El "gigante" asiático se ha
convertido en uno de los mayores mercados mundiales de consumo de vino.
El informe de la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín señala
que “China es, para el vino, un mercado aún relativamente reducido,
pero de alto potencial, cuyo funcionamiento no responde aún a los
patrones de un entorno maduro e informado sobre precios, variedades y
calidades. Pese a ello, bodegas de todo el mundo tratan de vender su
producto en este país, lo que está aumentando la popularidad del
producto”.
En el transcurso de 2011, las
importaciones locales repuntaron un 71,7% en valor (superando los 9.275
millones de yuanes, unos 1.126 millones de euros) y un 27,7% en volumen
(cerca de 365 millones de litros), según un informe del Observatorio
Español del Mercado del Vino (OeMv) a partir de los últimos datos de las
aduanas chinas.
De esta forma, el país rebasa a
Japón para convertirse en el mayor mercado vinícola del continente
asiático, con Hong Kong como uno de los focos más destacados (la Región
Administrativa Especial, puerta de entrada de los productos
agroalimentarios en el mercado chino, ostenta uno de los consumos de
vino per cápita más altos de Asia).
En los
últimos meses, esta percepción de la importancia gradual del mercado
chino se ha ido apuntalando de manera progresiva. A mediados de febrero,
el rotativo “Shanghai Daily” publicaba que el país oriental puede
convertirse en la quinta plaza vinícola mundial por volumen antes de
2015, alcanzando un consumo total superior a 2.168 millones litros,
según las previsiones de “Vinexpo Asia-Pacífico”. En la actualidad,
China detenta la sexta posición del ranking internacional de
consumidores de vino, con 1.157 millones de litros.
Así
pues, esta tendencia alcista del mercado chino apunta a un crecimiento
del 87% para el ejercicio de 2015. Al mismo tiempo, se espera que en el
devenir de dicho año, el país se convierta en el segundo importador de
vino del mundo en valor, tan sólo por detrás de Reino Unido.
Fuente: icex.es
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