Según un estudio publicado por la revista Cell, y elaborado por el
Instituto Babraham y dirigido por el Dr. Marc Veldhoen explica que una
alimentación rica en vegetales cruciferos, como el brocoli, refuerzan el sistema inmunológico.
El estudio se llevó a cabo en ratones de laboratorio y, se pudo comprobar que, los ratones sin una alimentación rica en verduras se quedaron sin linfocitos intraepiteliales, habían perdido más del 70%, lo que hacía que tuviesen colitis, una inflamación en el intestino y que aumentase el riesgo de infecciones. Estos linfocitos tienen el objetivo de mantener protegido el intestino y, mantienen el equilibrio entre las bacterias malas y buenas para no causar daños al intestino.
Las verduras
crucíferas ayudan a las defensas en la reparación y cicatrización de
heridas y ayudan al organismo a defenderse contra los patógenos. Esto
significa que, con una alimentación rica en verduras como el brocoli, repollo, repollitos de bruselas, el berro, el nabo o la coliflor estamos creando una película protectora en el intestino,
protegiéndolo ante posibles ataques de bacterías o microbios.
Otro estudio dirigido por el Dr. Héctor E. Solórzano del Rio, coordinador de Medicina Ortomolecular de la Universidad Autónoma de Guadalajara reconoce que, una de las sustancia que contienen estas verduras se utilizan para tratar y curar distintos tipos de cáncer, como el de mama o el de colon. Este sustancia, el I-3-C actúa como agente quimiopreventivo, lo que hace que también se utilice para tratamientos de fibromialgia, displasia cervical y papilomatosis laríngea.
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