viernes, 26 de noviembre de 2010

Crema fría de pistachos

Los pistachos o nueces de alfóncigo, como se llamaban antiguamente, fueron muy utilizados en toda España hasta principios de este siglo, luego desaparecieron sin saber muy bien porqué y ahora nos vuelven a llegar como un aperitivo sofisticado llegado de exóticos paises.

Pues nada de eso, es tan español como de cualquier otro país, porque ya los romanos elogiaban sus virtudes y después los árabes, tan responsables de nuestra cultura como los romanos, lo asumieron en sus postres rebautizándolo con el nombre de alfoncigo, unico lugar del mundo en que se llama de otra forma que pistacho.

Esta receta es sefardí, o sea española, porque no olvidemos que durante ocho siglos en España se pudo libremente ser judío, musulmán o cristiano viejo, incluso en Galicia.

Puesta en marcha:

1. Empezamos por preparar una crema de arroz con leche, lo que se puede hacer partiendo de arroz normal, dejarlo cocinar hasta que esté cremoso y luego pasarlo por un chino, o directamente prepararlo con harina de arroz y de esta forma se evita el proceso bastante latoso de tener que colarlo. Así además podemos poner todos los ingredientes a cocinar juntos desde el principio, con lo que se consigue un sabor más intenso.

Para ello pondremos la leche fría con la harina tamizada, una corteza de limón, otra de naranja, una rama de canela, los pistachos picados a cuchillo (reservando los más hermosos para decorar), las almendras también picadas y el azúcar, se lleva al fuego y se tiene cocinando sin parar de remover durante media hora, hasta que quede bastante espeso. Conviene tener en cuenta que cuando enfríe tomará más cuerpo pero de todas formas conviene que llegue a ofrecer un aspecto cremoso.

2. Cuando ya tenemos preparada la crema, se vierte el contenido en copas de champan bajas y se deja enfriar, luego se mete en la heladera y se deja de un día para otro.

Terminación del plato:

Evidentemente no hay más que sacarlo de la heladera y servirlo, sin embargo conviene presentarlo, como todos los platos, e incluso dejarlo durante una hora fuera de la heladera, de esta forma desaparece ese frío antinatural que transmiten las máquinas y además desarrolla más sabor y perfume.

En cuanto al adorno no pueden faltar los pistachos picados por toda la superficie del postre pero hay más, en la receta tradicional se suele poner un poco de coco fresco rallado, yo no soy muy amante de el pero en este caso resulta muy rico. Alguna hojita de menta o un par de almendras tostadas tampoco sobran.

Vinos recomendados:


Si acaso un moscatel muy frio puede resultar muy agradable, pero lo más rico y tradicional es una infusión de menta.

Fuente: enciclopediadegastronomia.es

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