lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Cómo preparar una mesa saludable para estas fiestas?

Buenas y salsas gente linda. Estamos en la recta final del año y justamente es cuando comenzamos a planear en dónde pasaremos las fiestas, con quiénes y qué prepararemos. Claramente que solo los voy a poder ayudar en una de estas decisiones porque las otras dos inquietudes las tendrán que analizar con el corazón.

Antes que nada me gustaría aclarar que estamos en el hemisferio sur del continente y por lo tanto a partir del 21 de diciembre comienza el verano. Quizás vos estés diciendo en este momento: “¿Este chico es medio soncito?”, “¿Desde hace millones de años que en diciembre en Argentina comienza el verano y justo ahora se dio cuenta?”, “¿Es necesario seguir leyendo esto?”. Claro, para todos es obvio lo que escribo pero cuando se ponen a cocinar para las fiestas se olvidan de este dato fundamental y realizan preparaciones de invierno. Si no, analizá la mesa del año pasado mientras caliento el agua para unos matecitos (ya vuelvo).

Ahora sí, decime si estoy exagerando. Cuando termina la cena de navidad lo primero que hacemos es desabrocharnos un botón del pantalón porque no nos entra más nada. Rápidamente corremos para atrás la silla porque no soportamos más la presión que ejerce la panza hinchada sobre la mesa y a partir de ese momento comienzan los chistes sobre el estado de la otra persona sin  mirarnos al espejo y decirnos “el otro soy yo”. Como si esto fuese poco falta el pan dulce, las garrapiñadas, los turrones y todo tipo de confites. Luego el brindis y para esta altura juras por los dioses del planeta que nunca más vas a comer tanto. Pero lamentablemente la próxima semana será fin de año y lo mismo volverá a ocurrir.

La cuestión no está solamente en un asado, un lechón a la parrilla o el típico pavito relleno. El secreto es simplemente que nuestro cuerpo no está preparado para recibir tantas calorías en verano. De las carnes ya hemos hablado varias veces, por eso me gustaría dedicarles unas líneas a las necesidades del organismo. Para que entiendas, pensá que en invierno las preparaciones típicas son, por ejemplo, guiso de lentejas, de porotos o una rica pasta rellena con salsa. Justamente estas comidas le proveen al cuerpo calorías necesarias para mantener una temperatura corporal de 37°. Ahora pensá por qué en verano no consumís estas preparaciones. O qué pasa cuando tenemos una temperatura de treinta y pico de grados y comemos un guiso. Seguramente comenzarás a transpirar porque tu cuerpo no necesita tantas calorías. Por eso en verano comemos más ensaladas, muchos licuados, preparaciones livianas y el organismo requiere mayor cantidad de líquido. Productos regionales y de estación, preparaciones livianas y caseras son algunas de las recomendaciones para tener una cena diferente.

Por eso se me ocurrió utilizar diciembre para armar una mesa navideña y de fin de año distinta. Una mesa natural, sana, nutritiva, vistosa y sobre todo muy rica encontrarás en mi portal y en el facebook. Sigan proponiendo ideas en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor información www.pablitomartin.com.ar o en mi cuarto libro de cocina “La Re-Evolución de la cocina”. Y recordá que “somos lo que comemos, y lo que hacemos”. ¡Hasta la próxima!

 Pablito Martín. Chef – Periodista. 
Twitter: @PablitoCocina

Fuente: blogs.infobae.com/alimentacion-consciente

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