Las Islas Hawaii
Situado en el Pacífico
Norte, a 2.000 kilómetros de la costa californiana, este paradisíaco
archipiélago debe a su origen volcánico la gran variedad de fenómenos
geológicos se dan en las islas, dotándolas de una configuración
geográfica que en poca superficie proporciona gran diversidad de
paisajes. Las playas cristalinas, los prados más verdes, los picos más
escarpados, los volcanes humeantes y las especies más exóticas se dan en
este estado.
De las ocho
islas, la más habitada es la pequeña Oahu, donde se encuentra la capital
Honolulu y la famosa playa de Waikiki, que absorbe gran parte del flujo
turístico. La isla más grande, llamada Hawaii o The Big Island, unica
con volcanes activos, atrae junto a Maui y Kauai el resto del turismo,
dejando a Molokai, Kahoolowe y Niihau bastante tranquilas.
El Hawaiiano es ante todo un ser humano bello,
espiritualmente cercano y cálido. Esto es saber de hotelería y turismo:
dar bienestar es algo que no se paga ni siquiera con propinas.
Además, los encantos geográficos de las islas, que conforman el Estado número 50 de los Estados Unidos y la infraestructura de comodidades
que se ha desarrollado para el turista, son razones de bastante peso
para querer ir hasta allí. Hay mucho para ver y disfrutar en Hawaii.
Oahu es una de las cuatro islas mayores que conforman el Estado; junto con Kauai, Maui y Hawaii, esta última, curiosamente, es la que le da nombre al archipiélago y la más grande, aunque no la más visitada.
Pese a su lejanía, quién no ha oído de esta suerte de Miami en el Pacífico, después de la serie televisiva Hawaii 5-0 (que no se trataba de futbol, sino de policías); de La Isla de Gilligan ; de Magnum , que protagonizó Tom Selleck: de Jurassic Park , de Steven Spielberg, y de Mundo Acuático , con Kevin Costner.
Quién no habrá escuchado hablar del hula-hula, que originalmente se llama hula, y lo bailan bellas y bronceadas asiáticas al ritmo de un pequeño instrumento de nombre dulce, como ellas: ukelele , una especie de cuatro llanero de juguete.
En sus playas se vieron los primeros biquinis en 1953 y desde ellas se difundió al mundo entero la práctica del surfing.
Mucho para recorrer
Cada isla tiene
algo en particular. Oahu es la más poblada y americanizada, pero tiene
la playa Waikiki (aunque está dominada por altas colinas, Sunset y
Lanikai son mejores), y a la altamente urbanizada Honolulú, con su
centro histórico y un refrescante barrio chino. Allí también se
encuentra la famosa Costa Norte, donde se practica surf, y el popular
punto panorámico Nuuanu Pali desde donde se obtienen vistas epectaculares
sobre los acantilados salpicados de cascadas. Sin embargo, sería una
vergüenza ver sólo Oahu y considerar que ha visitado Hawaii.
Hawaii o Big Island
tiene el gran poderío geológico del Parque Nacional Volcanes, más los
paseos fantásticos a través de la espesura de la campiña (ruta 137),
excelentes condiciones para el buceo y muchas pruebas de la antigua
cultura Hawaiiana. Pero las playas no son su punto fuerte (vaya a las de
Hapuna Beach State Park o Kaunaoa Beach).
Maui no es la alternativa apacible que una vez fue, pero aún conserva su imponente paisaje de montaña, una exuberante costa este y espectaculares condiciones para el windsurf y el avistamiento de una ballena jorobada (no necesariamente al mismo tiempo). En el Halekala Crater (similar a un cráter lunar) es donde se reúnen los mañaneros para observar los rápidos y brillantes amaneceres, siempre y cuando no esté nublado.
Algunos lugares
tranquilos y vírgenes han sobrevivido de las grandes construcciones,
especialmente alrededor de la comunidad aun Hawaiiana de Keanae.
