TARAWA, Kiribati.- Ante el temor a que toda su nación
insular desaparezca bajo el mar por los efectos del cambio climático,
los gobernantes de Kiribati están estudiando un plan insólito: trasladar
a toda la población a Fiji.
El presidente de Kiribati, Anote Tong, reveló que el
gabinete aprobó un plan para comprar casi 2500 hectáreas en Viti Levu,
la isla principal de Fiji. El mandatario añadió que la tierra fértil,
que una iglesia vende por alrededor de 9,6 millones de dólares, podría
ser un seguro de vida para los 103.000 pobladores de Kiribati, aunque
expresó la esperanza de que la mudanza no sea para todos.
"Esperamos no tener que poner a todos en una sola
parcela de terreno, pero si fuera necesario, sí, podríamos hacerlo -dijo
Tong-. Esto se aplicaría a una generación más joven. Para ellos, la
mudanza no será optativa. Su supervivencia dependerá de ello.''
Kiribati, que se encuentra sobre el ecuador, cerca de
la línea internacional de cambio de fecha, pasó a ocupar un lugar
central en la polémica mundial sobre el cambio climático, porque muchos
de sus atolones apenas se elevan por encima del nivel del mar.
Tong dijo que se registraron casos de contaminación del
agua potable subterránea, vital para la vegetación y las cosechas, por
infiltración del agua del mar. Los patrones cambiantes de lluvia, mareas
y tormentas son tan peligrosos como los niveles del mar, que por el
momento se alzaron levemente, añadió.
Varias decenas de personas que vivían en aldeas
levantadas en la costa de islotes de Kiribati ya emigraron ante el negro
porvenir que les aguardaba, y se convirtieron en los primeros
refugiados climáticos, un estatus reconocido por las Naciones Unidas
para los afectados por las consecuencias del calentamiento global.
Algunos científicos calculan que el nivel del Pacífico
sube a razón de dos milímetros al año, y muchos prevén que la tasa
aumentará debido al cambio climático.
Fiji, con 850.000 habitantes, se encuentra unos 2200
kilómetros al sur de Kiribati. No está claro qué piensan allí sobre la
posibilidad de dar una parte de su tierra para que se instalen sus
vecinos. Tong dijo que esperará a que el Parlamento apruebe la compra,
hecho que prevé para el mes próximo, antes de abordar el tema
formalmente con las autoridades de Fiji.
Desde hace unos cuatro años que el gobierno de
Kiribati, un país que vive de los ingresos que generan la exportación de
pescado y copra (médula del coco) y el turismo, mantiene conversaciones
con Estados insulares vecinos con el propósito de sondear la
posibilidad de que alberguen parte de su población local.
Otras naciones insulares como las islas Marshall o Tuvalu afrontan un problema similar al de Kiribati.
Fuente: lanacion.com
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