martes, 24 de mayo de 2011

Champiñón, el hongo mas popular



Comestibles y de color blanco, el champiñón procede de China y Japón, donde se cultiva desde hace casi 800 años. En Europa se calculan unos 300 años de labranza del champiñón, con técnicas muy atrasadas, que provocaban poca cosecha y, por tanto, precios muy elevados. Su excelente sabor y el aroma que desprenden hacen de ellos un ingrediente imprescindible en tus platos.

El champiñón, además de ser delicioso, es un alimento de escaso nivel calórico, elevado valor nutricional y rico en agua. Contiene, también, un gran número de vitaminas, minerales, proteínas y aminoácidos que, junto a las escasas calorías que presenta, hace que el champiñón sea la mejor elección para elaborar unos platos llenos de energía y sabor.

Diferentes variedades


Podemos encontrar dos tipos de champiñones:

- Los silvestres: se localizan en el campo y, especialmente, en lugares donde la materia orgánica sea muy abundante. Su color es blanco y pueden presentar escamas en la parte del sombrero.

- Los cultivados: se reconocen por su sombrero, que contiene escamas de un color pardo. Actualmente, las innovaciones sufridas en las plantas champiñoneras han hecho realidad una producción en serie que posibilita su acceso a todos los públicos, a un módico precio.

¿Cómo comprarlos y conservarlos?


Los champiñones los podemos adquirir al peso o envasados. De la primera manera es más sencillo darnos cuenta de si el producto está realmente fresco; tan sólo hemos de comprobar que el pie no se separa fácilmente de la cabeza y ésa será nuestra garantía de calidad.

Para lavarlos, lo haremos de una manera rápida, ya que si cogen mucha agua tienden a esponjarse y eso provoca su endurecimiento. Cuando los hayamos cortado, para evitar que se oscurezcan, se recomienda rociarlos con un chorrito de zumo de limón. Para su perfecta conservación, deberemos mantenerlos en la nevera y envueltos en papel de periódico.

Versatilidad en la cocina

Podemos emplear los champiñones para multitud de usos en la cocina, desde aperitivos y entrantes hasta plato principal o guarnición de carnes, pescados o verduras.

Compartimos recetas como ejemplo de todas sus posibilidades:

Champiñones con salsa de anchoa


Ingredientes (para 2 personas): 125 cc de nata (crema de leche) líquida, queso rallado al gusto, aceite de oliva, 250 cc de salsa bechamel, 400 gr de champiñones (aproximado), 10 filetes de anchoas, sal y pimienta.

Elaboración:
Limpiamos bien los champiñones y los lavamos bajo el chorro de agua, los laminamos (o se pueden usar los que ya vienen laminados), los salteamos en el aceite. Reservamos.

Picamos los filetes de anchoas y los echamos en la misma sartén junto a la salsa bechamel y a la nata (crema de leche) líquida. Dejamos que se mezcle bien,y echamos la salsa en un bol.

Pasamos la batidora con cuidado, para que se liguen bien todos los ingredientes, y volvemos a poner la salsa en la sartén.

Añadimos los champiñones, salpimentamos y dejamos que se hagan unos 5 minutos.

Volcamos en una fuente para horno, espolvoreamos queso rallado y gratinamos. Servir caliente.

Champiñones rellenos de berenjenas y gambas

Ingredientes: 6-8 champis medianos/grandes, 1 berenjena pequeña, 2 dientes de ajo, puñatito de gambas, margarina, harina y leche para una bechamel.

Elaboración:

Quitamos el tallo de los champis y los troceamos. Troceamos también la berenjena y lo ponemos todo a dorar en una sartén con los dientes de ajo picaditos. Mientras se dora la verdura, ponemos en otra sartén, con una gotita de aceite las caperuzas de los champis para que se hagan poco a poco y le damos un par de vueltas a las gambas en la misma sartén.

Preparamos una bechamel fina para acompañar a los champis (margarina, harina, leche, sal y pimienta). Cuando esté la verdura bien dorada, montamos el plato. Rellenamos con cuidado los champiñones, con la berenjena y unas gambitas. Le ponemos un poco de bechamel por encima y a disfrutar.

Fuente: cocina.facilisimo.com

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