De todo y para todos
Hawaii no es sólo un
destino, sino al menos seis. Sí, son seis islas principales diseminadas
en varios cientos de kilómetros. Podemos imaginarlo como la Polinesia,
pero desde 1959 forma parte de los Estados Unidos aunque dicha inclusión
no acercó el archipiélago al continente, y sigue estando a cinco horas
en avión desde los Estados Unidos.
Pese a estar
relativamente aislado, gran parte de la cultura Hawaiiana ha
desaparecido (al igual que la mayoría de los antiguos Hawaiianos, un
proceso que comenzó con la tripulación heterogénea del Capitán Cook, que
contagió con distintas enfermedades a los isleños).
Los residentes son un crisol de muchas razas -japoneses, filipinos, coreanos, chinos-, la mayoría fueron llevados allí para trabajar en las plantaciones de azúcar y ananás.
Confusamente, lo que
por lo general se cree que es Hawaii -Pearl Harbor, Waikiki, Diamond
Head con sus surfistas y Honolulú- está en realidad en la isla Oahu; hay
una isla llamada Hawaii, pero se la conoce comúnmente como Big Island
(Isla Grande).
Entonces, ¿para qué emprender un viaje tan agotador dando media vuelta al mundo? Bueno, Hawaii ofrece las tradicionales vacaciones de playa y palmeras, pero lo mismo ofrecen otros destinos mucho más cercanos. En Hawaii se suman las mejores caminatas del mundo, volcanes en erupción que derraman la lava al mar, buceo, excelencia en surf y windsurf en el nivel mundial, paisaje de montaña verdaderamente espectacular, todo envuelto en la infraestructura norteamericana. Aunque el turismo masivo crece año tras año, se concentra a menudo en determinados puntos, dejando el resto de las islas en su estado virgen.
Oahu
Es la más populosa y
visitada de las islas, además de albergar Honolulu, la capital. Aunque
el emplazamiento no es especialmente interesante comparado con otros
puntos de las islas, la mayor parte del turismo se concentra aquí por
acceder a los servicios que proporciona la ciudad y a su curioso
ambiente festivo. La capital es el punto de entrada y salida del
archipiélago, un lugar muy concurrido que tiene poco de tranquilo y
paradisíaco, siendo más una mezcla entre Miami y Tokio.
No obstante, al norte
de la ciudad se alzan bellos bosques tropicales por donde pasear, y en
la costa está la famosa playa de Waikiki, llena de hoteles,
restaurantes, tiendas, locales nocturnos y visitantes. Si bien es una
visita obligada, existen otras playas donde pasar mejores ratos. Sunset
Beach y Makaha son punto de reunión de surfistas y las aguas turquesa de
Hanauma Bay, de origen volcánico, son perfectas para bucear. La mayor
atracción de la isla es la base militar de Pearl Harbor, donde conocer
más sobre el famoso ataque japonés de 1941.
Lo primero que sorprende al llegar a Honolulú es la belleza del Pacífico, de un azul cristalino que permite ver perfectamente desde el avión los arrecifes de coral en torno de la isla. Luego, el recibimiento con leis , estos collares de flores que son el distintivo de Hawaii, y que representan el sentimiento de bienvenida al lugar.
La famosa playa de
Waikiki es amplia, muy limpia y sin vendedores de piñas ni gafas para el
sol. Podrá sacar provecho de ella rodeado de la mayor tranquilidad.
En invierno las olas, en ciertos lugares de la isla, alcanzan seis y más metros de altura, como para los aficionados al deporte.
Pero en Honolulú no todo es mar. La geografía es muy variada y en las afueras de la ciudad se pueden encontrar extensiones de selva tropical y zonas montañosas, como en Nuuanu Pali, el Mirador del Acantilado, en el norte de la isla, donde sopla un fuerte viento frío que pareciera querer tumbar los árboles del lugar. Desde allí, a unos pocos kilómetros, se puede observar también el Pacífico.
No se puede dejar Oahu
sin visitar el Centro Cultural Polinésico donde, además de pasar un día
increíblemente entretenido, es posible conocer en vivo aspectos de las
islas de la Polinesia: Fiji, Hawaii, Nueva Zelanda, Las Marquesas,
Samoa, Tahití y Tonga.
