martes, 25 de octubre de 2011

Multinacional de tapones sintéticos levantará una planta en la Argentina para sustituir importaciones

Nomacorc planea incrementar su share en el mercado interno. El objetivo es, en una primera etapa, fabricar 100 millones de tapones y llegar a unos 200 millones en 2015. El plan también es abastecer desde el país a las bodegas de Chile y Uruguay. Los mitos sobre este sistema frente al corcho natural.

En la Argentina, cada año se envasan alrededor de 80 millones de botellas de vino, lo que convierte a este mercado en uno de los más atractivos a nivel mundial para las empresas vinculadas a todo lo que es insumos asociados a la industria vitivinícola.

Etiquetas, cápsulas, corchos, botellas, logística... el universo de productos y servicios que gira alrededor de este sector es amplio y el negocio que mueve es multimillonario.

Y este aspecto, lejos de pasar desapercibido, es un imán fundamental para las multinacionales que operan en esta industria.

En este contexto, directivos de la empresa multinacional Nomacorc -la segunda más importante en el segmento de tapones sintéticos a nivel global-, adelantaron en forma exclusiva a Vinos & Bodegas que la compañía levantará una planta industrial en la Argentina, la primera en toda América latina.

Cabe destacar que Nomacorc actualmente posee tres fábricas de tapones para la industria vitivinícola en funcionamiento: una en Estados Unidos; otra en Bélgica, para abastecer al mercado europeo y una en China, donde el mercado del vino está experimentando un interesante auge.

Además, año a año comercializan unos 2.300 millones de tapones en todo el mundo. Así, considerando que cada 12 meses se envasan unas 18.000 botellas, Nomacorc ostenta un share cercano al 13% a nivel global.

"El proyecto de instalarnos en la Argentina lo habíamos comenzado a gestar en 2008, y estuvo motivado principalmente por el crecimiento del negocio del vino en la Argentina y la región y por la difusión del uso de tapones sintéticos tanto para vinos destinados al mercado interno como para el de exportación", explicó Eduardo Casaubon, al frente de Insumos Andinos, empresa que tiene la distribución de Nomacorc en la Argentina.

Sin embargo, debido a la crisis del campo que estalló ese año, sumado al desplome de Lehman Brothers -que implicó el inicio de la crisis internacional más importante de las últimas décadas-, la iniciativa debió quedar latente durante un par de años.

En este contexto, el directivo explicó que "a fines de 2010 reflotamos la idea y ya estamos delineando los puntos finales del proyecto. De hecho, ya se lo hemos presentado a distintas autoridades gubernamentales, con el objetivo de poder comenzar las obras el año próximo".

Según explicaron desde la compañía, en una primera etapa se invertirá u$s1 millón, que estarán destinados, básicamente, a la adquisición de tecnología. El objetivo es, hacia el año 2015, haber desembolsado una cifra total cercana a los u$s4 millones.

Casaubon aseguró que "la idea es, durante el primer año, producir unos 100 millones de tapones sintéticos, con un horizonte de 200 millones en 2015".

A partir de estos números, el plan de negocios contempla que el market share de Nomacorc en el mercado interno pasaría del 10% que exhibe en la actualidad, a un 20 por ciento.

Para cumplir con estos lineamientos, la idea inicial es que un 55% de lo que se produzca quede en el mercado interno, mientras que el resto se exportará principalmente a Chile y Uruguay.

Según Casaubon, con esta medida se producirá una importante sustitución de importaciones, dado que en la actualidad la empresa se abastece en un 100% con producción del exterior.

En este sentido, el directivo reconoció que "todo el tema de las trabas a las importaciones significó un aliciente para avanzar el proyecto industrial".

¿Corcho natural o tapón sintético?

La compañía tiene una tecnología patentada de co-extrusión, que permite, según explicaron, brindar consistencia y uniformidad a cada uno de los vinos embotellados, dado que su sistema de celdas o burbujas puede ofrecer distintos niveles de permeabilidad de oxígeno, un factor clave que determina la buena o la mala evolución de un vino.

En diálogo con Vinos & Bodegas, Rodrigo Moraga, gerente técnico y comercial para Sudamérica de Nomacorc, explicó que "los tapones sintéticos de calidad hoy permiten mantener una consistencia en el tiempo. Así, la idea es que si embotello 100 vinos, el día que los destape, siempre que hayan tenido buenas condiciones de guarda, esos 100 vinos estén en perfectas condiciones. Este nivel de resultados no lo puede ofrecer el corcho elaborado con alcornoque. De hecho, las bodegas que trabajan con el corcho natural ya saben que un porcentaje de las botellas van a fallar por el problema a la hora de administrar el oxígeno".

"Pasamos por muchas barreras para quebrar los paradigmas y los preconceptos que podían tenerse sobre los corchos sintéticos. Muchos incluso hoy ven un tapón sintético y piensan equivocadamente que el vino está totalmente sellado. Eso está totalmente errado: la verdad es que todos los tapones son permeables. Es más, la tecnología aplicada en este producto permite encontrar el flujo de oxígeno óptimo que busca el enólogo para cada vino", completó el experto.
Según Moraga, "la idea del tapón sintético es contar con una espuma que se comprima pero que tenga la memoria necesaria como para recuperar su forma y cerrar perfectamente la botella en los laterales".

Para ello, los tapones de Nomacorc cuentan con una espuma en su interior recubierta por una piel sintética, la cual se adhiere a las paredes de la botella y así cubre las irregularidades, evitando filtraciones y un ingreso excesivo de oxígeno.
Sin embargo, el mayor secreto del producto está en que la espuma cuenta en su interior con celdas. Cada una de estas celdas, que está conectada con otras, funciona como un compartimiento que controla y regula el paso del oxígeno, similar a la estructura alveolar del alcornoque.

"La tecnología que desarrollamos permite que hoy se puedan proteger desde los vinos económicos, hasta los reserva. Incluso, tenemos etiquetas que hoy cuestan hasta $70 y $80 que ya están utilizando tapones sintéticos", explicó Moraga.

Del encuentro con Vinos & Bodegas también participó Martín Iurisci, gerente de Marketing de la Finca La Celia, bodega que oficia como una suerte de "embajadora" de Nomacorc. De hecho, auspició la participación de la compañía en el 8vo. Congreso Nacional de Vinotecas, que tuvo lugar días atrás en la Ciudad de Buenos Aires.
Según Iurisci, la idea de esta iniciativa de avanzar de manera conjunta, "tiene que ver con que más que proveedores, sentimos que somos partners".

"Finca La Celia está siempre en la búsqueda de lo nuevo, de la innovación. No tenemos 100 años atrás que nos obliguen a respetar la tradición. Por eso nos pareció interesante esta integración con Nomacorc y mostrarles, tanto a clientes como a consumidores, la riqueza de esta filosofía basada en la integración", explicó el directivo.

Fuente: iprofesional.com

 

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