¿Chau al pan con manteca?
Los alimentos ricos en grasas trans,
muy usados en la fabricación industrial de materias primas para
pastelería y panadería, favorecen la formación de placas en las
arterias, por lo que no son recomendables si queremos reducir el
colesterol.
Estas grasas se forman en el proceso de hidrogenación
en la que se introducen átomos de hidrógeno en un aceite vegetal
(líquido y a temperatura ambiente) para darle textura. Esto sucede, por
ejemplo, al hacer margarinas y mantecas.
Para reconocer si una
grasa es saturada, debemos observar su composición: si a temperatura
ambiente se presentan como sólidas, como las margarinas y las mantecas,
es que son perjudiciales. En cambio, el aceite de oliva es líquido, por lo que su consumo es preferible.
Decile "no" a las grasas saturadas
Los embutidos, las hamburguesas, las grasas de origen animal, la leche entera, y los quesos suelen contener grasas saturadas que contribuyen a elevar el colesterol. Se utilizan con frecuencia en alimentos pre-cocinados y como materia prima en la repostería. Lo más conveniente es llevar una dieta baja en grasas, especialmente las de origen animal.
Los embutidos, las hamburguesas, las grasas de origen animal, la leche entera, y los quesos suelen contener grasas saturadas que contribuyen a elevar el colesterol. Se utilizan con frecuencia en alimentos pre-cocinados y como materia prima en la repostería. Lo más conveniente es llevar una dieta baja en grasas, especialmente las de origen animal.
Más salmón y nueces, por favor
Las grasas poli-insaturadas y mono-insaturadas se conocen como grasas "saludables": estas sí hay que incluirlas en la dieta. Las grasas poli-insaturadas y los ácidos grasos como el omega 3 se encuentran en pescados azules como el salmón y las sardinas, aunque sean en conserva. Por otro lado, los omega 6 los podemos encontrar en aceites de semillas, en las nueces y otros frutos secos, los cereales (y los productos elaborados con estos como el pan integral), los huevos, la soja y la palta. Todos estos son alimentos ricos en este tipo de grasas.
Las grasas poli-insaturadas y mono-insaturadas se conocen como grasas "saludables": estas sí hay que incluirlas en la dieta. Las grasas poli-insaturadas y los ácidos grasos como el omega 3 se encuentran en pescados azules como el salmón y las sardinas, aunque sean en conserva. Por otro lado, los omega 6 los podemos encontrar en aceites de semillas, en las nueces y otros frutos secos, los cereales (y los productos elaborados con estos como el pan integral), los huevos, la soja y la palta. Todos estos son alimentos ricos en este tipo de grasas.
El remedio: la fibra
La avena y las semillas de lino tienen fibras solubles que arrastran el colesterol y reducen sus niveles en el organismo. Se pueden añadir como condimento de las ensaladas o incluirlas entre los ingredientes al preparar jugos procesados o exprimidos.
La avena y las semillas de lino tienen fibras solubles que arrastran el colesterol y reducen sus niveles en el organismo. Se pueden añadir como condimento de las ensaladas o incluirlas entre los ingredientes al preparar jugos procesados o exprimidos.
Otro alimento saludable
es la lecitina de soja, que es una sustancia lipídica que se encuentra
presente en todas las células tanto de origen vegetal como animal. La
soja es la legumbre que posee la mejor calidad de lecitina cuyos
elevados niveles la transformaron en el nutriente perfecto para el
organismo humano. Se recomienda consumirla en forma de granulado al
disolverla en el en yogurt o leche, ya que ayuda a metabolizar las
grasas. Pero, la opción más fácil y accesible es incluir en nuestra
dieta mucha fruta y verdura, que aportan fibra al metabolismo de manera inmediata.
Fuente: entremujeres.com
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