Su nota al respecto resalta los beneficios que tiene el paso del tiempo en las parras, dando frutos de mejor calidad y concentración. Y en base a eso escribe sus comentarios tras pasar algunos días en Mendoza degustando vinos de bodegas con añosos viñedos.
Quisimos abordar el tema de la edad-calidad de las parras recogiendo la opinión de enólogos y especialistas, quienes en general confirmaron que la edad de las vides tiene gran influencia en la calidad y concentración de la fruta, aunque existen algunas condiciones.
Ante la consulta: ¿Influiría positivamente en la calidad del vino el hecho de hacerse con uvas de parras longevas? , la enóloga Irene Paiva, que ahora tiene su propio vino “i latina” y una pequeña bodega señaló: “Sí influye, desde la quinta o sexta producción de uvas, las plantas y su calidad se van estabilizando, los primeros años son mas disparejos, a veces muy buenos, otras veces más bien pobres.
“Las parras con varias décadas encontraron equilibrio, son menos productivas y generan racimos con bayas de menor diámetro. En Chile son de pie franco y sin incidencia del portainjerto. Tiene la autenticidad del cepaje original” afirmó el enólogo Klaus Schroder, socio-propietario de la viña Alta Cima.
La enóloga Adriana Cerda nos dijo que “las parras son como las personas. Son la misma cosa pero únicas”, y la calidad del vino producido con uvas de parras longevas dependerá de la variedad, el suelo, el clima.
Ya el periodista de vinos y gastronomía argentino Fernando Vidal Buzzi, también considera que la edad de las parras sí influye positivamente en la calidad de los frutos y vinos, “aunque depende del cepaje y de lo que se entienda por longevidad. en todo caso las muy jovencitas (3/5 años) no tienen la misma calidad que las de 12/20 años”.
“Las parras con mas de 50 años, sanas y bien cuidadas dan mejores vinos. No quedan rastros de esa pubertad verde, impetuosa y vegetal que en su vigor descontrolado traspasa gustos muy ‘chúcaros´”, señaló Klaus Schroder.
Adriana Cerca nos dijo que “cuando la parra ha vivido 60 años y ha resistido y se ha seleccionado para seguir viviendo, como el carignan de secano en suelos mineralizados y clima fresco, da vinos maravillosos”.
“El caso es que a medida que transcurren los años las vides siguen profundizando su sistema redicular, explorando mayor volumen de suelo. Al llegar el sistema redicular a mayor profundidad son menos sensibles al stress hídrico o a períodos de sequía importantes. Las plantas viejas tienen mayor cantidad de reservas en sus raíces y troncos. Por otra parte las plantas con mayor edad equilibran mejor su producción, sus yemas, si bien conservan su fertilidad, esta es menos importante y menos variable en los años”, sostuvo Roberto de la Mota.
Ya Eduardo Brethauer considera que no necesariamente parras longevas dan buenos vinos. “Depende de muchos otros factores, como sanitarios, cepajes, suelos, manejos (la poda es fundamental), etc. Hay excelentes viñedos de 30 años y muy malos de 80. Además las parras no son eternas... sus frutos van decreciendo con los años y las parras llegan a un punto en que no pueden entregar más y el negocio simplemente no es rentable”.
Otra consulta que hicimos fue ¿Qué pasa con parras nuevas en base a cuyos frutos hay pequeñas viñas y bodegas que están haciendo muy buenos vinos?
Irene Paiva señaló que “mMuchas veces los primeros años de producción son ya una muestra del gran potencial de una variedad-zona. A veces, me quedo con la impresión que del tercero al quinto año de producción son los mas bajos en calidad, es como una adolescencia de las plantas, en que los equilibrios no se dan muy fácil. Las primeras producciones son de carga muy limitada y con mucha iluminación, tienen un mejor equilibrio y a veces uno se sorprende de la calidad que son capaces de dar”.
“Viñedos jóvenes pueden tener algunas virtudes en el sombreamiento que aporte vegetalidades atractivas en el Sauvignon Blanc (ruda, ají, etc.). Las parras longevas en total igualdad de condiciones superaran a las que tengan años menos (Cepajes Tintos de Carácter)”, dijo Klaus Schröder.
Ya Adriana Cerda sostuvo que “En mi experiencia con parras jóvenes de 4, 5, 6 años se pueden obtener buenos vinos, pero grandes vinos sólo cuando la parra ha vivido varios años en un suelo y clima especial”.
Fuente: todovinos.cl
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