
Sin duda es una bebida única, ya que su complicado proceso de elaboración y las complicadas mezclas de hierbas confieren un peculiar sabor muy agradable y algo goloso. Hay varios tipos de vermouth y en cada uno de ellos hay una hierba estrella en el proceso de elaboración, por ejemplo en el vermouth rojo es la genciana, en el seco la manzanilla, etc.
La mayoría de los vermouths se utilizan como base para numerosos cócteles y aperitivos, aunque si lo prefieres tomar solo, la mejor manera de degustarlo es en vaso de tubo o en un vaso de tamaño mediano como el tumbler, con unos cubitos de hielo y unas olivas. El vermouth forma parte de la cultura coctelera y de la nuestra propia, hay que agradecer a quien creó esta magnífica bebida.
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