El azúcar moscabado o moscovado es cristalizado y centrifugado, cada cristal de azúcar queda cubierto por una fina película de melaza, lo que le proporciona ese color oscuro y humedad. El color oscuro del azúcar moreno industrial o de refinería se le proporciona después, puede ser redisolviendo el azúcar en algún tipo de jarabe y después cristalizándolo para que la superficie retenga algo del jarabe y de su color, o ‘tiñendo’ el azúcar blanco con una fina capa de jarabe o melaza.
Los valores nutricionales del azúcar moscabado son superiores al azúcar blanquilla o al azúcar moreno de refinería, el proceso de refinamiento de estos último hace que sólo aporten sacarosa, mientras que el azúcar moreno auténtico conserva minerales como magnesio, potasio, hierro o calcio de la planta de caña de azúcar.
La diferencia también es grande en el sabor, aunque actualmente (y desgraciadamente) estamos más acostumbrados a los sabores refinados y artificiales, el azúcar muscovabo ofrece el intenso sabor de la melaza, es fuerte, algo amargo, con sabor a nuez, manteca, caramelo… una delicia.
Seguramente habran encontrado recetas de reposteria que en sus ingredientes pedían azúcar moscabado, y les recomiendo no sustituirlo por azúcar moreno ‘pintado’ ni por azúcar blanco, pues en su sabor y en la calidad del dulce se nota. También pueden disfrutar de este azúcar (sin abusar, que no deja de ser azúcar) con yogures, leche, licuados de frutas y verduras… incluso añadimos a veces una cucharadita para hacer una vinagreta, aunque generalmente optemos por la miel.
Pueden encontrar el azúcar moscabado o moscovado en tiendas de dietética y en comercios especializados o de productos gourmet, ya que hay que ‘endulzar la vida’, que además nos aporte sabor y nutrientes.
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