Es un gigantesco parque cultural donde, luego de ver una película que muestra el origen de estos pueblos, se realizan shows muy divertidos acerca de sus culturas, en una aldea que simboliza cada isla y, adicionalmente, se enseña a bailar los ritmos y danzas isleños.
Aprenderá que el hula no es sólo mover las caderas provocadoramente, sino que cada gesto de las manos y del cuerpo tiene significado dentro de una narración mímica.
En la tarde, incluido
en el precio de la entrada, será invitado a un luau , es decir, una gran
comida colectiva de platos típicos (la comida Hawaiiana comprende una
variedad de platos de diferentes partes de Oriente, con mucho pollo,
pescado, cerdo y salsa de piña), en la cual disfrutará de más música y
más hula.
Y al caer la noche, podrá ver un espectáculo de música y danza polinesias todavía más sorprendente, en el auditorio para 5000 personas.
The Big Island (Hawaii)
Aunque es más grande
que todas las demás juntas, esta isla la habitan sólo unas 200.000
personas, y aún está poco explotada turísticamente. Los lugares de mayor
afluencia se encuentran paradójicamente en las partes menos hermosas de
la isla, construidos pensando en el mayor número de horas de sol y no
en la belleza del emplazamiento. Es además la más variada, al combinar
selva con desiertos y volcanes. La actividad volcánica en la isla,
continua, hace que su superficie crezca cada año. Para ver esta intensa
vida volcánica bien de cerca, no hay que perderse el parque nacional de
los Volcanes de Hawaii. Nadie debería abandonar el archipiélago sin
dedicar un día a visitar este Patrimonio de la Humanidad al sudeste de
la isla donde se da tanto la violencia de las fuerzas geológicas
desatadas y de los ríos de lava de sus dos volcanes aún activos como la
riqueza vegetal de las laderas del Mauna Loa (4.170 metros).
En la costa oeste, al
otro lado de la isla, los nativos que habían desobedecido la ley de los
dioses podían burlar a la muerte acudiendo a un santuario donde, tras la
penitencia, un sacerdote les liberaría de la culpa. Puuhonua O Honaunau
es ahora un complejo arqueológico que incluye templos, estatuas de
dioses en madera y otros enseres religiosos de los indígenas polinesios.
Muy cerca la playa de Hapuna es la más visitada por aficionados al
surf, al buceo o a la natación. Más pintoresca es la bahía de Kiholo, al
norte de Kona, un oasis rodeado de lava donde pasar una entretenida
jornada en playas de arena negra frecuentadas por tortugas gigantes. Al
norte de la isla el valle Waipio permite disfrutar de un paraje natural
casi virgen debido a su difícil acceso y a que el único lugar donde
alojarse es un pequeño hotel. Este rincón ofrece cascadas y abundante
vegetación para todos los que se tomen la molestia de probar algo
distinto a la playa.
Maui
La segunda isla
Hawaiiana en extensión y población era hasta hace pocos años un lugar
solitario, paradisíaco e inexplorado, con playas desiertas y limpias.
Hoy está lleno de edificios bastante feos que ocultan la verdadera
belleza del lugar. El tráfico es continuo y las aglomeraciones están a
la orden del día. Sin embargo esta es la isla donde más facilidades hay
para practicar deportes como el windsurf, el surf, el submarinismo, la
bicicleta de montaña y para observar mamíferos marinos, con la ballena
como gran protagonista. La mayor concentración turística se da en la
costa oeste (Lahaina o Kaanapali), por lo cual los que deseen conocer la
verdadera esencia isleña deberán desplazarse al norte y el este (Haiku o
Kula). La Hana Highway, que rodea el Haleakala (3.000 metros de
altitud), atraviesa bosques, cataratas y pintorescos pueblecillos.
