lunes, 28 de marzo de 2011

Gastronomia de Mexico

La gastronomía mexicana, con su gran variedad de platillos tradicionales regionales, es rica en gusto, olor y colorido, orgullo del patrimonio cultural de la nación; atributos que atraen por sí solo al turista.

Su cocina cuenta con recetas milenarias que han ido pasando de generación en generación y que hoy en día constituyen un atractivo para el denominado Turismo Gastronómico, el cual ha ido incrementando su importancia en el mercado mundial.

El frijol, el maíz y el chile (ají) son la santísima trinidad de la culinaria azteca y arrancan más de una plegaria u oración, a los fieles devotos que se congregan en restaurantes y fondas para rendir culto a deliciosas tortillas y tacos, enchiladas y quesadillas, entre otros platillos.

Una de las recetas emblemáticas es la tortilla de maíz que se sirve acompañada de una salsa casera o cruda, preparada con tomate verde, jitomate y chipotle (una variedad de chile). Igual de sugestivos son los chiles rellenos, ajíes repletos de queso, pescado o mariscos, además de llevar granos de elote (maíz tierno) y calabacitas, entre otros ingredientes.

La carta no termina ahí. En este sabroso "vía crucis" el comensal debe tener presente que no es recomendable desdeñar o menospreciar los contundentes tamales, masa de maíz rellena de carne, fruta o queso, envueltos con hojas de plátanos y cocidas al vapor; o el mole, un espléndido guiso de carne preparado con una salsa a base de chile, ajonjolí, almendras, pasas, chocolate amargo y otros ingredientes.

Pero las ricuras más populares de la gastronomía azteca son los antojitos, sublimes aperitivos que por la fuerza de su sabor han traspasado las fronteras del país. Las botanas favoritas son los tacos, tortilla de maíz rellena de carne, frijoles o queso, que se acompaña con guacamole (salsa de aguacate); los chilaquiles, tortilla frita con nata y salsa de chile; y las quesadillas, empanada en forma de media luna rellena de queso fundido.

En las fondas -locales con precios módicos- se sirve en el almuerzo las clásicas comidas corridas, un menú de cuatro platos tradicionales, acompañados de las aguas, un zumo de fruta rebajado con agua. Si busca platillos de alta cocina, en la ciudad encontrará una carta bastante sofisticada en los restaurantes de la nouvelle cuisine mexicana. Y, si es lo suficientemente atrevido, anímese a probar la exótica cocina prehispánica, que ofrece potajes de delicado sabor, a base de flores e insectos.

Fuente: arecetas.com

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