viernes, 8 de febrero de 2013

En tiempos de crisis las bodegas reconfiguran sus estrategias

Aunque parezcan eternas, las crisis son algo temporal y exigen una visión integral de la empresa a mediano/largo plazo. Los problemas del día a día a veces nos impiden ver posibilidades de mejora. La crisis es por tanto el momento de generar nuevos procesos, de replantearnos el porqué de muchas cosas y evaluar si es hora de cambiar algo. Como decía Albert Einstein: "Cuando un problema se me resiste, replanteo la hipótesis de partida y la imaginación resulta más certera que la realidad".

Para salir adelante de una crisis es fundamental poner en práctica ideas nuevas para aportar valor en cada una de las áreas de la empresa. Para Juan Marcó, CEO de Finca Decero, "durante gran parte del año 2012 hemos tenido que ser muy cuidadosos con nuestras finanzas, tratando de evitar todos aquellos gastos que no fueran críticos, priorizando la eficiencia y el ahorro en nuestros procesos. Para ello, desde mediados del año 2012 hemos trazado un plan de maximización del uso de los recursos, siempre teniendo en cuenta no afectar la calidad de los procesos, productos y/o servicios".

La receta según Luis Steindl, Gerente de operaciones de Bodega Norton, es "apelar a la creatividad y buscar el compromiso de nuestra gente. Además: eficientizar los procesos para evitar errores en la producción, roturas y reprocesos".

Bajar costos fijos, recortar donde se pueda, tratar de compensar la inflación, "llevar una suerte de economía de guerra", señala el Lic. Juan Pablo Marchena, Director de Finca y Bodega La Abeja, al tiempo que agrega: "todos estos ajustes es algo que las bodegas no van a poder sostener en el tiempo".
Por su parte, el Lic. Federico Cassone, Administrador de Empresas - Técnico en Enología y Director General de Bodega Familia Cassone, nos cuenta que "debido a la crisis de nuestra industria hemos tenido que tomar medidas para reducir costos fijos, y en lo posible, también costos variables. Esta situación no ayuda a un crecimiento, aunque nos enseña a consolidarnos y a trabajar en tiempos difíciles. Otra de las medidas que hemos tenido que llevar a cabo ha sido el no stockearnos de insumos de trabajo, lo que implica que realizamos las compras justas y necesarias de lo que se requiere en el momento", señala.

Reinventarse es sobrevivir

Para el Ing. Agr., Magíster en Enología y Director de Enología y Operaciones de Bodega Navarro Correas, Gaspar Roby, "Nosotros nos estamos reinventando constantemente, no sólo en Argentina, sino en todo el mundo. En cuanto al proceso de elaboración de líquidos, por ejemplo, estamos comprando materia prima en distintas regiones del país y hemos puesto en marcha procesos nuevos. Afortunadamente contamos con capacidades técnicas superiores y tecnología de punta que nos permite afrontar nuevas formas de elaboración".

La competencia en el exterior es dura y no resulta fácil actualizar los precios de los productos al nivel de nuestra inflación. "Nuestra empresa ha exportado el 65% de las cajas despachadas este año - señala el Lic. Alejandro Cánovas, Enólogo Jefe de Bodega Vistalba -. Y añade: "Como todos sabemos, en el exterior la gente no entiende de nuestra inflación, y si quisiéramos imponerla en los precios, simplemente el consumidor busca alternativas de otro país - que las hay - y con productos del mismo nivel y precio que los nuestros. Por otro lado, financieramente algunos sectores, proveedores de nuestra industria están tratando de acortar plazos de pago, y la realidad es que nuestros clientes están constantemente intentando alargar los mismos".

Con respecto a este tema, Marcó indica que "buscamos mejorar el costo final obtenido para un determinado producto, aprovechando un contexto en plaza de extensión en la cadena de pagos".

Contar con una buena preparación para superar los tiempos de crisis - a través de sólidos planes para la mitigación de riesgos futuros - es uno de los pilares sobre los que se basa la filosofía de la multinacional Diageo (líder en el mercado de bebidas mundial, firma propietaria de Bodega Navarro Correas). "De esta manera podemos prepararnos para situaciones cambiantes. Sin dudas una buena dosis de creatividad ayuda a la hora de diseñar cada vez con mayor detalle nuestros procesos, buscando eficiencias, pero en todo momento preservando la calidad de nuestros vinos, que es en definitiva nuestra principal inversión a futuro. Apostar a la innovación en productos, packaging y procesos es una de nuestras metas principales", dice Gaspar Roby.