Kauai
Esta isla, la más
septentrional de Hawaii, es un auténtico vergel. Sus macizas selvas
tropicales surcadas de riachuelos y cascadas son lugares perfectos para
practicar el senderismo y perderse entre tanta maravilla de la
naturaleza, como en el cañón Waimea. Excepto la costa Na Pali,
acantilada, en el resto dominan las playas, sobre todo al norte, con
Lumahai y la Playa Secreta, un rincón perdido de difícil acceso donde
conocer la casi absoluta soledad.
Molokai
En esta pequeña isla
entre Oahu y Maui alberga la península Kalaupapa, antiguo refugio de
leprosos. Ahora es un poco concurrido destino de gran belleza sólo
accesible en mula, a pie o en avioneta. La visita guiada le permitirá no
perderse nada.
Pearl Harbor
Una visita de carácter
histórico que no puede faltar es Pearl Harbor, la famosa base militar
estadounidense que fue atacada en 1941 por los japoneses.
Allí verá una película que lo dejará empapado del tema y luego podrá visitar el Museo Histórico, que tiene numerosos detalles sobre ese acontecimiento. Si lo desea, puede completar el recorrido con el ingreso en un submarino de la Segunda Guerra Mundial, para tener una idea de cómo vivían los hombres del mar.
Otro plan obligado es bajar al fondo del mar en el submarino Atlantis, que lo llevará en un recorrido en torno de un avión y un barco hundidos frente a la playa de Waikiki, en cuyo interior viven miles de peces de diferentes especies y colores, así como enormes tortugas.
Kauai, la más hermosa
Kauai es en muchos
sentidos la más hermosa de las islas, con playas blanquecinas que
contrastan con la rica vegetación y los picos volcánicos angulares.
También tiene el Waimea Canyon, la versión local del Gran Cañón. Es muy
propicia para caminar. ¿Alguna contra? Es muy húmeda; por cierto, es el
lugar más húmedo de la tierra.
Molokai ha luchado por
conservar su identidad Hawaiiana: la mayoría de su gente son al menos en
un 50% Hawaiianos, raro de encontrar. Espera más paisajes frondosos y
acantilados que caen en picada al mar, pero no te ilusiones con
encontrar grandes playas. No hallarás esos enormes complejos hoteleros
de Maui, principalmente debido a los ecologistas del lugar que están muy
bien organizados y pelean por defender lo suyo.
La isla ofrece un ritmo apacible, lo que sería, por ejemplo, un cambio refrescante después de haber estado en Honolulú.
Lanai fue en una época tan sólo una plantación de ananás; ahora es la sede de dos grandes complejos hoteleros -ambos muy bien conceptuados según los estándares de Estados Unidos, aunque no satisface el gusto de todos- y un tercero en la ciudad vieja.
Tiene buenas playas, pero el paisaje se desluce bastante en comparación con las otras islas, es en su mayor parte árido, especialmente por estar a la sombra de las lluvias de Maui.
El “Lei Day”
Todos los 1° de mayo,
como parte de los festejos del Lei Day, el día del collar Hawaiiano,
este Estado norteamericano exporta miles de collares de flores, que son
distribuidos en las grandes capitales del mundo. Ese día, los habitantes
de las islas comparten con todo el mundo el aloha y la generosidad
simbolizados por el lei.
"En esta isla celebramos todas las ocasiones, desde bienvenidas, cumpleaños y casamientos con un lei, el símbolo cultural de aloha", dijo Tony S. Vericella, presidente y CEO del Hawaiii Visitors Bureau.
La tradición de esta celebración se remonta a 1928, cuando el poeta y artista local Don Blanding sugirió que los habitantes de Hawaii, que siempre ofrecieron lei a los visitantes, deberían designar un día especial para hacer y lucir sus propios lei junto a familiares y amigos.
A vuelo de pájaro
El círculo del fuego y
las cascadas es uno de los lugares posiblemente más bellos de los
Estados Unidos, que se descubre mediante un tour aéreo que dura 50
minutos. Con la voz de Elvis canturreando Blue Hawaii y a bordo de un
helicóptero se puede sobrevolar la tierra quemada por los volcanes de
Hawaii.
