lunes, 2 de diciembre de 2013

El consumo per cápita de vino cayó más en Italia y España que en la Argentina

Según un relevamiento realizado por Fundación Mediterránea, en el país se consumen cerca de 25 litros, lo que implicó un descenso del 40% desde 1995 

Según un informe elaborado por Fundación Mediterránea, en el mercado interno se ha dado una "continua disminución del consumo de vinos en Argentina". 

"A inicios de los años 80 se consumían 70 litros per cápita", destacan desde la consultora, para luego recalcar que "se ha llegado a los 25 litros en 2012". 

Desagregando por tipo de vinos, la caída se ha dado principalmente en los vinos de menor calidad (primero comunes, y luego genéricos), "aunque tendrían un leve repunte en los dos últimos años", rescata el informe.

Como contrapartida, desde Fundación Mediterránea explican que "ha habido un aumento gradual en los vinos de mejor calidad.

Sin embargo, destacan que "la disminución del consumo per cápita de vinos no es un fenómeno exclusivamente local", dado que esto también se observa también en los principales países productores de vinos". 

Tal como se puede observar en el siguiente gráfico, el consumo per cápita experimentó una fuerte caída del 40% en la Argentina desde el año 1995 hasta 2012.
Sin embargo, al trazar un comparativo respecto de países productores del Viejo Mundo, se observa una contracción superior: en el caso de España, por ejemplo, se registró un descenso del 43% en dicho período, al pasar de 39 a 22 litros, en tanto que en Italia la baja alcanzó el 42%, con un nivel de consumo actual de 36 litros. 

Sólo en Francia el descenso fue menor, dado que el consumo pasó de 63 litros a 48 litros, registrándose así una caída del 24%. 

En un informe publicado tiempo atrás por la consultora Abeceb destacaron que el retroceso en el consumo de vino se dio de manera paralela al crecimiento exponencial que viene experimentando la cerveza.

"Además del impulso generado por el crecimiento económico general de los últimos ocho años, se produjo un efecto sustitución que favoreció el consumo de cerveza en detrimento del vino de mesa. Por un lado, se da una tendencia a nivel mundial de reducción del consumo de vino no varietal, el cual se vio reemplazado en nuestro país por una mayor ingesta de cerveza en el consumo diario, lo que favoreció a la reducción de los efectos estacionales de la misma, que en general se concentra en los meses de más calor. Por otra parte, la cerveza también se ve favorecida en el consumo ocasional, por un diferencial de precios respecto a los vinos de mayor calidad", destacaron.

Los altos niveles de publicidad, el fortalecimiento de marcas y el desarrollo de nuevos segmentos son algunas de las estrategias que utilizó la industria cervecera para consolidar dicho cambio, que entre otras cosas, fue capaz de hacer aumentar el consumo del segmento de edad más joven, lo cual marca el dinamismo del mercado.

Fuente: iprofesional.com

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