El sólo hecho de volverse un comedor consciente ayudará a cuidar nuestra alimentación tanto en calidad como en cantidad, por eso, lograr conocer realmente qué comemos y en qué cantidades es fundamental si queremos modificar hábitos. Para volver más consciente nuestra alimentación las siguientes estrategias pueden ser de gran ayuda:
- Realizar un registro diario de alimentos en donde se anote qué comemos, cuánto comemos y bebidas.
- Comer siempre sentado es otra buena forma de tomar conciencia de lo que ingerimos, porque consumir alimentos parados o mientras nos movemos de un lado a otro, pareciera no percibirse por el cuerpo como una real comida, cuando podemos consumir varias calorías de esta manera.
- Comer sin distracciones, es decir, sin estar frente al ordenador o mirando televisión es otra gran manera de registrar mentalmente lo que consumimos, ya que prestaremos más atención a la comida que está frente nuestro.
- Masticar bien los alimentos, extraer al máximo su gusto y aroma y comer despacio, es otra buena forma de disfrutar de lo que comemos mientras registramos que lo estamos haciendo, lo cual será favorable para controlar la cantidad a ingerir.
El sólo hecho de volvernos conscientes de lo que comemos implicará estar más atentos a nuestra dieta y así, podremos realizar una autocrítica de nuestros hábitos para después, corregirlos si es necesario. Muchas veces creemos que comemos poco pero cuando comenzamos a registrar lo que en verdad ingresa por nuestra boca, nos quedamos admirados de lo mucho que se consume.
Las estrategias antes dichas pueden ser útiles para comenzar a ordenar nuestra alimentación, estar más atentos a lo que comemos y así, adelgazar y/o mejorar la calidad de la dieta.
Fuente: vitonica.com
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