lunes, 27 de diciembre de 2010

Israel


"Israel es un pequeño país de 22.145 kilómetros cuadrados. Con lo único que contamos es con gente inteligente. El país depende de ellos para sobrevivir y desarrollarse", comento Uri Olenik, director general del Ministerio de Comunicaciones israelí.

A pesar de carecer de recursos naturales, Israel cuenta con importantes empresas de tecnología. El impulso militar, en este sector, la masa crítica aportada por los emigrantes rusos y la inversión en I+D lo explican.

En este pequeño territorio, donde viven unos 6,6 millones de personas, existen unas tres mil compañías de tecnología, dos mil nuevas empresas especializadas en este sector y más de 200 proyectos, que se desarrollan en las denominadas incubadoras.

Este sector cuenta con 150.000 empleados, de los que casi la mitad están altamente cualificados. El sector tecnológico facturó, en Israel, 13.200 millones de dólares (10.652,9 millones de euros) en 2003. Un 82,57% fueron exportaciones. Israel, en el sector tecnológico, se encuentra solo por detrás de Estados Unidos y Canadá en el número de compañías tecnológicas que cotizan en Wall Street.

Su desarrollo tecnológico está ligado a la necesidad de defenderse de los países limítrofes, con mayor potencial militar.

La oleada de emigrantes de la antigua Unión Soviética, a fines de los '80, también aportó una importante masa crítica, aunque obligó al Estado a "rascarse la cabeza" para insertarlos en la sociedad.

"Se produjo una fuga de cerebros. Llegaron a Israel el doble de físicos y músicos que teníamos", cuenta Rina Pridor, directora del programa de las incubadoras.

Pridor resume la filosofía de las incubadoras: "Si una persona tiene una idea hay que creer en ella. De lo contrario, buenas ideas se quedan por el camino".

En Israel, existen 23 incubadoras, cuyo papel es aportar recursos financieros, guía profesional y administrativa para que las ideas abstractas puedan convertirse en productos, respaldados por una empresa viable.

El Gobierno financia cada proyecto durante dos años con 350.000 dólares, que después se reembolsará a través de derechos sobre las ventas. La incubadora aporta unos 175 mil dólares anuales. El único requisito es que si el proyecto tiene éxito (hasta ahora el 51% de los 753), se produzca en Israel.

El desembolso en I+D que realizan las empresas es un factor clave para el desarrollo de la tecnología israelí. El presupuesto anual de I+D del Gobierno para este sector alcanzó 400 millones de dólares en 2003 y la inversión civil en I+D fue del 4,7% del PIB en 2002, la más alta del mundo, según datos de la OCDE.

La financiación de los fondos de capital riesgo desempeña un papel relevante a la hora de invertir en nuevas empresas del sector. En 2003, se consiguió un nuevo capital de inversiones de más de mil millones de dólares. El 43% fue proporcionado por fondos de Israel. Para 2004, se prevé un inversión de estos fondos de entre 1.500 y 1.800 millones de dólares.

Las empresas punteras hablan hebreo, empresas de tecnología como Intel, Motorola o Nortel Networks apostaron por Israel para establecer filiales o centros de investigación y desarrollo (I+D). Pero otras empresas conocidas, como Comverse, RAD o Check Point, tienen denominación israelí.

Check Point es una de las empresas israelíes ligada al Ejército. Sus fundadores, mientras cumplían con el servicio obligatorio militar de tres años, idearon un sistema para conectar las redes militares en Israel de una forma segura. Años más tarde fundarían la compañía para dar seguridad a las empresas presentes en Internet.

Para 2004, se espera facturar 1.500 millones de dólares y obtener unos beneficios de 0,8 millones.

Comverse, compañía fabricante de software y de servicios de valor añadido para las operadoras móviles, es una de las 150 empresas israelíes que cotizan en el Nasdaq.

Cuenta con 350 millones de clientes en más de cien países y con cuatrocientas redes, de las que 280 son inalámbricas. Entre sus clientes se encuentran algunas de las operadoras más importantes del mundo, como Telefónica, Vodafone, AT&T, Orange y T-Mobile. Sus ingresos fueron de 221 millones en el primer trimestre de 2004 y el beneficio ascendió a once millones.

Fuente: Cidipal

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