En el viaje se aprende que en realidad hay dos tipos de lava: la pahoehoe y la ´a´a . La primera alcanza temperaturas más altas y fluye como un río y, cuando se seca, es fácil de detectar por su superficie ondulante, suave y brillante. La segunda, en cambio, avanza como un glaciar y, al parecer, toma el nombre del sonido que hace la gente al pisar sobre sus piedras filosas e implacables.
De vez en cuando, se
divisa el magma al rojo vivo entre las enormes extensiones de lava
negra. En estos lugares, la lava de la superficie se hunde y muestra el
río de fuego que fluye debajo de la superficie.
Al sobrevolar el extremo de la isla, se contempla la enorme cantidad de vapor que genera la lava que cae en las aguas turquesas del mar. La temperatura del agua es de 60ºC; "un jacuzzi ideal”.
Este es uno de los pocos lugares del planeta donde se crea tierra nueva, y se pueden ver nuevas extensiones de terreno, con sus peligrosas grietas y superficies irregulares, y nuevas playas de arena negra que se forman cuando la lava hirviente explota en partículas diminutas debido al cambio de temperatura al chocar contra el agua del océano.
Cascadas de belleza
Hilo está en la costa a
sotavento de Big Island y, por tal motivo, recibe alrededor de 3200 mm
de lluvia todos los años. El resultado espectacular de este fenómeno son
sus decenas de cascadas que se forman por el agua de las
precipitaciones que desborda y salta a borbotones hasta hundirse en el
océano.
Playas
Las mejores playas del
mundo; y eso no es una afirmación vana. Está apoyada por millones de
testimonios entusiastas desde nadadores y buceadores, surfeadores de
todo tipo, entusiastas del disco volador, y constructores de castillos
de arena.
De hecho, las 822 millas (1320 kilómetros) de sorprendente costa están alhajadas con playas de todo tamaño y forma, que han sido premiadas; con arena reluciente de rasgos blancos y dorados; con granos volcánicos oscuros y rojos; y con aguas de múltiples tonos de azul, turquesa y jade todas claras como el cristal.
De las mejores del
mundo, cuáles son las mejores? Cada isla Hawaiiana tiene tantas playas
estupendas que cualquier tentativa de seleccionar algunas es, sin duda,
discutible. Que empiecen las discusiones:
Kauai: Haena Beach: las ha visto en distintas películas; es la verdadera definición de lo pintoresco. Sus ribetes de arena blanca pura, enmarcados por verdes acantilados, se prestan para hacer surf en el invierno, son tranquilos e invitan a los nadadores y buceadores durante el verano.
Surfeando
Hawaii es un lugar
ideal para practicar cualquier deporte acuático. Los fondos del
archipiélago son simplemente impresionantes. Las aguas templadas y la
profusión del coral hacen de estas costas un refugio de vida marina que
resulta un espectáculo total. Desde cualquiera de las islas podemos
llegar a lugares de diversas dificultades donde sumergirse es como
viajar a otro planeta. En todas las islas hay establecimientos donde
podremos adquirir o alquilar equipos de submarinismo. Tortugas,
tiburones peces de todos los colores y algas de todas las clases le
hacen a uno sentirse como el mismísimo Jacques Cousteau.
En la superficie, el
surf es uno de los atractivos. Este es un deporte originario de las
islas, que era practicado por los indígenas. Las olas son prominentes,
sobre todo en algunas épocas del año. La playa de Waikiki es ideal para
aprender, aunque para llegar a ser un surfista decente hay que practicar
durante muchos años. En todas las islas hay tiendas especializadas
donde podemos adquirir o alquilar todo el material. El archipiélago es
también ideal para la práctica de la pesca, cualquier tipo de navegación
propulsada por vela, el golf, el tenis y otros muchos deportes.
Campos... de golf
No hay zona geográfica
que posea más campos de golf que Hawaii. En las islas se disputan dos
torneos del PGA y otro par del Senior Tour.
