El propóleo es una sustancia conocida desde la antigüedad y muy utilizada en fitoterapia por sus poderosas propiedades entigerminativas, antisépticas y antipútridas.
Por su contenido en ácido fenólico, ácido ferúlico, galangina y pinocembrina, constituye un excelente antibiótico y bactericida.
Por su contenido en ácido fenólico, ácido ferúlico, galangina y pinocembrina, constituye un excelente antibiótico y bactericida.
Esto lo hace muy efectivo contra estafilococos, salmoneras, estreptococos. Posee propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias y es un potente anestésico, su efecto se considera 3 ó 4 veces superior a la cocaína y superior a la novocaína, debido a la acción de los aceites esenciales que contiene.
Por otra parte, favorece el desarrollo de los procesos inmunológicos, ya que favorece la fagocitosis y la formación de anticuerpos e indirectamente aumenta la resistencia global contra las infecciones en general. Es también muy utilizado en el tratamiento de infecciones, como infecciones del tracto urogenital.
En el caso de heridas y quemaduras, así como de diversas supuraciones, callos, verrugas, en todos estos casos el propóleo es altamente recomendado.
En relación a sus efectos secundarios, el uso continuo puede producir diarreas y las dosis masivas pueden producir degeneración hepática pero estas dosis son extremadamente elevadas. No se conocen incompatibilidades, se puede decir que es un producto inocuo.
Fuente: nutricio.pro
En relación a sus efectos secundarios, el uso continuo puede producir diarreas y las dosis masivas pueden producir degeneración hepática pero estas dosis son extremadamente elevadas. No se conocen incompatibilidades, se puede decir que es un producto inocuo.
Fuente: nutricio.pro
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