miércoles, 19 de enero de 2011

Caramelos caseros


El secreto del caramelo es combinar el agua con el azúcar para formar un almíbar el cual calentaremos a altas temperaturas. El calor producirá la evaporación del agua quedando una pasta de caramelo que puede ser moldeada hasta que, una vez fría, se endurece. El grado de endurecimiento dependerá de la cantidad de agua que aun le reste a la mezcla.

Si bien la producción industrial de caramelos usa, además de agua y azúcar, otros ingredientes como la glucosa.

El origen de los caramelos proviene de la necesidad del hombre de encontrar alimentos ligeros que proporcionen gran cantidad de energía de cara a afrontar viajes. Por ese motivo se empezaron a mezclar miel con algunos cereales y pulpas de las frutas hasta que más tarde se dio a conocer el azúcar y se empezaron a fabricar los primeros caramelos con este ingrediente.

Receta:

1 parte de agua.
2 partes de azúcar
Esencia, saborizante…etc. Yo usé esencia de limón. Otra opción es un poco de azúcar vainillado, una cucharadita de café….etc.

Microondas:
Mezclar el azúcar con el agua y la esencia elegida en un recipiente apto para microondas.
Ir parando de vez en cuando (cada minuto o algo así, dependiendo de la cantidad), mezclar con una cucharilla y volver a calentar.
Hacer esto hasta que la mezcla sea algo espesa y oscurezca.
El mejor truco para saber si esta listo es echar una gota de la mezcla sobre una superficie fría (un plato, el mármol de la cocina). Si a los pocos segundos esta dura es que la mezcla está lista. Procederemos entonces a llenar los moldes que queramos usar. Normalmente, a no ser que sean muy antiadherentes, es conveniente engrasarlos ligeramente.
Yo no tenía moldes así que lo deje enfriar un poco sobre papel de hornear y cuando ya no quemaba pero seguía estando caliente lo moldee con las manos.

Fogones:
Mezclar el azúcar con el agua y la esencia y calentar en una sartén u olla removiendo para que no se pegue hasta que la mezcla espese y oscurezca.
El mejor truco para saber si esta listo es echar una gota de la mezcla sobre una superficie fría (un plato, el mármol de la cocina). Si a los pocos segundos esta dura es que la mezcla está lista. Normalmente, a no ser que sean muy antiadherentes, es conveniente engrasarlos ligeramente. Yo no tenía moldes así que lo deje enfriar un poco sobre papel de hornear y cuando ya no quemaba pero seguía estando caliente lo moldee con las manos.

Variaciones:

Glucosa: aprox. 1/10 de la cantidad de azúcar que vayamos a usar. Difícil de encontrar pero ideal para conseguir la textura de los caramelos comercializados.

Caramelos de miel: el mismo proceso pero usando 2/1 de miel por cada parte de azúcar y un poco de agua. Gran combinación con un poco de esencia de limón.

Frutas caramelizadas: preparar el caramelo base (agua y azúcar) y cuando este listo y todavía bien caliente ir introduciendo con la ayuda de un palillo pequeñas porciones de fruta seca como dátiles, orejones, pasas. Dejar enfriar para que endurezca el caramelo.

Caramelos de café con leche: 3/1 partes de azúcar, 1 de mantequilla, 0,5 de café muy concentrado y 0,5 de leche. Mezclar todos los ingredientes y seguir el procedimiento.
Azúcar moreno: color todavía más oscuro, sabor algo distinto y más minerales.

Fuente: todocuisine.blogspot.com

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