Pero no hay que ser Tiger Woods para jugar en The Plantation Course, tal vez la mejor cancha de golf del archipiélago Hawaiiano. Hawaii es mucho más que playas, parajes naturales y surf. Hoy, uno de los ingresos turísticos más grandes de las islas está relacionado con el golf. Nada extraño para un lugar que sobrepasa la centena de canchas en apenas unos pocos kilómetros cuadrados.
Hawaii ofrece de todo
para los amantes de los palos. Lujosos hoteles, resorts, villas
tradicionales y departamentos para alquilar, todos junto a yardas y
yardas de fino pasto -usualmente estilo bermudas- destinadas al deleite
del golf. Claro, algunas de estas canchas son públicas y poseen un
trazado más simple y menos espectacular que otras más complejas.
Pero Hawaii cuenta con
verdaderas joyas cuyo ranking es establecido por el PGA Tour y listas
para servir a cualquiera. La más importante: Waialae, en las afueras de
Honolulú, sede del Sony Open.
Waialae, eso sí, tiene una particularidad: para visitarla debe ser amigo de uno de los socios, o bien un jugador profesional clasificado para el segundo torneo del año. Diseñada en 1927, pisar su césped cuesta 50 dólares por jornada. Nada comparado con los miles que debe costar hacerse socio. Pero hay muchos otras que sí permiten la visita.
Hawaii es la isla mayor del archipiélago al que da su nombre. Ofrece trece resorts y el triple de canchas en un contraste de colores inolvidable.
La mejor época para ir
es entre noviembre y abril, pero si le toca lluvia, puede visitar
Lahaina, un poblado del siglo XIX, repleto de galerías de arte.
Salud
Renovando el Cuerpo, la
Mente, y el Alma. El mundo se ha despertado con respecto a los
beneficios de un estilo de vida que sea consciente de la salud,
generando una revolución con respecto a como pensamos con referencia a
nosotros mismos, nuestra relación con el medio ambiente, y la conexión
entre el cuerpo, la mente, y la actitud.. Para muchos viajeros, esto se
ha transformado en un factor decisivo en la elección del destino de una
vacación.
Hawaiii es
constantemente reconocido como uno de los lugares más saludables de los
Estados Unidos. En hoteles y establecimientos a través de las islas de
Aloha abundan manantiales de agua mineral de clase mundial y centros de
educación física; combinando las aguas y los aires puros y claros, la
paz y el relajamiento, la oportunidad para todo tipo de ejercicios, el
asesoramiento avanzado con respecto al desarrollo personal y
mejoramiento de sí mismo; una estadía en Hawaiii puede retroceder el
paso del tiempo.
Hay un eterno espíritu
que hace de Hawaiii lo que es. Los Hawaiianos nativos lo llaman “mana”,
el espíritu que vive dentro de todas las cosas, que transforma en
sagradas la tierra y el mar, y cada planta y criatura. Este espíritu lo
puede percibir a medida que recorre los pequeños pueblos de Hawaiii;
puesto que lo sentirás en su propia gente, en su calidez, y en su
benevolencia. Lo puedes ver expresado en la preservación dedicada al
medio ambiente de Hawaiii.
Volviendo a la Naturaleza
Las islas de Hawaiii
son el lugar más remoto de la tierra; el continente más cercano esta a
2.500 millas (4.000 kilómetros) de distancia. La humanidad recorrió el
resto del mundo por más de un millón de años antes de que los humanos se
establecieran aquí, solo hace 1.500 años.
Heroicos viajeros polinesios, un milenio antes de Colón, enfrentaron miles de millas del vasto Pacífico en busca de nuevas tierras. Guiados solo por las estrellas y por el sol, y por las corrientes de aire y marinas, ellos llevaron en sus corazones la imagen y tradición de un lugar legendario adonde sus dioses residían, y a los cuales sus propios espíritus retornarían después de su muerte para vivir eternamente en paz y alegría.
Ellos llamaron a su
paraíso Hawaiii... y lo que hallaron al descubrir estas islas era un
paraíso de la naturaleza digno de dicho nombre.
