El estrés
es uno de los males silenciosos que nos acechan a diario y que puede
causar muchos perjuicios a nuestra salud. El ritmo de vida actual lleva
consigo aparejado el estrés como algo habitual y cotidiano. Esta
situación tan habitual hace que en muchos casos se genere en nuestro
cuerpo una situación de ansiedad que termine por
desembocar en un ansia incontrolable por comer sin parar, con los
riesgos que tiene esto para la salud. Por ello en esta ocasión nos
vamos a detener en algunos trucos para evitar comer sin sentido cuando estamos estresados.
La ansiedad se puede manifestar de diferentes maneras en nuestro cuerpo.
Cuando aparece suele hacerlo sin avisar y se lleva por delante todo lo
que pilla, por ello es importante que ante todo sepamos reconocer la
ansiedad cuando se nos presenta delante, saber atajarla y ponerle fin en
vez de dejarnos sucumbir por ella. Desviar la atención y evitar pensar
es una buena opción, pero en este post vamos a dar alguna más que nos
servirán de gran ayuda y así evitar episodios indeseados en nuestra
vida.
El deporte para evitar la ansiedad
En primer lugar el deporte es una buena solución
para calmar la ansiedad y evitar que ésta nos conduzca a comer
compulsivamente. Practicar actividad deportiva, cualquiera, y de
cualquier intensidad nos ayudará a aliviar tensiones y evitar así que la
ansiedad nos pueda. El deporte es una de las mejores medicinas contra
el estrés, y no sólo porque nos ayuda a despejarnos y aliviar tensiones,
sino porque liberará en nuestro cuerpo una serie de sustancias como las
endorfinas que mejorarán nuestro carácter y nos ayudarán a aplacar
mucho mejor el estrés y sus consecuencias, entre las que se encuentra la
ansiedad.
Una alimentación correcta
Cuidar la alimentación nos ayudará también a combatir la ansiedad y
las ganas de comer más que ésta nos genera. Seguir una alimentación rica
en frutas y verduras y baja en grasas es fundamental. Uno de los
enemigos a la hora de controlar la ansiedad es el azúcar.
Su exceso en el organismo nunca será bueno, pero si además tenemos
problemas de ansiedad derivados del estrés, el consumo abusivo de este
nutriente los agravará, ya que el azúcar hace que los niveles de glucosa
del organismo aumenten rápidamente y con ellos la actividad y la
energía del cuerpo, haciendo que si padecemos episodios de ansiedad
estos aumenten peligrosamente, estableciéndose una especie de círculo
vicioso que nos demanda más alimento cuando ya tenemos la suficiente
glucosa.
La ingesta de sustancias excitantes tampoco es nada
recomendable si lo que queremos es acabar con la ansiedad que nos
despierta las ganas de comer sin parar. Sustancias como la cafeína o la
teína son algunas de las prohibidas si queremos mantener la ansiedad en
su justa medida. Hay que tener en cuenta que las sustancias excitantes
lo que hacen es aumentar los niveles de cortisol del cuerpo y con ello
el estrés y por lo tanto, derivado de esto, la ansiedad. Es importante
que controlemos esto si no queremos ser presas de ella.
Evadir la ansiedad con algunas actividades relajantes
Otra forma de evadir la temida ansiedad que nos lleva a comer compulsivamente es buscar la relajación
a toda costa. Existen actividades como el yoga, el taichí o simplemente
la meditación, que nos ayudarán a controlar el estrés mediante el
control del cuerpo, el pensamiento, la relajación, y por ende la
ansiedad que se genera en nuestro cuerpo. Estas actividades constituirán
una válvula de escape perfecta a la hora de combatir el estrés
cotidiano y la ansiedad que nos genera. Conseguir este control es
esencial si lo que queremos es disminuir la ansiedad y con ella las
ganas compulsivas de ingerir alimento.
Relajarnos mediante el sueño es también otra buena manera de controlar la ansiedad, y es que el sueño es una buena costumbre si lo que queremos es controlar el hambre intempestivo causado por la ansiedad. Aunque no lo creamos la falta de sueño es uno de los principales desencadenantes del estrés. En la mayoría de los casos la falta de sueño aumenta el estrés aunque nos encontremos aparentemente descansados. Por ello es importante darle al cuerpo el descanso que se merece para evitar así la ansiedad derivada del estrés.
Relajarnos mediante el sueño es también otra buena manera de controlar la ansiedad, y es que el sueño es una buena costumbre si lo que queremos es controlar el hambre intempestivo causado por la ansiedad. Aunque no lo creamos la falta de sueño es uno de los principales desencadenantes del estrés. En la mayoría de los casos la falta de sueño aumenta el estrés aunque nos encontremos aparentemente descansados. Por ello es importante darle al cuerpo el descanso que se merece para evitar así la ansiedad derivada del estrés.
Imagen | RelaxingMusic
Fuente: vitonica.com
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