domingo, 26 de septiembre de 2010

El helado de dulce de leche de Buenos Aires, reconocido mundialmente

Para el diario El País, es uno de los mejores sabores del mundo. Y cita dos casos.

Silvestre Olivotti ni lo hubiera soñado. El, que en 1950 dejó su tierra natal al norte de Italia para probar suerte en Buenos Aires como un inmigrante más, jamás hubiera imaginado que su receta para hacer helado de dulce de leche iba a ser, en 2010, y cinco décadas después de haber fundado la heladería Cadore, una de las mejores del mundo. El reconocimiento lo hizo el diario madrileño El País en una edición reciente en la que eligió los mejores helados del planeta. Y coincide con el buen momento que están pasando las heladerías artesanales porteñas, donde el consumo viene creciendo mes a mes.

Para El País, el dulce de leche es uno de los mejores sabores de helado del mundo, y el que mejor lo hace es Cadore, en su único local de Corrientes 1695, a una cuadra de Callao. Los argumentos son irrefutables: un gusto típico, preparado de la manera más artesanal. Los actuales dueños de Cadore, Gabriel Famá, cuarta generación de heladeros artesanos, y Domingo Delerba, su socio y amigo, revelan sólo un poquito del secreto: leche, azúcar, chauchas de vainillas importadas y 14 horas al fuego. En Cadore no usan dulce de leche natural ni cremas base como en otras heladerías. Eso, y una receta que sólo ellos conocen, hacen la gran diferencia.

Famá y Delerba son sobrinos políticos de Silvestre Olivotti, fundador de la heladería y tercera generación de una familia de heladeros que trabajaban en su propio negocio en Italia, la cuna del helado artesanal. La familia Olivotti era de la región de Cadore, por eso Silvestre trajo ese nombre al local de la avenida Corrientes. Delerba está allí desde el primer día. Ya lleva 50 años de heladero. Famá empezó a los 13 cuando estudiaba en el secundario, y hoy tiene 47. “Yo vine acá a ganarme un mango, no tenía ni para comer. Empecé a ayudar a mi tío a hacer el helado, le partía los huevos, batía el azucar. El trataba de que yo no conociera sus recetas porque buscaba que fueran únicas y que nadie las aprendiera hasta que él lograra el gustoque buscaba. Después nos ganamos su confianza, primero Domingo y después yo. A veces yo le seguía los baldes y hasta iba contando cuántos huevos usaba para ver después qué gusto era”, cuenta Famá, que todavía mantiene las recetas en secreto. “Sólo nosotros hacemos los helados. No le pasamos la receta a nadie porque es el corazón del negocio. Y cuando estamos en la cocina no pasa nadie”, asegura, orgulloso del reconocimiento que coloca a Cadore entre las mejores heladerías junto con españolas, italianas y francesas.

La nota de El País también menciona a la heladería Olímpica, en Avenida de Mayo 572. Su dueña, Lea Cots, es hija de su fundador, un heladero italiano, y lleva adelante el negocio desde hace más de 60 años. Como Cadore, la Olímpica no hace publicidad: su fama llega del boca a boca y de la recomendación en las guías de turismo. “Nosotros no tenemos agente de prensa. El que nos difunde es el helado”, dice Delerba, que recuerda a Virgilio Expósito, Julio Pane y Pedro Laurenz entre sus clientes más fieles. “Lo de El País fue una sorpresa: llamó una periodista española que estaba armando una nota sobre el mejor helado del mundo. Le contamos la historia sin saber que la nota iba a salir así. Es un reconocimiento al trabajo artesanal”, agrega Famá.

El reconocimiento llega en un muy buen momento del sector. “Hace años que se observa un consumo sostenido del helado durante todo el año, el piso de consumo de helado artesanal ya pasó de 4 kilos a 6 per cápita anuales y la tendencia continúa: en enero y febrero las ventas crecieron un 20% en relación a 2009”, dice Alejandro Tedeschi, Presidente de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA).

Las grandes cadenas como Freddo, Volta, Persicco y Munchis, que protagonizan un duelo con fanáticos en cada barrio, también empujan la tendencia. Igual que Chungo, que acaba de ganar el primer premio al helado de dulce de leche en la Feria Mercoláctea. Ariel Davalli, vicepresidente de la marca, coincidió en que el reconocimiento también confirma la calidad y el gusto porteño. “Este premio destaca la calidad y los procesos que utilizamos para elaborar artesanalmente el helado”, celebró. Este año, los dos reconocimientos serán la excusa perfecta para organizar la Semana del Auténtico Helado Artesanal, la fiesta que AFADHYA ya hizo popular y que incluye degustaciones gratuitas y hasta una maratón. Será entre el 14 y el 21 de noviembre.

Fuente: clarin.com

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