Más esfuerzos para iguales resultados

En tiempos de crisis se sabe que hay que trabajar el doble o triple para lograr los mismos resultados que en épocas buenas. "Llegar al consumidor de manera más directa, ofrecerle mayores beneficios y brindar un mejor servicio de venta y post-venta son algunas de las acciones importantes que desde Bodega Familia Cassone estamos logrando implementar. Éste es un trabajo que venimos desarrollando desde hace algunos años. Por ser una bodega familiar y pequeña nos resulta mucho más sencillo tener este tipo de atenciones con nuestros clientes y es algo en lo que nos podemos diferenciar. Vemos que la personalización en el servicio es muy buscado y muy valorado por los consumidores", puntualiza Cassone.

En el caso de Bodega Norton los procesos no se han visto afectados debido a la crisis, "ya que mantener la calidad de nuestros productos es principio fundamental de nuestras actividades", comenta Steindl. "Además hemos implementado una serie de incentivos a la productividad otorgando un plus salarial por el cumplimiento de objetivos predeterminados en todas las áreas de la empresa, desde las labores culturales en las fincas propias, hasta el rendimiento en final de línea en la planta de fraccionamiento, diferenciando por producto fraccionado. La respuesta ha sido muy positiva", señala.

Marchena resume las principales medidas que han tenido que tomar: "Nosotros como empresa pequeña tenemos como objetivo la innovación permanente para generar procesos creativos y poder destacarnos. Nuestro producto tiene altos cánones de calidad, por eso bajar costos en insumos es casi imposible porque bajaría la calidad del producto, algo que no nos podemos permitir. Adquirir tecnología de última generación nos permite ahorrar en molienda, fermentación y guarda, lo que permite bajar consumo de energía, de agua (ahorro y producción limpia) y mano de obra que puede ser utilizada en otras tareas en la bodega. En viñedos propios estamos generando economías de escala, lo que nos permite un menor costo en la uva, que se refleja en el producto final. Por último, invertir en capacitación del personal nos permite ahorrar en mano de obra temporaria".

Bodega Vistalba también ha debido ajustarse el cinturón. "Analizamos cada uno de nuestros procesos y evaluamos todo el tiempo la eficacia de los mismos, es decir, buscamos obtener el mismo resultado pero al menor costo. Principalmente buscamos minimizar en la parte energética y en cuanto a mano de obra", indica Alejandro Cánovas.

Un 2013 para nada alentador
La situación económica de nuestro país no muestra signos de mejorar en el corto / mediano plazo. Sin embargo, las empresas buscan nuevas formas para salir adelante a pesar del contexto difícil. Reducir costos, innovar, conquistar al consumidor, ofrecer más servicios. En definitiva, reinventarse. A pesar de la coyuntura nada prometedora, ¿hay esperanzas de crecimiento para la industria?

Para Alejandro Cánovas contó que "este será un año complicado si la paridad actual no sufre un cambio que nos coloque en la misma situación competitiva de algunos años atrás. Lamentablemente creo que esto también va a afectar a la producción primaria, ya que los stocks actuales se encuentran elevados y aún tenemos varios viñedos entrando en producción el próximo año".

Según Cassone "al no verse, por el momento, un cambio favorable hacia la actividad económica vitivinícola, los pronósticos no pueden ser de lo más alentadores. Esta situación que tenemos hoy la estamos viviendo desde fines del 2011. Habrá que seguir trabajando de la manera que lo estamos haciendo, buscando nuevos mercados, intensificando el trabajo y logrando lo mejor de uno para el mejor desarrollo de las empresas. Para ello nosotros recientemente hicimos un viaje por Asia visitando las ciudades de Tokio y Hong Kong, donde hay mucho interés por vinos argentinos, y un mercado asombroso de lo grande que es".

Juan Marcó opina que "nosotros percibimos el 2013 con bastante preocupación. Tratamos de ser optimistas en lo que se puede, pero sin dudas lo proyectamos como un año complicado para nuestra empresa.

