Pasaron del 10% al 35%. Los bodegueros aseguran que esto aumenta los
problemas de competitividad que enfrenta la industria en el exterior.
Resurge con más fuerza la idea de embotellar afuera.
La semana pasada se conoció que el derecho de importación extra-zona
para el corcho, aglomerado en todos los tipos y duelas de roble
conocidas como interstaves, fueron todos llevados al máximo arancel
permitido por la Organización Mundial de Comercio que es del 35%. Esta es una decisión que complica aún más la diezmada rentabilidad de la industria en los segmentos de bajos precios.
"Si bien el Decreto Mercosur CMC 39/11 establece que se autoriza a los países miembros a producir estos incrementos de arancel para sólo 100 posiciones arancelarias y por el término de un año, Argentina nada dice en el Decreto 25/13 publicado la semana pasada de que este incremento tenga una validez de un año. Parecería que el país va a solicitar la autorización al Mercosur, que prevé el mismo Dec. Mercosur CMC 39/11, de prorrogar este incremento por otros periodos anuales", señala Carlos Clement, Director Comercial de la empresa de comercio exterior, Clement.
Asimismo, aclara que estos incrementos de derechos de importación se aplican sólo a las mercaderías de los países con los que Argentina no tiene convenios comerciales. Es decir que los países del Mercosur, Chile y Bolivia, seguirán gozando del 100% de preferencia en Argentina para estos productos, por lo que seguirán pagando 0% de derecho de importación y exentos de la tasa de estadística. En tanto, los otros países de ALADI, según los convenios respectivos, tienen preferencias variables, aunque la mayoría es del 100%.
"Entonces, estos incrementos serán sufridos básicamente por estos productos cuando sean originarios de Estados Unidos y Europa. Si hilamos un poco más fino, los fabricantes chilenos de corchos aglomerados y de interstaves deben estar celebrando con champagne del bueno, porque Argentina les mejoró su posición competitiva por la vía indirecta de aumentar el derecho de importación a los europeos y americanos", sostuvo Clement.
Pérdida de competitividad
El aumento de los costos y la imposibilidad de modificar los precios en el exterior ha hecho que Argentina pierda posiciones en los mercados internacionales.
"Si bien el Decreto Mercosur CMC 39/11 establece que se autoriza a los países miembros a producir estos incrementos de arancel para sólo 100 posiciones arancelarias y por el término de un año, Argentina nada dice en el Decreto 25/13 publicado la semana pasada de que este incremento tenga una validez de un año. Parecería que el país va a solicitar la autorización al Mercosur, que prevé el mismo Dec. Mercosur CMC 39/11, de prorrogar este incremento por otros periodos anuales", señala Carlos Clement, Director Comercial de la empresa de comercio exterior, Clement.
Asimismo, aclara que estos incrementos de derechos de importación se aplican sólo a las mercaderías de los países con los que Argentina no tiene convenios comerciales. Es decir que los países del Mercosur, Chile y Bolivia, seguirán gozando del 100% de preferencia en Argentina para estos productos, por lo que seguirán pagando 0% de derecho de importación y exentos de la tasa de estadística. En tanto, los otros países de ALADI, según los convenios respectivos, tienen preferencias variables, aunque la mayoría es del 100%.
"Entonces, estos incrementos serán sufridos básicamente por estos productos cuando sean originarios de Estados Unidos y Europa. Si hilamos un poco más fino, los fabricantes chilenos de corchos aglomerados y de interstaves deben estar celebrando con champagne del bueno, porque Argentina les mejoró su posición competitiva por la vía indirecta de aumentar el derecho de importación a los europeos y americanos", sostuvo Clement.
Pérdida de competitividad
El aumento de los costos y la imposibilidad de modificar los precios en el exterior ha hecho que Argentina pierda posiciones en los mercados internacionales.
Esto se vio claramente reflejado en el resultado de las exportaciones de vino embotellado 2012, las cuales cayeron en 12,5 millones de litros. Sin embargo, se mejoró la facturación, la cual creció un 1,9% el año pasado.
Consultado sobre el tema, el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay indicó que "este es otro problema más. No lo podemos entender, son insumos que se destinan tanto para el mercado interno como externo. Todos estos insumos se fabrican en Argentina. No vemos el sentido de aumentar el derecho de exportación a cosas que no se fabrican acá".
