domingo, 22 de agosto de 2010

Con base en la tradición

Conjugan una serie de elementos que, sostenidos con esfuerzo y paciencia, han dado buenos frutos: la tradición familiar, el amor por la tierra y la tecnología para producir vino argentino que se exporta.

La historia de los Cassone en Mendoza comenzó con la llegada a la provincia de esta familia de origen piamontés en el siglo XIX. Más tarde, en los años 50, Roberto Cassone montó la bodega El Trébol en Junín, cerca del lugar en el que sus descendientes producen vinos siguiendo las premisas de la dedicación artesanal, combinadas ahora con aportes tecnológicos y estrategias de comercialización que en los últimos años les permitieron mirar fronteras afueras y avanzar hacia otros mercados.

En el edificio, de altas paredes y techos con madera, Eduardo Cassone, un conocido cirujano de Mendoza, se hace tiempo para recibir con hospitalidad a los visitantes. Tal como existe hoy, la bodega fue concebida a fines de los 90, año en que Eduardo junto a su mujer, Florencia Ferreira Funes, y sus hijos, Eduardo, Martín y Federico, retomaron el camino que habían trazado sus antepasados. Aún conservan, entre otros, un viñedo de casi 100 años de antigüedad.

"La actividad exportadora comenzó en junio de 2000. Hoy elaboramos 500.000 botellas, de las cuales exportamos prácticamente 400.000. El resto queda en la Argentina", cuenta Federico, gerente de Producción de la empresa, que trabaja junto al enólogo Mauricio Lorca. Afuera, la temperatura marca cinco grados bajo cero, pero a través de los vidrios se puede ver el sol reflejado en la Cordillera.

"El clima y el suelo de esta región siempre han sido un privilegio, lo que permite elaborar vinos de alta calidad", explica.

Su línea más joven, Finca La Florencia, ofrece malbec, cabernet, merlot, bonarda, chardonnay, sauvignon blanc, espumante extra brut y rosé.

Obra Prima Colección es la estrella de la bodega. "Son vinos elaborados con la mejor selección de nuestras uvas. Son para beber hoy, pero elaborado para ser guardado. Su guarda recompensará a quien lo haga, brindándole colores, aromas y sabores únicos y maravillosos", definen los Cassone. Con 80% de malbec, 10% de cabernet y 10% de merlot, ofrece muy intensos aromas de frutas rojas, con notas de tabaco y vainilla.

La línea Obra Prima incluye malbec, cabernet y rosado. Por otra parte, la Siete Cuchillos recoge el nombre de un pájaro típico de la zona, siguiendo la idea de poner en primer plano las grandes cualidades del varietal producido en Luján de Cuyo, la tierra por excelencia del malbec.

Federico se jacta de la presencia permanente de los dueños de la bodega en los procesos de elaboración del vino. Desde la fermentación hasta el embotellado, los Cassone están supervisando todo. "Elaboramos vinos modernos y de alta calidad", define, y resalta que producirlos de ese modo es la filosofía de la bodega, a lo que se suma el cuidado del suelo y el medio ambiente.

Fuente: lanacion.com

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