Se estima que en la Argentina 1 de cada 100 personas padece celiaquía,
aunque el 93% desconoce su condición. Esto significa que hay
aproximadamente 400 mil celíacos, de los cuales sólo 25 mil lo saben con
certeza. La importancia de diagnosticar a tiempo.
Especialistas advirtieron que la demora en el diagnóstico compromete
el inicio de una dieta libre de trigo, avena, centeno y cebada, es
decir, sin TACC, que es la única posibilidad de abordaje de esta
patología, que no tiene cura.
Según los responsables de la Asociación Celíaca Argentina, ésta es la
principal razón por la cual cada vez son más las personas que descubren que son celíacas en la adultez y no durante su infancia o adolescencia.
Esta realidad, que también está presente en muchas otras condiciones, se volvió una constante en la celiaquía, una enfermedad caracterizada por la inflamación crónica de la mucosa intestinal
debido a la incapacidad que tienen quienes la padecen de digerir la
gliadina, proteína presente en el gluten, a su vez componente del trigo,
la avena, la cebada y el centeno.
El aspecto positivo es que dado el incremento de la información y
difusión de esta patología que se dio en el último tiempo, hecho visible
tanto en el crecimiento de los lugares de comida así como también en la
multiplicación de los productos específicos disponibles, cada vez son
más los médicos que sospechan que una persona con determinada
sintomatología puede tener celiaquía, y por ende encargan la realización
de estudios, aun a una edad en la cual tal vez pasaron varios años
desde la aparición de los primeros síntomas.
La licenciada Mariana Holgado, coordinadora de la Comisión de
Alimentos y Medicamentos de la mencionada Asociación coincidió con esta
afirmación y agregó: “Es justamente por esto que actualmente están
surgiendo muchos diagnósticos de celíacos adultos que durante largo
tiempo padecieron sintomatología asociada, sin sospechar que se trataba
de la presencia de la condición celíaca”.
No obstante, cabe señalar que la cuestión se complica un poco para la parcialidad de personas celíacas que no tienen síntomas.
En ellos suele resultar mucho más complicado advertir qué está
ocurriendo, y por ende encarar la puesta en marcha de una dieta libre de
gluten, única posibilidad de tratamiento para esta patología que no
tiene cura.
Realizar una dieta libre de trigo, avena, centeno, cebada y sus derivados
es la única forma de tratar la enfermedad, pero además de evitar el
deterioro de la salud. Por eso es muy importante restringir el consumo
de gluten no solo en lo referido a la alimentación, sino también en
otras cuestiones como los medicamentos o los productos de higiene
personal y corporal.
“La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene una gran
capacidad de absorción. Es por eso que el gluten presente en los
productos cosméticos se absorbe, generando que el paciente los consuma
por esta vía, muchas veces sin saberlo. Esto se denomina transgresión
involuntaria”, explicó la doctora Laura Agoff, médica gastroenteróloga
del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA).
Ocurre que en las góndolas de los supermercados y las perfumerías y
farmacias argentinas no sólo hay muchos productos que directamente están
formulados a base de trigo o avena, sino que además hay algunos otros
en los cuales no está claro -al leer las etiquetas- qué componentes
tienen. De esta forma, es muy fácil caer en transgresiones
involuntarias.
En cuanto a los alimentos, desde hace ya algún tiempo rige una ley
que obliga a las empresas a identificar, en aquellos productos que
pueden tener gluten como por ejemplo los yogures y los quesos, si lo
tienen o no; pero además compromete a las empresas productoras de otros
tipos de alimentos a colocar etiquetas claras que le permitan al
consumidor identificar si el gluten está presente, por ejemplo, en
determinadas galletitas, café instantáneo, mayonesa o jamón.
La celiaquía y sus manifestaciones
“La enfermedad celíaca, cuya incidencia de acuerdo a
diversos análisis es mayor en mujeres que en varones, presenta cierta
predisposición genética, razón por la cual cuando una persona es
diagnosticada, se recomienda que todo su grupo familiar íntimo se
realice los estudios. Sin embargo, se sabe también que la falta de
lactancia materna y la administración de alimentos con gluten antes de los 4 meses de vida
también puede favorecer el desarrollo de esta patología”, comentó la
doctora Laura Mijelshon, médica dermatóloga, miembro de la Sociedad
Argentina de Dermatología.
La especialista también expuso: “Otro de los problemas a la hora del
diagnóstico es la diferencia entre persona y persona, porque mientras
algunos presentan la forma típica o polisomática (es decir que tienen
varios síntomas entre los que prevalecen los gástricos), otros sufren
tal vez sólo una o dos complicaciones no tan relacionadas como la dermatitis de contacto
o los problemas osteoarticulares, mientras que un último grupo
directamente no presenta ningún tipo de síntoma, complicación o
molestia”.
Por último, la doctora refirió que también existe una parcialidad de
gente que tiene los síntomas pero su enfermedad es latente. Esto quiere
decir que permanece “invisible” en las pruebas de laboratorio.
Fuente: saludable.infobae.com
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