Antes de su llegada, la vida había llegado a estas islas volcánicas por medio del viento, agua, y alas, totalmente al azar; y raramente – tal vez una especie cada diez mil años. En aislamiento, las plantas y animales nativos evolucionaron en variedades y formas diferentes de las que se ven en cualquier otra parte en la tierra, pero ellos también perdieron sus defensas naturales. A medida que la civilización creció, especies extrañas amenazaron la supervivencia de las endémicas. En los Estados Unidos hoy uno de cada cinco especies de plantas en riesgo de extinción, y uno de cada dos especies de pájaros en riesgo de extinción, es Hawaiiano.
Muchos establecimientos se están poniendo “verdes” – creando sendas naturales, proveyendo literatura y anuncios educacionales, incorporando plantas Hawaiianas en riesgo de extinción, y contratando historiadores y expertos en vida salvaje para ilustrar a los visitantes y a los residentes por igual. Sociedades entre grupos de preservación, grandes propietarios de tierras y corporaciones, así como entidades del gobierno federales, estatales y locales están ayudando a asegurar que las generaciones próximas disfruten de lo que queda.
Los centros de
naturaleza de Hawaiii dirigen paseos educacionales y actividades
prácticas que le enseñan a los jóvenes y a los mayores sobre la flora y
la fauna de las islas. Los grupos de preservación sobre tierra y mar
pueden ayudarlo a usted a comprender la responsabilidad que cada uno de
nosotros tiene a medida Caminando, andando en bicicleta, o cabalgando
por los espectaculares senderos de Hawaiii, observando las ballenas, y
buceando para explorar nuestras maravillas marinas; acampando bajo las
estrellas relucientes.
A medida que te acercas más a la naturaleza, te darás cuenta cada vez más de cuánto ella espera de ti.
Cultura
Hawaii no es sólo un
punto de encuentro entre oriente y occidente. Es además una sociedad
multiétnica y multicultural, con gentes de todo el mundo, donde se
combinan las tradiciones polinesias y los templos sintoístas con las
hamburguesas típicamente yanquis.
La algo olvidada cultura nativa está viviendo una época de recuperación. Se están abriendo hulas (escuelas) donde se enseña el idioma, hablado por unas 9.000 personas, y a fabricar objetos artesanos típicos.
Si bien el idioma dominante es el inglés, éste está muy influido por el idioma local. Se habla además el pidgin, un inglés simplificado que se ha convertido en un dialecto en permanente evolución.
Festividades
La variedad cultural y
el buen tiempo hacen de cualquier época del año un buen momento para
celebrar un festejo. El año se abre con el Merrie Monarch Festival, la
competición de hula, un tipo de baile tradicional, más destacada del
archipiélago que tiene lugar en abril. Al mes siguiente en los Lei Days
tiene lugar un concurso de elaboración de leis, los famosos collares de
flores que siempre se asocian a Hawaii. La fiesta más importante del
estado es el Día del Rey Kamehameha, unificador de las islas, que se
festeja en junio con un gran desfile.
Después del verano el Aloha Week de septiembre vuelve a traer la fiesta con infinidad de eventos culturales y carreras de canoas al son de la música tradicional. En diciembre el surf, deporte señero de Hawaii, vive su mayor competición en el Quicksilver/Eddie Aikau Memorial Big Wave Classic, con olas de hasta seis metros de altura.
Gastronomía
Dada la variedad de
etnias que habitan el archipiélago, los guisos son muy variados. Van de
la más exquisita cocina europea hasta las exóticas china, tailandesa y
vietnamita pasando por la muy especiada coreana y las delicias
japonesas.
La comida tradicional Hawaiiana existe y es barata. Se basa en el pollo, el cerdo y el coco. También hay variedad y calidad de pescado y marisco, cocinado a las mil maravillas por todas las comunidades que habitan el archipiélago.
Podremos probar infinidad de frutas tropicales, algunas conocidas como son el aguacate, la banana, el coco o la papaya y otras menos usuales en el viejo continente como la guava, el lichi o el mango.
