lunes, 13 de febrero de 2012

Crece el enoturismo en Córdoba

Para la mayoría de las bodegas y productores cordobeses, el “turista en puerta” ya representa más del 60% de las ventas. En los últimos años, la reconversión vitivinícola en Córdoba se vio impulsada por dos factores centrales: por un lado, la inversión de los productores para desarrollar vinos de calidad, y, por el otro, el fuerte acompañamiento del gobierno provincial al sector.  

En 2009, la Agencia Córdoba Turismo lanzó la Ruta del Vino de Córdoba, una iniciativa para integrar el circuito del vino local en la oferta turística provincial. Entre 2010 y 2011, se avanzó en la elaboración y desarrollo del plan integral de marketing y se activó la participación en ferias, congresos y otras actividades de promoción para el sector. Así, el enoturismo se fue transformando en una alternativa y atractivo más para mostrar al turista.

Actualmente, la Ruta del Vino de Córdoba está integrada por ocho bodegas y seis elaboradores artesanales (a diferencia de las rutas enoturísticas de otras provincias, sólo compuestas por bodegas). Todos están avalados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura y a partir de su ubicación se conforman tres circuitos enoturísticos: el Norte (con La Caroyense, Nanini, Riviesse, Jairala Oller, Aurelio, El Bosque, Fantini y Papalini), Calamuchita (con las Cañitas, Finca Atos y Lucchesi) y Traslasierra (con Finca Las Breas, San Javier y Vinos San Ramom).

“La importancia turística de la Ruta del Vino creció mucho en estos años. Para la mayoría de las bodegas y productores, el turista en su puerta representa entre el 60 y 70 por ciento del total de sus ventas” apunta Adrián Bozzoletti, coordinador del producto Turístico Caminos del Vino de Córdoba. En sus inicios, las ventas por enoturismo para el sector rondaban el 35 por ciento.

La superficie implantada con vides en Córdoba alcanza apenas las 314 hectáreas, aproximadamente el 0,14% del viñedo nacional. La mayor parte se ubica en la zona de Colonia Caroya, aunque también hay paños de viñedos en los valles de Traslasierra, Calamuchita y el Noroeste provincial.

“Córdoba posee una larga tradición vitivinícola, y aunque su participación como región productora es pequeña, el cambio ha sido cualitativo: los productores han invertido en tecnología y asesoramiento, logrando un producto muy superior al viejo vino patero” explica el sommelier Roberto Colmenarejo, destacado referente local del vino.

Durante la última vendimia, en 2011, se cosecharon en Córdoba 17.623 quintales de uvas (0,06 por ciento del país), lo que permitió elaborar 1.257.450 litros de vino (0,08 por ciento del total nacional). “En calidad y cantidad, la cosecha 2011 fue una de las mejores del último quinquenio. Si las condiciones climáticas se mantienen favorables, se espera una muy buena cosecha en 2012” anticipa Colmenarejo. 

Fuente: La Voz del interior

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