"Esto afecta a la industria considerablemente", acentó Luis Steindl, gerente de Operaciones de bodega Norton. El ejecutivo indicó que en épocas de pérdida de competitividad uno tiene que echar mano a todos los recursos e insumos que son más económicos. "Justamente el aglomerado y el 1+1 son aquellos cierres que la industria ha ido incorporando de a poco porque son de buena calidad técnica y a su vez de bajo costo. Y que ahora el arancel suba, realmente es difícil poder absorber esa diferencia".
Steindl, aseguró que lo mismo sucede con los innerstaves, que son un reemplazo de las barricas, entonces "nuestro costo de operación y elaboración se ve afectada sensiblemente. Y en un momento en donde se está perdiendo rentabilidad, por inflación o distintas razones, esto no nos ayuda".
El bodeguero Walter Bressia, también se mostró preocupado y aseguró que "esto afecta a la industria negativamente, en donde la bodega o la empresa termina, haciéndose cargo de un incremento que no lo teníamos previsto y que nos impacta directamente sobre el costo, a lo que hay que sumarle todo lo que ya veníamos trabajando".
Exportaciones 2013
Con los magros resultados de 2012 y con un franco ascenso de la exportación de vino a granel, el cual no tiene valor agregado, las expectativas para 2013, se constituyen en mantener los niveles de comercialización en el exterior registrados el año pasado.
"En cuanto a la exportación de vinos para 2013, todo indicaría que los vinos embotellados de precios bajos y medios seguirán perdiendo rentabilidad por la revaluación de nuestra moneda producida por el bajo crecimiento del tipo de cambio y el fuerte crecimiento de los costos internos en pesos", grafica Clement.
El empresario indicó que en esas franjas se "exportará poco y nada". Aunque aseguró que algo de esa pérdida podrá compensarse con mayores ventas de vinos a granel, pero anticipó que el efecto a largo plazo que puede producir este cambio es hacer perder los esfuerzos comerciales que la industria ha estado forjando en los últimos quince años.
Canay, coincidió en que la coyuntura durante este año no va cambiar mucho, por lo que aspira a que a la industria muestre resultados similares a los 2012. Así también advirtió que se está desaprovechando la oportunidad de vender más y colocar producto en otros mercados en la base de la pirámide de consumo.
Con los magros resultados de 2012 y con un franco ascenso de la exportación de vino a granel, el cual no tiene valor agregado, las expectativas para 2013, se constituyen en mantener los niveles de comercialización en el exterior registrados el año pasado.
"En cuanto a la exportación de vinos para 2013, todo indicaría que los vinos embotellados de precios bajos y medios seguirán perdiendo rentabilidad por la revaluación de nuestra moneda producida por el bajo crecimiento del tipo de cambio y el fuerte crecimiento de los costos internos en pesos", grafica Clement.
El empresario indicó que en esas franjas se "exportará poco y nada". Aunque aseguró que algo de esa pérdida podrá compensarse con mayores ventas de vinos a granel, pero anticipó que el efecto a largo plazo que puede producir este cambio es hacer perder los esfuerzos comerciales que la industria ha estado forjando en los últimos quince años.
Canay, coincidió en que la coyuntura durante este año no va cambiar mucho, por lo que aspira a que a la industria muestre resultados similares a los 2012. Así también advirtió que se está desaprovechando la oportunidad de vender más y colocar producto en otros mercados en la base de la pirámide de consumo.
Embotellar afuera, la opción
Aunque todavía son pocas,
ya hay varias bodegas que ante el aumento de costos están analizando la
posibilidad de embotellar sus vinos en el exterior. De hecho, por
ejemplo, bodega Renacer, anunció que a partir de marzo embotellará su
vino Punto Final en Estados Unidos, lo que le permitirá ahorrar un 30%
en el costo.
Steindl indicó que "para embotellar afuera hay que hacer un análisis de costos y de logística también. Hacer algo por el estilo requiere de una infraestructura que hay que montar en el lugar. Por supuesto que hacer una partida chica es más fácil. Cuando una bodega tiene una cierta envergadura y tiene que pensar en una operación continua, hay que mandar gente, técnicos, tener una oficina, que son todas cosas que se van a trabajar a otro lado, y se pierden puestos de trabajo.
Steindl indicó que "para embotellar afuera hay que hacer un análisis de costos y de logística también. Hacer algo por el estilo requiere de una infraestructura que hay que montar en el lugar. Por supuesto que hacer una partida chica es más fácil. Cuando una bodega tiene una cierta envergadura y tiene que pensar en una operación continua, hay que mandar gente, técnicos, tener una oficina, que son todas cosas que se van a trabajar a otro lado, y se pierden puestos de trabajo.
Fuente: Area del Vino
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