La comida tradicional Hawaiiana existe y es barata. Se basa en el pollo, el cerdo y el coco. También hay variedad y calidad de pescado y marisco, cocinado a las mil maravillas por todas las comunidades que habitan el archipiélago.
Podremos probar infinidad de frutas tropicales, algunas conocidas como son el aguacate, la banana, el coco o la papaya y otras menos usuales en el viejo continente como la guava, el lichi o el mango.
Para comprar
La riqueza natural de
Hawaii se refleja en sus souvenirs. Objetos tallados en madera, bellas
caracolas, semillas y los leis o collares de flores son compras típicas.
La leyenda "Aloha" puede encontrarse en todo tipo de enseres playeros
(camisetas, sombrillas, toallas), así como en artículos de surf. La
bisutería y artesanía tradicional son buenas opciones, así como el café
Kona o las deliciosas nueces de macadamia. En Hawaii pueden encontrarse
libros infantiles de leyendas asiáticas traducidos al inglés que no
pueden comprarse en ninguna otra parte del mundo.
Transporte
Aunque hay transporte público, necesitará un vehículo para recorrer los sitios de importancia de cualquiera de las islas.
El cruzar de una isla a otra es una buena manera de conocer bien el Estado, pero olvídese de los ferries, hay sólo dos rutas. Muchos optan por el avión.
Más allá del destino, muchos servicios pasan por Honolulú. Hawaiiian Airlines y Aloha son las líneas más grandes, con otras como Mahaalo, Island Air y Trans Airi, que hacen viajes más cortos y limitados.
La mayoría de las empresas ofrece una chequera con seis vuelos por menos de 200 dólares; la tarifa estándar por un tramo oscila entre 42 y 80 dólares, según la línea, pero toda clase de opciones se hallan disponibles.
Clima
Hawaii es en realidad
un destino para toda época del año, con poca variación en el clima. Sólo
reconoce dos estaciones: kau (sol alto, de mayo a agosto) y hoo-ilo
(sol bajo, de septiembre a abril).
Sin embargo, la estación del sol bajo es la temporada alta, especialmente por los que escapan del invierno de Estados Unidos. Las tarifas hoteleras están más baratas desde abril hasta fines de noviembre, aunque las brisas frescas evitan el calor agobiante en verano.
La mayoría de las islas tiene dos tipos de clima: el lado más húmedo y ventoso, y el lado seco al reparo de los vientos, el preferido por los colonizadores. La estación más lluviosa es por lo general de enero a marzo, pero la lluvia repentina puede sorprender en cualquier época del año en cualquier lugar, aunque el mal tiempo continuo no es común.
Las zonas de mayor altura pueden ser muy frías, y el conducir directamente a la cima de Mauna Kea (4200 metros) en Big Island puede provocar apunamiento (es decir, mareos, jaquecas, naúseas); descienda inmediatamente. En los meses invernales, la práctica del surf aumenta en forma considerable, lo que implica un riesgo para los nadadores. De hecho, muchas playas hermosas tienen mares traicioneros; preste atención, en especial en los lugares aislados.
Sin embargo, la estación del sol bajo es la temporada alta, especialmente por los que escapan del invierno de Estados Unidos. Las tarifas hoteleras están más baratas desde abril hasta fines de noviembre, aunque las brisas frescas evitan el calor agobiante en verano.
La mayoría de las islas tiene dos tipos de clima: el lado más húmedo y ventoso, y el lado seco al reparo de los vientos, el preferido por los colonizadores. La estación más lluviosa es por lo general de enero a marzo, pero la lluvia repentina puede sorprender en cualquier época del año en cualquier lugar, aunque el mal tiempo continuo no es común.
Las zonas de mayor altura pueden ser muy frías, y el conducir directamente a la cima de Mauna Kea (4200 metros) en Big Island puede provocar apunamiento (es decir, mareos, jaquecas, naúseas); descienda inmediatamente. En los meses invernales, la práctica del surf aumenta en forma considerable, lo que implica un riesgo para los nadadores. De hecho, muchas playas hermosas tienen mares traicioneros; preste atención, en especial en los lugares aislados.
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