Hace un tiempo ya comentábamos la noticia de que se pretendía limitar el tamaño máximo de los envases de bebidas servidas en bares, restaurantes y eventos. Ahora se anuncia que Nueva York ha aprobado la norma por la que prohibe los refrescos de gran tamaño.
Eso sí, la prohibición no afecta a supermercados, sino a bares,
restaurantes, locales de comida en general, pabellones deportivos, etc.
En este tipo de establecimientos no se podrán comprar refrescos azucarados de gran tamaño, puesto que el tamaño máximo queda limitado a 16 onzas (un poco menos de medio litro).
Esta es una medida que solo se aplicará en Nueva York a partir de
marzo, de manos de su alcalde, que está llevando a cabo diversas medidas
para combatir problemas como la obesidad, una de las mayores causas de muerte que se pueden prevenir, después del tabaquismo.
Lógicamente esta medida tiene muchos detractores.
Asociaciones de fabricantes de refrescos, así como otros colectivos,
están expresando que las bebidas azucaradas no son nada ilegal, y que
cada cual debería tener derecho a lo que quiera tomar o no.
Pero también nutricionistas opinan que esta no es una solución real
(como ya comentábamos en el artículo que os he enlazado arriba). Y es
que es tan sencillo como pedirse dos o tres bebidas más pequeñas, además
de que los envases grandes seguirán siendo accesibles en los
supermercados.
El problema de la obesidad es muy complejo, y
depende de muchos factores, por lo que una simple prohibición
probablemente no será muy eficaz. Sin embargo, al menos es una medida
para “hacer ruido”, y centrar la atención en este problema tan
importante por la de vidas que roba año tras año. Esperemos que sea un
comienzo para programas y medidas eficaces para inculcar hábitos saludables, no solo imponer prohibiciones tan concretas.
Imagen | Stéfan
Fuente | larazon.es
Fuente: vitonica.com
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