miércoles, 1 de diciembre de 2010

Principios alimenticios para ponerse en forma (II)


Ayer, en la primera entrada de los principios alimenticios para ponerse en forma dimos unas pautas básicas a seguir para conseguir equilibrar la dieta desde un punto de vista general, sin entrar en que alimentos nos conviene comer para que el cuerpo se vaya adaptando, deje de almacenar grasa y empiece a consumirla.

Hoy, con esta nueva entrada de los principios alimenticios para ponerse en forma, vamos a hablar de los hidratos de carbono o carbohidratos. Lo intentaremos hacer de una forma clara y sencilla sin entrar en muchos tecnicismos y sin entrar mucho en profundidad para que todos podamos entender el funcionamiento de este macronutriente esencial para nuestro organismo.

Un error importante en la alimentación es la creencia de que lo único que engorda es la grasa y nos olvidamos de los hidratos de carbono (carbohidratos) que en ocasiones pueden llegar a engordar incluso más que la grasa. Los hidratos más comunes son: pasta, arroz, pan, patata, cereales, trigo, maíz, avena, …

Hay que tener claro que los hidratos de carbono son la energía que mueve nuestro cuerpo. Para que sea factible el uso como energía se deben transformar en glucógeno y este sólo se puede almacenar en músculos e hígado. El problema surge cuando la cantidad de glucógeno sobrepasa el “almacén” existente en nuestro cuerpo, puesto que nuestro organismo no desecha este sobrante sino que lo guarda para poder usarlo en otros momentos que sea necesario, pero ¿cómo lo almacena? Pues de la única forma que sabe, como grasa.

Además de todo esto debemos de saber que los hidratos de carbono se dividen básicamente en dos grupos: los simples (chocolate, azúcar, golosinas, pan… ) y los complejos (avena, arroz integral, pasta integral, frutas, verduras, hortalizas…). Para entenderlo mejor vamos a simplificar todo con dos alimentos: el azúcar para los simples y el arroz integral para los complejos.

La diferencia entre ambos es el tiempo que tarda nuestro organismo en asimilarlo: el azúcar (simples) se asimila muy rápido (alto índice glucémico), por tanto recarga en poco tiempo los depósitos de glucógeno; por el contrario el arroz integral (complejos) se asimila muy lentamente (bajo índice glucémico) recargando los depósitos poco a poco.

Esto nos lleva a entender que si tomamos mucho azúcar los depósitos ser cargarán muy rápido y por tanto habrá que usar esa energía lo más rápido posible o se convertirá en grasa; mientras que si tomamos arroz integral los depósitos ser irán cargando lentamente con lo que podemos ir quemando energía a la vez que ser recargan los depósitos con lo que es más difícil que se conviertan en grasa.

Llegamos a la siguiente conclusión: es muy importante saber qué tipo de hidratos de carbono comer, hay que usar los hidratos con cabeza dependiendo del ejercicio que se vaya a hacer después o a la energía que necesitemos en cada momento, pero principalmente es mejor comer hidratos complejos que son más saciantes y se asimilan poco a poco que hidratos simples que aunque son más sabrosos se asimilan demasiado rápido.

Fuente: vitonica.com

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