Hasta ayer más de 11 millones de dólares se encontraban en condiciones de ser liquidados por la Afip, en concepto de reembolso a las exportaciones a la industria vitivinícola.
Sin embargo, aún cuando ya llevan más de seis meses de retraso, el
depósito a los exportadores no había sido liquidado. Y este capital
inmovilizado generaría un grave perjuicio a las bodegas.
"Realmente cada día se está haciendo más complicado exportar", con esta frase el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay, describió la situación que atraviesa el sector exportador de vino en el país. "Es un momento crítico, en donde las empresas necesitan este capital de trabajo para comprar uva", sentenció.
"La AFIP pagó los reembolsos que estaban con devolución generada hasta el 16 de octubre de 2012, de allí en adelante no ha pagado nada más", dijo Canay, quien aseguró que este tipo de medidas erosiona la rentabilidad del sector.
El presidente de la entidad gremial, sostuvo que este número es fruto de un relevamiento que han hecho entre sus socios. No obstante, aclaró que hay grandes bodegas que no están relevadas allí, por lo que la cifra sería mucho más abultada si se las agrega.
"La industria deja anualmente un saldo positivo en divisas de 1.000 millones dólares para el país, generando valor agregado", indicó Canay. Al tiempo que agregó que considera que si esta situación se revirtiera y la pérdida de competitividad se detuviera, las exportaciones de vino embotellado podrían volver a crecer a un ritmo sostenido del 10%. No obstante, con las condiciones actuales, el dirigente aseguró que se seguirá perdiendo mercados.
El régimen que rige el reintegro de exportaciones entró en vigencia en 1991 por el decreto 1011. Ello permitió que de acuerdo al valor FOB de la mercancía exportada, se devuelva al exportador de vino embotellado un 6% de su valor y al de vino a granel un 5%.
Desde 2001, cuando se instauró el control de cambios, se les exige a los exportadores ingresar las divisas dentro de los plazos establecidos. En la actualidad, para el general de los exportadores de vinos es de 90 días.
Tras la implementación, en marzo de 2012 de la Instrucción General N° 7, de la Dirección General de Aduanas (DGA), la AFIP inhabilitó para la percepción de reintegros a los exportadores que por alguna razón no ingresaron el total de las divisas desde 2001 a la fecha.
De todos modos, a los que no están en esa lista de inhabilitados, la DGA controla -antes de enviar a la Secretaría de Hacienda la orden de pago del reintegro- que el exportador haya ingresado las divisas y haya pagado el derecho de exportación (5%) por el permiso de embarque y por último, que no tenga ninguna deuda vencida aduanera, impositiva o previsional.
Deuda mayor
Canay indicó que si se suman los inhabilitados por DGA para percibir los reintegros y los envíos "observados", la suma asciende a 33 millones de dólares.
El dirigente gremial, sostuvo que este es un tema que lo vienen trabajando con los gobiernos provinciales y que están seguros de que se han hecho gestiones al respecto. Sin embargo, recalcó que ese capital paralizado por Afip, en algunos casos representa el 20% de lo que una bodega compra en uva.
"Este problema no sólo afecta a la bodega sino también a toda la cadena", concluyó.
"Realmente cada día se está haciendo más complicado exportar", con esta frase el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay, describió la situación que atraviesa el sector exportador de vino en el país. "Es un momento crítico, en donde las empresas necesitan este capital de trabajo para comprar uva", sentenció.
"La AFIP pagó los reembolsos que estaban con devolución generada hasta el 16 de octubre de 2012, de allí en adelante no ha pagado nada más", dijo Canay, quien aseguró que este tipo de medidas erosiona la rentabilidad del sector.
El presidente de la entidad gremial, sostuvo que este número es fruto de un relevamiento que han hecho entre sus socios. No obstante, aclaró que hay grandes bodegas que no están relevadas allí, por lo que la cifra sería mucho más abultada si se las agrega.
"La industria deja anualmente un saldo positivo en divisas de 1.000 millones dólares para el país, generando valor agregado", indicó Canay. Al tiempo que agregó que considera que si esta situación se revirtiera y la pérdida de competitividad se detuviera, las exportaciones de vino embotellado podrían volver a crecer a un ritmo sostenido del 10%. No obstante, con las condiciones actuales, el dirigente aseguró que se seguirá perdiendo mercados.
El régimen que rige el reintegro de exportaciones entró en vigencia en 1991 por el decreto 1011. Ello permitió que de acuerdo al valor FOB de la mercancía exportada, se devuelva al exportador de vino embotellado un 6% de su valor y al de vino a granel un 5%.
Desde 2001, cuando se instauró el control de cambios, se les exige a los exportadores ingresar las divisas dentro de los plazos establecidos. En la actualidad, para el general de los exportadores de vinos es de 90 días.
Tras la implementación, en marzo de 2012 de la Instrucción General N° 7, de la Dirección General de Aduanas (DGA), la AFIP inhabilitó para la percepción de reintegros a los exportadores que por alguna razón no ingresaron el total de las divisas desde 2001 a la fecha.
