En los últimos años aumentaron las “fórmulas mágicas” que apuntan a
producir descensos de peso inmediatos y con poco esfuerzo. Esta
multiplicidad de opciones ha generado confusión y miles de personas
arman dietas caseras y a medida, muchas sin rigor científico.
En
ese marco, existen al menos cinco paradigmas muy comunes que son
enemigos de la dieta, ya que pueden llevar a la persona a la frustración
por falta de resultados, y al consecuente abandono del proceso. Estos
son:
Paradigma 1: basar la dieta en largos períodos sin comer
Un
error frecuente es tratar de pasar todo el día sin comer, pensando que
esto ayuda a bajar de peso. Es el típico caso de la persona que desayuna
poco, no almuerza prácticamente, merienda mal y a la noche no lo
contiene nada, por más dieta que haga.
Existen dos sensaciones muy
diferentes: el hambre y el apetito. El hambre es irrefrenable: “para el
hambre no hay pan duro”. El apetito se evidencia, en cambio, cuando la
persona discrimina qué va a comer y qué no. Cuando uno pasa más de
cuatro horas sin comer, deja de tener apetito para empezar a tener
hambre. Por eso insistimos tanto en la importancia de no pasar más de
cuatro horas sin comer.
Paradigma 2: pensar que con actividad física es suficiente para bajar de peso
Hay
personas que hacen ejercicio una o dos horas por día y al terminar se
comen un par de empanadas fritas, para ser gráficos. Por supuesto que la
actividad física ocupa un papel importantísimo en todo proceso de
descenso de peso, pero para que esto ocurra, debe ir siempre acompañada
de un plan alimentario acorde.
Paradigma 3: dejarse llevar por información falsa sobre los alimentos y sus calorías
Es
muy común que cuando se inicia una dieta se abandone la ingesta de pan,
por ejemplo, y se coma en su lugar galletitas, cuando éstas tienen
muchas más calorías. Lo cierto es que el pan francés tiene 270 calorías
cada 100 gramos, mientras que la misma cantidad de galletitas
“dietéticas” tiene 400.
Paradigma 4: creer que los alimentos “light” nos llevarán indefectiblemente a bajar de peso
Otro
error muy común es abusar de los alimentos dietéticos, desconociendo su
nivel calórico. Es habitual, por ejemplo, reemplazar un yogurt común
por tres yogures descremados en el día. El descremado tiene un 40 a 50 %
menos de calorías que el común, pero al abusar en la cantidad se
termina incorporando más calorías.
Entonces, si por ser diet duplico o triplico la porción, en realidad termino incorporando más calorías, o no reduje nada.
Paradigma 5: para adelgazar es importante la calidad del alimento y no la cantidad
Es
habitual que los pacientes pidan: “doctor, deme una dieta para bajar de
peso pero que me permita comer mucho”. Lamentablemente esto no es
posible: salvo el agua, todo lo demás tiene en mayor o en menor
proporción sus calorías.
Un ejemplo son los vegetarianos que no
pueden bajar de peso. Sucede que, si bien los vegetales tienen muy pocas
calorías, se exagera con el volumen. Es importante poder regular el
hábito alimenticio para evitar que las calorías se “filtren” en grandes
cantidades de comida.
En síntesis…
Hacer
dieta sin supervisión profesional puede ser muy negativo porque en
general las personas tienen paradigmas erróneos en cuanto a "lo sano".
Se puede caer en una alimentación desequilibrada desde lo nutricional,
con malas consecuencias para el organismo.
Por el doctor Rubén Salcedo, director médico asociado del Sanatorio Diquecito.
Foto: Clarín
Fuente: entremujeres.clarin.com
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