jueves, 4 de agosto de 2011

Acoro, hierna natural


Nombre común: Ácoro.
Nombre científico:
Acorus calamus.
Energías y sabores:
neutro, amargo.
Virtudes tradicionales:
Estimula el sistema digestivo, facilita el tránsito intestinal, elimina las flatulencias y controla la acidez del estómago. Propiedades: estomacal, tónico del estómago, antiespasmódico.

Las tribus de indios americanos, lo empleaban como “antifatiga” de forma regular, y en dosis masivas en sus iniciaciones de guerreros, para adquirir el poder de videncia.

Lo emplean los hechiceros movos del Yunán (China) y los terapeutas indios ayurvédicos contra los trastornos digestivos, las bronquitis, el asma y las fiebres.

Los indios del Noroeste de los Estados Unidos mascaban esta raíz cuando recorrían largas distancias; las raíces grandes estaban consideradas alucinógenas. Se atribuye esta función psicoactiva a la asarona, según el bioquímico americano Richard Miller.


La acción digestiva de la raíz de ácoro se ejerce ante todo en el estómago contra la hiperacidez. Además, el ácoro estimula el funcionamiento del hígado y los intestinos. Trata a la vez el estreñimiento y las diarreas.

Está indicado en todos los problemas de: estancamiento mental, como los pensamientos obsesivos. Estimula el cuerpo y la mente excesivamente estáticos. Tranquiliza la mente excesivamente móvil de los nervioso y combate la depresión y la neurastenia. El ácoro “aumenta la sabiduría” y aviva la memoria. Según los médicos actuales, regulariza la acción de la glándula pituitaria y de la pinea. Desarrolla la percepción del Atma (alma).

No siempre es posible disponer de raíces frescas de ácoro. Si las encontramos, hay que lavarlas bien antes de mascarlas (1 sola raíz pequeña es suficiente, 1 o 2 veces al día, antes de las comidas). También puede prepararse un jugo vegetal machacando las raíces y exprimiendo luego el jugo a través de un paño de algodón.

Las raíces secas se consiguen en farmacias y herbolarios.

La decocción tradicional se prepara así:

  • Se cogen aproximadamente 10 gramos de raíces secas.
  • Se ponen a hervir en 2 tazas de agua, a fuego bajo y tapado, hasta que el liquido quede reducido a la mitad.
  • La taza resultante se bebe tibia en 2 tomas, antes de las comidas.

También puede prepararse en una maceración:

  • Se pone 1 cucharadita de café de raíces en 25 centilitros de agua y se deja en remojo toda la noche. Por la mañana, se cuela y se bebe tibia, en 2 tomas.

Las cápsulas de ácoro se consumen en dosis de 1 cápsula antes de las 2 comidas principales (con un poco de agua tibia o de tisana).

Fuente: vidasana.lapipadelindio.com

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