domingo, 31 de enero de 2010

La loca fiesta del té



"El te no es otra cosa que esto:
Haceis hervir el agua
Haceis infundir el te
Y os lo bebeis.
Esto es todo lo que hay que saber.
"Estas son las palabras de Rikuyu, uno de los maestros de té más populares del Japón.
En el momento de hacer una pausa para renovar la energía durante el verano, nada mejor que recurrir a este elixir de sabor y bienestar, con esas sabias palabras en la memoria.
Como manda el calendario, son días para probar el té helado. Se encuentran referencias de esta técnica para preparar el té desde principios del 1800. La base de las preparaciones no era el té negro, sino el verde, y lo preparaban bien concentrado para darle un sabor intenso. Algunos le añadían alguna bebida alcohólica y lo transformaban en un ponche (punch), el primer nombre conocido es Rengent's punch, en honor al príncipe regente Inglés George IV.
También cuenta la historia que en la Feria Mundial de San Luis, en 1904, el inglés Richard Blenchyden ofrecía en su stand té de la India. Debido al intenso calor, las ventas no se desarrollaban como él deseaba. ¿Solución? Servir el té con hielo. ¡Uno tras otro salían los vasos de té helado!
A partir del año 1900 se empieza a utilizar el té negro, porque los costos de importación eran más elevados si procedían de las colonias inglesas y de sudamérica. Poco a poco se fue eliminando la base alcohólica, hasta prescindir totalmente de ella. El té frío se había convertido en una bebida tan sabrosa, que fue muy apreciada en los Estados Unidos durante la época de la Ley Seca.
Una de las claves para preparar un buen té helado es el agua a utilizar. Elija agua mineral y las hojas del té desarrollarán todos sus matices. El resultado, una bebida fría que pueden tomar grandes y chicos.
LA RECETA DEL TE HELADO
Cómo se hace
Para hacer una taza, preparar el té con 3/4 de taza de agua. Endulzarla con azúcar, estevia, sucralosa, miel o lo que guste.
Llenar un vaso hasta la mitad con té y la otra mitad con hielo granizado o cubitos
Se le puede agregar hojas de menta, rodajas de jengibre, limón (en jugo o rodajas), lemongrass, frutos rojos... ¡lo que quiera!
Se puede preparar en cantidad y conservar en la heladera, pero nunca más de 24 horas.
Fuente: clarin.com

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