¿Querés adelgazar pero sos ansioso? La ansiedad es un sentimiento de
miedo, desasosiego y preocupación. La fuente de estos síntomas no
siempre se conoce.
Para adelgazar, no es conveniente contar
calorías ni buscar métodos torturantes. Es necesario seguir un método
que ayude a desprenderse de esos kilos de más, sin prisas y pensando en
la salud física y psíquica.
Para comprender qué sucede cuando una persona tiene ansiedad, hay que saber que no todas las personas tienen el mismo apetito.
Muchos obesos comen de manera compulsiva y tienen mucho apetito. ¿Cómo se regula?
El
apetito está regulado por dos pequeños centros nerviosos situados en el
cerebro: el del hambre y el de la saciedad. Son complementarios y
procesan la información que les llega del tubo digestivo y de las
glándulas. En función de los datos que reciben, estos dos centros
neurológicos se activan, desencadenando el apetito o la saciedad.
El
cerebro humano es muy complicado y nadie conoce perfectamente los
mecanismos que lo mueven. Lo que sí se sabe es que estos dos centros no
trabajan de la misma manera en todas las personas.
Algunas
personas comen controladamente y se sienten satisfechas por un tiempo
prolongado; otras, en cambio, comen rápido y se levantan de la mesa con
la sensación de haberse quedado con hambre.
Mecanismos de la saciedad
Para
prevenir las compulsiones, no hay que saltearse comidas, de manera que
el centro del hambre no se active antes de lo previsto. También se debe
comer despacio, para que el centro de la saciedad tenga tiempo de
activarse, pues empieza a actuar aproximadamente a los veinte minutos
del comienzo de la comida. Por eso algunas personas tienen más apetito
que otras. Es importante saber elegir los alimentos de acuerdo con el
grado de saciedad.
Para entender los procesos de saciedad, los factores que intervienen son:
- Tiempo de permanencia gástrica de los alimentos y formas de preparación
Este
factor no depende del volumen, sino del tipo de alimento, de las
combinaciones y de la forma de preparación. Los que producen mayor
sensación de saciedad serán útiles para que no estar ansioso.
Por
ejemplo, no es lo mismo elegir papa en puré que papa hervida y fría
mezclada con vegetales crudos y/o cocidos al vapor. La papa en puré
(tiene permanencia gástrica de 1 hora) es de fácil digestión con lo cual
será menor la permanencia gástrica. En cambio la papa hervida en poca
agua y mezclada con vegetales crudos sobre todo (tiene una permanencia
gástrica durante 2 horas), va a prolongar la saciedad por estar
combinada con otros alimentos, por el aporte de fibra y porque es más
difícil de digerir que el puré.
- Digestibilidad de los alimentos
Cuanto
más digerible es el alimento o la forma de preparación, menor es el
tiempo de permanencia en el estómago. Esto se relaciona con el índice
glucémico (IG).
¿Qué es el índice glucémico? Es una medición
numérica que muestra la velocidad con que el sistema digestivo convierte
los glúcidos (o hidratos de carbono) de un alimento en glucosa y la
hace llegar al torrente sanguíneo. Cuanto más elevado es el IG del
alimento (calabaza IG elevado y mucho más si es en puré), menos tiempo
estará en el estómago y brindará menos saciedad que el que tenga un IG
más bajo (papa hervida y mezclada en la ensalada).
- Cocción prolongada
La
ruptura del almidón en moléculas más pequeñas, que se produce durante
la cocción prolongada de los alimentos que lo contienen, permite una
digestión más rápida y, por lo tanto, incrementa el I.G.
De
ahí la importancia de no excederse en el tiempo de cocción de los
almidones. Elegí papa o batata en su punto y pastas de laminado grueso,
tipo fetuccini, mostacholes, etc., al dente.
- Presencia de proteínas y grasas
- Presencia de proteínas y grasas
Las
grasas y las proteínas tienden a retardar el vaciamiento gástrico. Al
consumir glúcidos (hidratos de carbono: papa, batata, choclo, etc.) en
conjunto con estos macronutrientes, seguramente su I.G. será menor, pero
esto no debe convertirse en un obstáculo para la correcta evolución.
La
absorción de los almidones será más lenta si incorporás grasas útiles,
como las que aporta el maní, y proteínas, como las que están presentes
en las pastas al huevo (albúmina, proteína).
El flan
dietético también es útil porque combina proteínas de la leche
descremada (lactosa, de bajo I.G., azúcares (glucosa, de alto I.G., y
fructosa, de bajo I.G.), grasas de la yema de huevo y proteínas de la
clara. La albúmina en cierto modo secuestra la glucosa y hace que la
absorción del flan sea más lenta.
Algo similar sucede con los
panes integrales; cuanto más grande sea la fibra que incluyan, más
lenta será su absorción. El pan de centeno tiene granitos del cereal que
bajan su I.G.
Las tostadas industriales son panes a los que
se les extrae el agua. Al ingerirlas, la respuesta glucémica es
violenta. Por lo tanto, es mejor el pan fresco; si quieres, tostalo un
poquito, pero no lo reseques.
El pan con semillas de girasol
tiene ácidos grasos mono y poliinsaturados, además de realizar un
interesante aporte de fibra, y su I.G. es bajo. No te asustes por su
contenido de grasas, pues son del tipo saludable.
Las
semillas de girasol, lino y sésamo, lo mismo que las almendras, las
avellanas y el maní, aportan grasas monoinsaturadas imprescindibles para
completar nuestra alimentación.
Las nueces proveen grasas poliinsaturadas.
La
banana madura tiene un I.G. más alto que la menos madura. Por eso
conviene más incluir diariamente 1 banana no madura y eso prolongará la
saciedad.
- Consistencia y digestión
Cuanto más te cueste masticar, el tiempo de permanencia en el estómago será mayor y el estado de saciedad se prolongará.
Elegí
vegetales crudos como zanahoria, pepino e hinojo, y carnes no picadas,
sino enteras. Si las cocinás por hervido, se ablandarán, la masticación
resultará más fácil y la digestión será más rápida.
La leche, si la consumís fría sin infusión, en tu estómago forma un coágulo duro y tarda en digerir.
La
industria alimentaria nos ofrece yogur con cereales. El yogur es una
leche predigerida, de absorción rápida, y los cereales han sufrido un
proceso que también acelera su absorción. En consecuencia, el yogur con
cereales no produce demasiada saciedad.
Un excelente recurso
para que tengas presente es hacer un licuado con 1 banana no madura y 1
vaso de leche descremada. Le incorporás mucho hielo y con esa cantidad
se puede llegar a hacer 2 vasos y podrás tener saciedad por varias
horas.
Para adelgazar, aprendé a elegir los alimentos, no
cuentes calorías y es preferible que no lo hagas solo. Recurrí a un
profesional idóneo que te ayude a educarte en la elección correcta de
alimentos y preparaciones que te produzcan saciedad y que te ayude en
los estados de angustia para que puedas entender que son parte del
proceso y que tenés que liberarte de ellos.
Adelante con tu objetivo. No dudes que lograrás descender de peso. Busca el horizonte que te vaya llevando a mejorar tu salud.
Alicia
Crocco es licenciada en Nutrición, autora, entre otros, de los libros
Creo & Adelgazo (2° Edición) y Ansiedad vs. Saciedad. Editorial
Kier. Sello editor Tetraedro. Conduce el programa Alimenta tu vida, los
sábados, a las 19.30, por Metro. En Facebook, Alicia Crocco Lic. en
Nutrición, y ALIMENTA TU VIDA; @CroccoAlicia
Fuente: clarin.com
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