De todos modos, a los que no están en esa lista de inhabilitados, la DGA controla -antes de enviar a la Secretaría de Hacienda la orden de pago del reintegro- que el exportador haya ingresado las divisas y haya pagado el derecho de exportación (5%) por el permiso de embarque y por último, que no tenga ninguna deuda vencida aduanera, impositiva o previsional.
Deuda mayor
Canay indicó que si se suman los inhabilitados por DGA para percibir los reintegros y los envíos "observados", la suma asciende a 33 millones de dólares.
El dirigente gremial, sostuvo que este es un tema que lo vienen trabajando con los gobiernos provinciales y que están seguros de que se han hecho gestiones al respecto. Sin embargo, recalcó que ese capital paralizado por Afip, en algunos casos representa el 20% de lo que una bodega compra en uva.
"Este problema no sólo afecta a la bodega sino también a toda la cadena", concluyó.
Avances para ingresar a China
A principios de este año,
desde el gobierno chino se requirió a los vinos tanto argentinos como de
otras partes del mundo, un nuevo ítem que pide un informe con los
resultados de examen de "ésteres de ftalato", emitido por instituciones
de inspección calificada.
Si bien esto no generó problemas con el vino de nuestro país, en algunos casos, vino francés quedó varado en diferentes puertos chinos. Durante la misión que realizó el gobierno de Mendoza, García se reunió con representantes del AQSIQ (Administration of Quality Supervision, Inspection and Quarintine) de China para plantear una solución al problema.
"Nosotros tenemos firmado, desde julio de 2011, un Memorándum de Entendimiento y Colaboración con China y por eso nuestra primera posición en esta reunión fue solicitar la necesidad de que se actúe dentro de lo acordado en ese documento", dijo García.
Como se cree que el origen de la presencia de los ftalatos en las bebidas podría provenir de productos plásticos que están en contacto con el vino, principalmente mangueras, la propuesta del INV ante las autoridades chinas fue realizar la trazabilidad de los insumos a través de los organismos de aprobación de los productos que están en contacto con el vino.
"Se trata de poner una barrera antes del ingreso de los ftalatos a la industria vitivinícola, entonces quien nos vende insumos que estarán en contacto con el vino, deberán presentar certificados que indiquen que están libres de esas sustancias", indicó García.
Conjuntamente, durante la reunión, las autoridades del país asiático, indicaron que comenzarán a solicitar una pre notificación electrónica de los certificados que garantice a las autoridades chinas un sistema de autenticidad de los productos. Además, a partir del año que viene se confeccionará un registro de exportadores que establecerá condiciones que deben reunir las bodegas para poder exportar a China.
"Nosotros vamos a trabajar con las autoridades de ese país de tal manera que acepten que todas nuestras bodegas que estén en el canal verde implementado por el INV como operadores confiables puedan ser incorporadas automáticamente al registro. Vamos a trabajar para que sea aceptado nuestro sistema de operadores confiables para evitar la inspección directa antes de las exportaciones como sucede con la carne y los pescados", concluyó, el presidente del INV.
Si bien esto no generó problemas con el vino de nuestro país, en algunos casos, vino francés quedó varado en diferentes puertos chinos. Durante la misión que realizó el gobierno de Mendoza, García se reunió con representantes del AQSIQ (Administration of Quality Supervision, Inspection and Quarintine) de China para plantear una solución al problema.
"Nosotros tenemos firmado, desde julio de 2011, un Memorándum de Entendimiento y Colaboración con China y por eso nuestra primera posición en esta reunión fue solicitar la necesidad de que se actúe dentro de lo acordado en ese documento", dijo García.
Como se cree que el origen de la presencia de los ftalatos en las bebidas podría provenir de productos plásticos que están en contacto con el vino, principalmente mangueras, la propuesta del INV ante las autoridades chinas fue realizar la trazabilidad de los insumos a través de los organismos de aprobación de los productos que están en contacto con el vino.
"Se trata de poner una barrera antes del ingreso de los ftalatos a la industria vitivinícola, entonces quien nos vende insumos que estarán en contacto con el vino, deberán presentar certificados que indiquen que están libres de esas sustancias", indicó García.
Conjuntamente, durante la reunión, las autoridades del país asiático, indicaron que comenzarán a solicitar una pre notificación electrónica de los certificados que garantice a las autoridades chinas un sistema de autenticidad de los productos. Además, a partir del año que viene se confeccionará un registro de exportadores que establecerá condiciones que deben reunir las bodegas para poder exportar a China.
"Nosotros vamos a trabajar con las autoridades de ese país de tal manera que acepten que todas nuestras bodegas que estén en el canal verde implementado por el INV como operadores confiables puedan ser incorporadas automáticamente al registro. Vamos a trabajar para que sea aceptado nuestro sistema de operadores confiables para evitar la inspección directa antes de las exportaciones como sucede con la carne y los pescados", concluyó, el presidente del INV.
Fuente: Area del Vino
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