Dentro del repaso de los frutos que nos ofrece la naturaleza en otoño
debemos destacar unos que son el fruto de esta época por excelencia, los higos.
Todos sabemos que el higo, como buena fruta que es, contiene infinidad
de beneficios para nuestra salud. De ahí que sea una fruta muy apreciada
por sus cualidades nutricionales. A pesar de todo, lo que muchos
desconocen son las propiedades medicinales que tanto los higos como la higuera poseen y de los que nosotros vamos a destacar los más importantes.
El higo es una fruta apreciada por su sabor característico y por su
alto contenido en nutrientes, entre los que destaca su alto contenido en
fibra, necesaria para mantener un perfecto equilibrio
dentro del organismo y lograr así que los residuos que se acumulan en su
interior desaparezcan, manteniendo una perfecta salud corporal. Junto a
esto las vitaminas y los minerales ocupan una parte
importante de los beneficios que nos brinda, así como los antioxidantes.
A pesar de todo es necesario que recalquemos el papel medicinal que
tienen los higos.
Una de las cualidades que más les caracteriza es su poder expectorante,
ya que contiene propiedades que nos ayudan a limpiar los pulmones. Por
este motivo las hojas de la higuera y sus frutos son muy recomendables
cuando padecemos afecciones respiratorias como bronquitis, catarros,
mucosidad excesiva… Aplicar este fruto nos ayudará a eliminar este
exceso de mucosidad y encontrarnos mucho más aliviados.
Su poder laxante también es destacable, por ello es
muy recomendable la ingesta de higos cuando se tienen problemas de
estreñimiento o estomacales. Es un buen aliado para recuperar el
tránsito intestinal y evitar problemas derivados de su mal
funcionamiento. Junto a esto se le achacan propiedades antirreumáticas,
por ello es recomendable la ingesta de higos en personas que tienen
antecedentes familiares con esta enfermedad, así como aquellas que
practican mucho deporte y someten a sus articulaciones a un desgaste
elevado.
Todo el mundo puede comer higos, de hecho es recomendable que los incluyamos en nuestra dieta, ya que se trata de un alimento fácilmente digerible,
que además de asimilarse con mucha rapidez hace que nuestro estómago
esté protegido, evitando así la aparición de desajustes gástricos y
estomacales como la acidez, el reflujo… Comer este alimento nos ayudará
a mejorar las digestiones y con ello el estado general del organismo.
Fuente: vitonica.com
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