martes, 20 de mayo de 2014

¿Cómo elegir un buen jamón crudo?

La vida siempre da nuevas oportunidades para cambiar desde el alma para crecer desde el espiritu, para hacer aquello que debio haber sido hecho ! solo uno tiene que recordarse y contactar a su ser ! besos

El jamón crudo es el más ponderado y calificado de los fiambres. Esto se debe a que estamos frente a un producto que acarrea un alto costo financiero en su elaboración, basado en el tiempo que hay que esperar para que se estacione correctamente antes de su venta y tenga como resultado un producto con las cualidades necesarias para conquistar al paladar de los consumidores.

A la hora de elegir un buen jamón crudo tenemos que tener en cuenta no sólo la elección (basado en aspectos como el color, el aroma y el sabor), sino cómo cortarlo y a qué temperatura conviene conservarlo. Un buen jamón tiene que tener un intenso aroma y un color parejo, pudiendo ser algo más oscuro hacia la parte superior de la feta, ya que es por ahí donde comienza el proceso y penetra la sal y, sobre todo, un destacable y exquisito sabor.

Consejos para su corte

Para la pata entera con hueso (sujetada al soporte), el corte debe hacerse en fetas de unos 10 a 15 cm aproximadamente cuidando la precisión del corte de modo tal que no nos de una feta ni muy fina ni muy gruesa. El cuero debe ir quitándose a medida que se vaya avanzando en la profundidad del jamón.

Si el producto se encuentra deshuesado y prensado, es ideal contar con una máquina feteadora eléctrica, ya que de esta forma la precisión lograda en el corte es óptima. De lo contrario, se puede realizar con un cuchillo largo y fino bien afilado.

Cómo conservarlo

El jamón debe conservarse en un lugar seco, ventilado y a temperatura ambiente (idealmente a 21 grados). A esta temperatura se observará el brillo de la grasa natural, mientras que si está demasiado frío el aspecto será más opaco y seco.

Cómo servirlo

Hay muchas formas de disponer el jamón en la mesa, pero la mejor forma de comerlo es con los dedos. El jamón debe encontrarse dispuesto sobre un plato al que se adosan las lascas. El plato debe hallarse completamente cubierto, como si hubiéramos hecho una tela con retales. Los pedazos deben adosarse al plato en la misma dirección, en la que marca la veta de tocino.

Cómo combinarlo

Los vinos tintos y los blancos secos, no demasiado ácidos, son el perfecto acompañante. Los vinos aportan aromas que conducen muy bien al gusto del crudo, por su tono ligeramente salado y amargo que dan las grasas evolucionadas del jamón.

El jamón crudo es un alimento rico en vitamina B1 que ayuda al funcionamiento propio del corazón, el sistema nervioso y digestivo. Colabora a superar el estrés y la depresión. También, al ser fuente de hierro y proteínas son muy recomendables en períodos de embarazo o lactancia y también después de operaciones o durante estados de recuperación, debido a que en esos períodos hay un mayor desgaste de vitaminas.

Foto: Thinkstockphotos
Fuente: entremujeres.com

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