La idea era poner al vino en su hábitat natural que es la mesa, junto a la comida. Y como pensamos cuando diseñamos esa portada, en la foto están casi -y habría que subrayar el "casi"- todas las cosas que necesitás en la vida, o al menos de las más importantes.

-¿Qué balance hacés sobra esta nueva edición para la Argentina? ¿Qué perfil de vinos fueron los más destacados?
-El balance es muy positivo. Con respecto al perfil de los vinos, diría que es lo que más o menos me gusta a mí. Vinos lineales, austeros, de muy buena estructura, sin madera evidente, frescos antes que nada. Hay muchos vinos así en Argentina y estoy muy contento de destacarlos, siempre en el marco de que Descorchados es una guía muy personal y subjetiva. Son los vinos que a mí me gustan y los que creo que son buenos dentro de un determinado estilo, aunque ese estilo no sea mi predilecto.
Los lectores se van a encontrar con una opinión. Nada más que una opinión. Creo que el vino es algo completamente subjetivo. El vino que me gusta a mí no tiene por qué gustarte a ti. Sin embargo, si te gusta... genial, porque significa que compartimos algo. Y eso es bueno. La invitación es a leer y comprar los vinos recomendados en el Descorchados y contrastar opiniones y disfrutar del vino, claro.

-¿Qué variedades te llamaron la atención al trabajar en esta edición?
-Me sorprendió mucho el nivel del Torrontés, que es una cepa que adoro tanto como al Malbec. Con respecto a esta última cepa, me gusta especialmente el de altura y el de estilo tradicional. Y siempre hay buenos Bonardas, pero los simples, abordables, no aquellos que pretender ser Nebbiolo o Cabernert Sauvignon.

-¿Qué cambios notaste en el perfil de los vinos argentinos en los últimos años?
-Los vinos hoy en la Argentina están fuertemente orientados al mercado norteamericano y a lo que supuestamente ese mercado pide. Pero también hay nuevas voces que toman su propio camino. Ahí está una parte del futuro del vino argentino.

-En el último tiempo los gurúes internacionales vienen alertando que la Argentina hace vinos muy maderizados y con altos niveles de alcohol, ¿qué aportarías al debate?
-No podría decir mucho más de lo que ya he dicho, por riesgo a que me nieguen la entrada al país. Y lo mismo podría decir de los vinos chilenos y de muchos otros países. Lo importante, sin embargo, es atreverse. Nada más que atreverse a mostrar cosas nuevas y no creer en que, por ejemplo, el Malbec sólo debe tener una cara.

-¿En qué aspecto de la vitivinicultura argentina todavía hay mucho camino por recorrer y es necesario avanzar en mejoras?
-Argentina es un país enorme y, en términos vitícolas, es un país aún en un proceso de autodescubrimiento. No puede ser que el 70 por ciento del vino se haga sólo en una región. Argentina hoy produce un tipo de vinos con una cepa. En el futuro, cuando muchos nuevos proyectos en muchas nuevas regiones comiencen a andar, la Argentina finalmente será capaz de mostrar una diversidad igual o superior a Chile, por ejemplo.

Por Juan Diego Wasilevsky
Editor - Vinos & Bodegas
vinosybodegas@iprofesional.com
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Fuente: iprofesional.com

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