domingo, 3 de octubre de 2010

Buen vino, premios y turismo

Patricia Ortiz viaja por el mundo con sus vinos a cuestas. El éxito que ha tenido su bodega, Tapiz, en otros mercados no le da descanso. Asegura que el compromiso es combinar la última tecnología y las mejores técnicas de vinificación con la experiencia, y respetar el medio ambiente siguiendo prácticas sustentables.

De hecho, una de las fincas que tiene la bodega en Tupungato (Finca Las Uvas, a 1100 metros de altitud) fue certificada recientemente como orgánica. Allí ya se produce un vino que se vende afuera: el nuevo malbec orgánico Spirit of the Andes.

El malbec y el torrontés (la bodega tiene también viñedos en Salta) son los emblemas de Tapiz, aunque la producción también incluye cabernet sauvignon, merlot, syrah, bonarda, sauvignon blanc, chardonnay, viognier, rosé y espumantes. Para conmemorar los doscientos años de la Argentina como Nación, crearon el Tapiz Bicentenario, un blend que combina las cepas más representativas del país: malbec, bonarda y torrontés.

Los caldos se pueden disfrutar con una buena comida en el Club Tapiz, una residencia de 1890 devenida hotel boutique, rodeada por 10 hectáreas de viñedos, junto al edificio de la antigua bodega, que fue declarado Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Turístico del departamento mendocino de Maipú. Desde sus habitaciones se disfruta una vista única de la cordillera de los Andes, igual que en la pileta de natación, junto al spa.

Según cuenta Patricia Ortiz, la participación activa de los huéspedes del Club en el conocimiento y la experimentación del proceso de producción del vino está creciendo. Argentinos y extranjeros celebran la idea de estar en contacto con los viñedos y los productos.

El programa Follow the Leader, por ejemplo, ha resultado exitoso. Se trata de una actividad que pone en contacto a los visitantes con la gente de la cosecha. Según la época del año, los huéspedes participan de la poda, la atada, el raleo, los desbrotes, deshojes, recortes y la selección de racimos en la bodega.

Además, para los amantes de la cocina hay clases personalizadas en el Restó Terruño, el restaurante del Club, que está abierto todo el año. Allí, los huéspedes cocinan junto al chef y, luego, degustan sus propios platos.

Para las celebraciones de fin de año, la bodega prepara el lanzamiento de un torrontés espumante y un espumante rosé. Mientras tanto, hay cosas por las que brindar: el aceite de oliva extra virgen Tapiz obtuvo importantes galardones en Olivinus 2010. El máximo: Gran Prestigio de Oro, en las categorías arauco y blend.

Fuente: lanacion.com

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