viernes, 25 de enero de 2013

Si fumas como un hombre, morirás como un hombre

Silvia R. Taberné | Madrid

'Jugar, fumar y beber, no es cosa de jovencita ni de mujer', decía un proverbio español. Lo que hace apenas 60 años era el hábito de pocas féminas, cuyo cigarrillo en mano se consideraba impropio de mujeres decentes, al pasar los años se hizo tan común como llevar vaqueros o conducir, pero de forma negativa. Según señalan varios estudios, la equiparación también está llegando a los problemas de salud. Cada vez más mujeres pasan por consulta aquejadas de cáncer de pulmón o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), dos de los trastornos más comunes asociados con el tabaquismo.

Así lo contemplan desde la revista 'The New England Journal of Medicine' que en dos artículos y una editorial demuestran cómo la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tabaco en las mujeres, especialmente el cáncer de pulmón, se acerca peligrosamente a los niveles detectados en los varones, que ya en España supone el tercer cáncer más frecuente en ellos (aunque va decreciendo) y también de los más mortales.

Más mortalidad

Según explica a ELMUNDO.es la expresidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Mª Ángeles Planchuelo, el camino de la mujer fumadora en los países donde antes se generalizó el consumo, independientemente del sexo del fumador, sigue un patrón similar al de los hombres, pero con un desfase de unos 20 años: "En los varones el tabaco comenzó siendo un hábito para las clases más acomodadas, pasando más tarde a generalizarse y siendo ahora, por ejemplo, un importante problema en las clases más bajas. Con ello, se han conocido antes los datos de los trastornos asociados al tabaquismo en ellos, la mortalidad directamente relacionada con los cigarrillos y se han hecho campañas contra el tabaco dirigidas a los hombres jóvenes para parar las altas cifras", explica.

Para esta especialista, en las mujeres se vive un proceso parecido. Si el pico más alto en el consumo de tabaco fue el de los años 80, es ahora cuando estamos en la fase de conocer sus efectos perjudiciales en ellas que, el doctor Michael J. Thun, vicepresidente emérito de la Sociedad Americana del Cáncer resume en la frase: "si fumas como un hombre, morirás como un hombre".

Thun realizó un estudio en EEUU que abarcan 50 años de análisis sobre la mortalidad relacionada con el tabaquismo dividido en tres periodos: 1959-1965; 1982-1988 y 2000-2010. En estos datos, el autor muestra su sorpresa al encontrar que "las mujeres que fumaban en la década de los 60, tenían un riesgo de morir por cáncer de pulmón 2,7 veces mayor que el de las féminas que no fumaban", explica en las páginas del 'New England'. "En el segundo periodo, la diferencia se situaba en 12,65, pasando, con los datos más actuales, a una probabilidad de 25,7 veces mayor que una no fumadora", indica.

¿Y cuál es la diferencia respecto a los hombres? "En ellos hemos comprobado que la tendencia se ha estancado en los datos de los años 80. Si en los años 60 el riesgo de padecer un cáncer de pulmón era de 12,22 más que en los no fumadores, ahora es 25 veces superior respecto a los que no fuman, apenas un punto más que en la década de los 80", afirma Thun. Así, Thun remarca que los riesgos, tanto para este cáncer como para otras enfermedades asociadas al tabaco entre ambos, sexos se están equiparando en los últimos 20 años.

Para Planchuelo, estos datos obedecen a una realidad palpable: "El tabaco es responsable del 6% de la totalidad de las muertes por todas las causas en el mundo, del 42% de las muertes por cáncer y del 71% de los fallecimientos por cáncer pulmonar. Respecto al humo ambiental del tabaco, lo que se ha llamado fumadores pasivos, el 64% de las muertes que se producen en el mundo por esta causa se corresponde a mujeres, aunque también incide peligrosamente en los niños", indica.

En el caso español, el paisaje es parecido. "Con los datos en la mano, se observa que hay ligeros descensos en el consumo de tabaco en ambos sexos y en todas las franjas de edad, pero la clave está en lo mucho que ellas han ido consumiendo en los últimos años, con picos en los años 80, que 20 años después se manifiesta en estas enfermedades, de ahí el ascenso", analiza Planchuelo.

Para la doctora Pilar Garrido, vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica y de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), "el incremento en la última década de cáncer de pulmón en mujeres es progresivo", afirma a ELMUNDO.es. Así, esta especialista subraya que el cáncer de pulmón es ya la segunda causa de muerte en la Unión Europea, aunque en España las cifras sean menores.

"Aun así, la incidencia estimada de cáncer de pulmón en España en 2012 fue de 24.500 casos (19.300 varones y 5.200 mujeres). De hecho, aunque globalmente en nuestro país ha disminuido la mortalidad por cáncer en mujeres alrededor del 1,1% anual, la debida al cáncer de pulmón se incrementa en torno al 2% anual desde mediados de los 90, siendo ya la tercera causa más frecuente de muerte por cáncer entre españolas tras el cáncer de mama y colon y se estima que en un futuro cercano pueda ser el cáncer más mortal", explica Garrido.

Deja de fumar y vivirás más

¿Qué se puede hacer para evitar estas cifras? El segundo estudio del 'New England' da la solución: dejar de fumar y cuanto antes, mejor. Utilizando la Encuesta Nacional de Salud de EEUU, el doctor Prabhat Jha, observó que la mortalidad de los fumadores de ambos sexos era tres veces superior a los que no fumaban y que las enfermedades por la que fallecían eran en un 60% atribuible directamente al tabaco.

"Pero hemos visto que aquellos que dejan de fumar antes de los 35 años vivieron 10 años más que los que siguieron con el cigarrillo; los que abandonaban la adicción antes de los 45 ganaban nueve años y los que dejaban de fumar antes de los 54, seis años", explica Jha.

Para Planchuelo, estos datos son trascendentes, teniendo en cuenta que en España, la edad media de inicio a la hora de fumar es de 13 años y medio y que el 25,2% de los jóvenes menores de 18 años fuma diariamente.

"Pero también es importante para aquellos que piensan que fumar poco no les hace daño. Está demostrado que fumar unos pocos cigarrillos al día (de uno a seis) duplica el riesgo de morir entre los 40 a 60 años", comenta Planchuelo al referirse a un estudio del Million Woman Study.

Otro mito son los cigarrillos bajos en nicotina, que han rebajado la percepción de riesgo, aunque sean tan o más dañinos que los normales y que suponen, según esta especialista, un obstáculo en las mujeres a la hora de dejar de fumar.

Pero es la ganancia de peso la mayor dificultad a batir para animar a abandonar el hábito. "Muchas chicas jóvenes se preocupan en exceso de su peso y si tienen una visión distorsionada de la misma anima a comenzar a fumar para no engordar y evitar dejarlo igualmente para no coger peso. Este efecto de la nicotina, que es real, está suponiendo unos daños a la salud tremendos", afirma Planchuelo; "a esto han ayudado campañas de la industria tabacalera de hace años en la que se animaba a dejar el dulce para tomar el cigarrillo".

"Ahora se necesitan campañas dirigidas especialmente a las mujeres, a esas niñas que encuentran normal fumar porque sus amigas y familiares lo hacen. Hay que concienciar que esto es también un problema de mujeres", finaliza Garrido.

Foto Fuente: El Mundo
Fuente: elmundo.es

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