Cuando padecemos de una enfermedad, por lo general algún órganoinflamado, especialmente el estómago. Entonces las pastillas que tomamos para aliviar los síntomas pueden -aunque no siempre- hacernos aún más daño, empeorando nuestro estado de salud. se encuentra
En reemplazo de las pastillas o como complemento para disminuir sus dosis podemos optar por la fitoterapia, que se basa en la aplicación de plantas para tratar diversos males. Entre estas plantas, una de las que mayor cantidad de propiedades posee es el llantén, ampliamente recomendado no solo por los médicos naturistas sino por los científicos de la medicina occidental.
También
conocido como llantai o lanté, el llantén es una planta de hojas
anchas, gruesas y ovaladas de color verde que se utiliza para combatir enfermedades que afectan distintas zonas del cuerpo, desde el aparato respiratorio hasta el aparato urinario.
Si tenemos un huerto, podemos cultivar llantén en los meses de primavera, ya que durante esta época del año se puede extraer más jugo de la planta. Este puede servir como agua de tiempo, ingiriendo de 2 a 5 cucharadas en ayunas, o también se le puede usar para preparar fito-jarabe, hirviendo en agua tibia el jugo con ramas de ortiga por un par de horas.
Entre otras cosas, el jugo del llantén sirve para disolver las mucosidades tóxicas que se acumulan en el organismo, purificando la sangre y contrarrestando las ulceras del estómago, las úlceras pulmonares, la inflamación de las glándulas, las erupciones, las colitis y las otitis, si se aplica un par de gotas del jugo sobre los oídos.
De igual modo, se pueden utilizar hojas de llantén machacadas a manera de compresas
sobre los ojos o alguna parte de la piel que se encuentre irritada o
sufra de celulitis (no la que se forma por el sobrepeso, sino la que es
producto de infecciones). Aplicándolas por una semana seguida podremos
apreciar los sorprendentes resultados.
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