Por su parte, Gaspar Roby opina que "particularmente veo muy bien el 2013, aunque es difícil generalizar. El consumo de nuestros vinos sigue en aumento, continuamos innovando con proyectos cada vez más ambiciosos. Asimismo, en el mercado de exportación hemos crecido muy significativamente en el último año, ya que supimos posicionarnos en precio. Nuestra estrategia siempre ha sido apostar a la premiumización de nuestros vinos, lo cual nos ubica en una posición muy rentable en el mercado de exportación y así podemos mitigar pérdidas. El consumidor en general está dispuesto a pagar más dinero por los vinos Navarro Correas gracias a la fortaleza de la marca y el trabajo exitoso con nuestros partners comerciales".

Para Steindl, "el 2013 lo vemos como un año difícil en términos de ventas, ya que el consumidor está mas atento a la relación calidad-precio y buscará estar seguro de que va a recibir aquello por lo que paga. Por tal motivo tenemos confianza que seguirán eligiendo nuestras marcas por nuestra trayectoria y la seguridad que les brindan".

Por último, Juan Marchena opina que "el 2013 lo veo como un año difícil. Los cada vez más altos niveles de inflación nos están generando una pérdida alarmante de competitividad. En el mercado externo la caída en algunos segmentos de precios es estrepitosa y también en el mercado interno la subida permanente de los insumos hace que nuestro producto se encarezca y por lo tanto el consumidor busque sustitutos. En definitiva, veo un panorama internacional difícil con importante recesión en Europa y Estados Unidos, además la mayoría de los países vitivinícolas tienen problemas similares a los nuestros, por lo tanto la competencia va a ser feroz".  

Un consumidor exigente, dentro y fuera del país

La crisis también repercute en los hábitos de consumo de la gente y hay que saber acomodarse a las nuevas exigencias. "Desde Norton buscamos seducir al mercado con nuevas propuestas y muchas acciones para poder asegurar la atención de los consumidores. La competencia es mucha y hay que estar cerca de cliente", opina Luis Steindl.

El mercado doméstico sigue siendo significativo para las bodegas. Por lo tanto una tarea importante es identificar qué está buscando el consumidor para poder ofrecerle un producto adecuado a sus expectativas. Para Roby "el mercado interno sigue siendo sumamente importante para nosotros. Estamos desarrollando innovaciones dirigidas a este sector; estamos creciendo en segmentos en donde antes no estábamos, gracias a nuestra nueva Selección de Parcelas y al desarrollo de nuestro portfolio de espumantes. Recientemente lanzamos nuestro último producto sparkling que es un delicado y dulce espumante elaborado en base a uvas Torrontés. También crecemos en la categoría alta gama. Sin duda el mercado interno fue, es, y seguirá siendo un gran motor de ventas para la bodega. Es fundamental tener una marca fuerte", acota.

Según Alejandro Cánovas "si bien el incremento de la inflación se hace más fácil y posible trasladarlo al mercado interno, los plazos de pago son más largos y el esfuerzo que se necesita para abrir nuevas cuentas es mayor y siempre lleva asociado un costo extra. En cuanto a las exportaciones, se trabaja arduamente en abrir nuevos mercados, con productos y precios acordes a la realidad actual".

En el caso de Finca Decero, "la mayor parte de nuestra facturación proviene de la venta de nuestros vinos en el mercado externo (97% aproximadamente en 2012). Por otro lado tenemos unidades de negocio que operan 100% de manera local (venta de uvas, elaboración a terceros y turismo), comenta Marcó.

Las bodegas familiares también apuestan fuerte a la exportación. "Desde nuestro inicio comercial en el año 2000 que estamos exportando cerca de un 80% de lo producido", indica Cassone y agrega: "Para la última cosecha incrementamos la producción en la bodega y este aumento pudo suplir la mayor demanda que hemos tenido en Argentina. También el trabajo durante muchos años con importadores en varios países se va consolidando de a poco y se logran asentar los vinos en el exterior. De todas maneras está siendo un año muy complicado, para lo cual es imprescindible contar con una alta calidad en vinos, con precios muy acorde a ellos y a la situación, y una muy buena comunicación hacia el consumidor", finaliza.

Según Marchena, "en el mercado externo la bodega está trabajando en pequeñas partidas con alto valor agregado. El mercado interno para las pequeñas bodegas está difícil, no sólo por la situación coyuntural, sino también porque las medidas que se toman, la mayoría de las veces son para bodegas más grandes generando en las nuestras más dificultades que soluciones. Una de las salidas que hemos encontrado en nuestra bodega es potenciar permanentemente el turismo, que es nuestro mercado interno".
 
Fuente: Area del Vino

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