viernes, 28 de febrero de 2014

Verano 2014: el regreso de un clásico, los aperitivos

No son ninguna novedad. Tienen una larga historia en el mundo de la cotelería, pero desde hace unos años volvieron a ser protagonistas de las salidas y hoy se imponen como la nueva tendencia. Lejos de ser una moda pasajera, estas bebidas con un dejo amargo son el foco de atención en los ámbitos más cool de Buenos Aires.

Se convirtieron en la principal figura a toda hora del día y en cualquier momento; la tradición de ser una bebida únicamente para ingerir antes de las comidas ya ha quedado a un lado. Los bares los anuncian en sus pizarras, los jóvenes los compran y arman tragos en sus casas, y todos hablan de ellos. Campari, Aperol y Gancia son los preferidos, pero también reaparecen con fuerza Cynar, Cinzano, Martini y Hesperidina.

Las cifras hablan por sí solas de esta tendencia. Campari incrementó el tamaño de marca seis veces desde 2006 al 2012, consolidándose como una de las marcas de aperitivos de más rápido crecimiento en Argentina, y Cinzano logró durante este año crecer un 12% en consumo, por encima de la categoría de aperitivos populares, que creció 7,7% según datos de la consultora ACNielsen.

"La versatilidad para mezclarlos, el bajo contenido alcohólico (comparado con otras bebidas de alta graduación), sumado a un conocido sabor amargo para nuestro paladar y a la rica tradición e historia en nuestro país, hace que su vuelta sea definitiva. Volvieron para instalarse en nuestro consumo", indicó Mariano Maldonado, gerente de marketing de Campari.

Para la bartender Inés de los Santos, "el regreso de estas legendarias se da desde hace cinco años atrás y se debe a que el consumidor conoce más, son fáciles de tomar, fáciles de preparar y no tan costosos". "Aumentó el consumo y cada vez  hay más conocedores y profesionales trabajando para perfeccionar lo que se sirve finalmente. Creo que este crecimiento tiene que ver con tomar conciencia cada vez más con lo que se come y lo que se toma", añadió.

Pero su historia se remonta hasta muchos años atrás. "El origen está íntimamente ligado a la aparición del vino y la necesidad de conservarlos durante más tiempo. Por este motivo, se probó macerándolo con algunas hierbas. Esta iniciativa dio origen al vermut y otros aperitivos", explicó Maldonado. Luego, se evidenció que la función principal de esta bebida era de la de abrir el apetito, ya que tanto la concentración de hierbas como el sabor amargo estimulan las papilas.

Detrás de las barras, se impulsa esta tendencia. Allí existen propuestas clásicas y muchas de ellas re-versionadas, como el Negroni o el Cynar Julep. Y se suman "novedades" tales como Aperol Spritz. El favorito, el Campari con jugo de naranja, llamado Campari Orange o Garibaldi.

"El consumidor de aperitivos es alguien que disfruta encontrase a comer, charlar y pasar buenos momentos", consideró De los Santos, al tiempo que Maldonado destacó que por un lado están los consumidores tradicionales, con fuerte arraigo por las costumbres y rituales, como también un gran incremento de consumidores actuales, modernos y en búsqueda constante de la sofisticación e innovación.

"Hay claramente una evolución del consumidor argentino en cuanto a lo cualitativo. Una mayor exigencia por parte de éste que se traduce en una mayor y mejor oferta. La coctelería evolucionó en los últimos 15 años. Es un fenómeno que se viene dando desde hace tiempo y toma mayor fuerza en los últimos cinco años", evaluó Maldonado, y concluyó: "Argentina siempre tuvo identidad coctelera propia y fue referente en tal materia para la región. Hoy volvió con todo y parece instalarse definitivamente".

Fuente: infobae.com

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