jueves, 24 de noviembre de 2011

Receta de mermelada de durazno

Ingredientes:
1 kilo de duraznos.
½ kilo de azúcar.
½ limón (jugo).

Procedimiento:
Los duraznos deben estar bien maduros y sin golpes. Los pelamos, los deshuesamos y los troceamos.

En una cacerola dejamos los duraznos troceados con el jugo de medio limón y el azúcar macerando durante 2 horas para se ablanden y vayan soltando sus jugos. 

Después de este tiempo, ponemos la cacerola al fuego para que se vaya cocinando la fruta durante 30 minutos moviendo continuamente con una cuchara de madera, para ayudar a los duraznos a deshacerse y que no se peguen en el fondo de la cacerola. Al final de la cocción los duraznos se habrán transformando en un puré espeso y fino y es ese el momento de embotellar.

Para embotellar, en primer lugar se deben esterilizar los frascos hirviéndolos sin las tapas en agua limpia durante unos 30 minutos. Las tapas se esterilizan de igual modo pero por separado.

Una vez se ha llevado a cabo la esterilización, se llenan los frascos con la mermelada. Conviene ir rellenando los frascos con la mermelada no muy caliente o templada y poco a poco, para evitar que se formen bolsas de aire y que pueda estallar el cristal. Hay que llenar los frascos hasta que la mermelada llegue justo al borde y limpiarlo bien para que las tapas ajusten de forma adecuada.

Una vez llenos los frascos, se cierran con las tapas esterilizadas en caliente, poniendo antes sobre la mermelada un círculo de papel de horno empapado en un alcohol tipo aguardiente que permite impermeabilizar la superficie. Ya cerrados los frascos herméticamente hay que esterilizarlos de nuevo en una cacerola con agua hirviendo. El agua debe cubrir 2 centímetros por encima de los frascos. El tiempo de esterilización es de 20 minutos como mínimo y de 30 minutos como máximo.

El paso siguiente es dejar enfriar los frascos en la misma cacerola ya fuera del fuego. Una vez estén fríos se deben de etiquetar poniendo la fecha de envasado y el tipo de producto.

Por último, para conservar perfectamente almacenadas las conservas, conviene mantenerlas en un sitio fresco, seco y protegido de la luz.

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