Eduardo Fracchia, director Área Economía del IAE, será uno de los expositores del próximo Foro Internacional
Vitivinícola, a realizarse el 24 de septiembre en Mendoza. En diálogo
con Día a Día del Vino adelantó algunos de los temas que tocará, como es
el caso de la pérdida de competitividad, caída de las economías
regionales y el reacomodamiento de los negocios.
¿Cómo se encuentra hoy la competitividad argentina en relación a años anteriores?
La competitividad sistémica del país está en franco descenso. En particular en 2013 estamos en una posición de mitad de tabla para abajo. En concreto en el puesto 94 de un conjunto de 144 países. Al compararnos con Chile que está número 30 o Brasil y Perú, en franca mejoría, surge una agenda importante de reformas de cooperación público-privada.
¿Cómo le afecta esto a la industria del vino y a las economías regionales?
El sector del vino como otras economías regionales se ve perjudicado por un tipo de cambio que se ha retrasado mucho. Es inferior al final del gobierno de De la Rúa. Además todos los factores de la competitividad sistémica influyen en el sector vitivinícola (marco laboral, gobierno, infraestructura, educación, etc.).
¿Qué herramientas tienen las pequeñas empresas para enfrentar la disminución de los márgenes en la exportación?
Las pymes pueden y deben ganar en eficiencia y productividad para compensar los márgenes que se han contraído últimamente, entre otras cuestiones por el retraso cambiario. Deben ser flexibles y en algunos casos deben reorientar sus negocios.
¿Cuál cree que será el panorama para fin de año y comienzos del 2014?
El año 2013 está jugado y el panorama económico del 2014 será igual, donde tendremos una tasa baja de crecimiento cercana al 2% y una inflación en torno al 25% anual. Creceremos algo gracias al aporte de la cosecha y del sector automotriz.
¿Cree que la tasa de devaluación mostrada en el último mes es la esperada hasta fin de año, o que esta se aceleraría?
La devaluación se está acelerando y converge a 20% para todo el año. Es una tasa todavía baja que no compensa la inflación existente. En forma comparativa nuestra moneda se ha apreciado respecto a una canasta multilateral.
¿Qué tan rápido será el traslado a precios de la devaluación más acelerada que estamos experimentando?
El traslado de la devaluación a precios es inevitable pero no hay que sobreestimarlo. En 2002 la transferencia a precios fue bastante baja. Es otro contexto pero con un esquema antiinflacionario coherente se podría corregir en parte el desequilibrio acumulado. Por ahora la tasa de inflación no se ha acelerado.
La competitividad sistémica del país está en franco descenso. En particular en 2013 estamos en una posición de mitad de tabla para abajo. En concreto en el puesto 94 de un conjunto de 144 países. Al compararnos con Chile que está número 30 o Brasil y Perú, en franca mejoría, surge una agenda importante de reformas de cooperación público-privada.
¿Cómo le afecta esto a la industria del vino y a las economías regionales?
El sector del vino como otras economías regionales se ve perjudicado por un tipo de cambio que se ha retrasado mucho. Es inferior al final del gobierno de De la Rúa. Además todos los factores de la competitividad sistémica influyen en el sector vitivinícola (marco laboral, gobierno, infraestructura, educación, etc.).
¿Qué herramientas tienen las pequeñas empresas para enfrentar la disminución de los márgenes en la exportación?
Las pymes pueden y deben ganar en eficiencia y productividad para compensar los márgenes que se han contraído últimamente, entre otras cuestiones por el retraso cambiario. Deben ser flexibles y en algunos casos deben reorientar sus negocios.
¿Cuál cree que será el panorama para fin de año y comienzos del 2014?
El año 2013 está jugado y el panorama económico del 2014 será igual, donde tendremos una tasa baja de crecimiento cercana al 2% y una inflación en torno al 25% anual. Creceremos algo gracias al aporte de la cosecha y del sector automotriz.
¿Cree que la tasa de devaluación mostrada en el último mes es la esperada hasta fin de año, o que esta se aceleraría?
La devaluación se está acelerando y converge a 20% para todo el año. Es una tasa todavía baja que no compensa la inflación existente. En forma comparativa nuestra moneda se ha apreciado respecto a una canasta multilateral.
¿Qué tan rápido será el traslado a precios de la devaluación más acelerada que estamos experimentando?
El traslado de la devaluación a precios es inevitable pero no hay que sobreestimarlo. En 2002 la transferencia a precios fue bastante baja. Es otro contexto pero con un esquema antiinflacionario coherente se podría corregir en parte el desequilibrio acumulado. Por ahora la tasa de inflación no se ha acelerado.
Fuente: Area del Vino
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