De todos los aceites, el de olivo es el más sano, eso casi todo el mundo lo sabe; pero no muchos conocen el porqué. Contiene antioxidantes y es magnífico aliado de todos los días para cuidar el corazón.
A mediados del siglo XX, el aceite de oliva no tenía la difusión actual. Los hábitos se inclinaban por las grasas animales como la manteca y eran poco frecuentes los cuestionamientos sobre los efectos de las grasas en la salud.
Con el avance de los estudios médicos y de nutrición, se desarrollaron las tesis de que las grasas de origen vegetal, como el aceite de maíz o de cártamo, eran más saludables en lo relativo a problemas cardiovasculares, señalan Jean Anderson y Barbara Deskins en "The Nutrition Bible".
A principios de la década de los 70, un exhaustivo estudio sobre los hábitos alimenticios de siete poblaciones europeas arrojó como resultado que en la región de Creta la incidencia de cardiopatías coronarias era la más baja. La dieta cretense era la más rica en oliva. Así, las bondades de la alimentación mediterránea cobraron fuerza en el mundo entero: combinación de legumbres, carnes, frutos secos, pastas, vino, pescado, verduras, cereales y derivados lácteos.
Además de su rico aroma y su exquisito sabor, este aceite tiene otras ventajas. En el libro "Aceites de Oliva", el chef argentino Lázaro Puig, las enumera.
+ De todos los aceites, es el que más vitaminas aporta: A, E y D.
+ Es el aceite que más fácilmente se digiere.
+ Es el que más y mejor sabor otorga en los guisos, salsas, ensaladas y otras preparaciones.
+ Resulta más económico que otros, ya que puede reutilizarse mayor número de veces.
+ Es el aceite en el que mejor se fríen los alimentos porque alcanza una temperatura superior a los 108 ºC.
+ Gracias a su contenido de ácido oleico, su consumo en crudo -sin cocción- resulta altamente beneficioso para el crecimiento del sistema óseo y para el desarrollo del sistema nervioso central y periférico.
+ No contiene ni genera colesterol y por ello es más recomendado para la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares y trastornos circulatorios.
+ Por su gran contenido de betacaroteno, flavonoides y vitamina E, ejerce un efecto antioxidante. Por eso, el consumo de aceite de oliva se recomienda especialmente en la infancia y en la tercera edad.
Fuente: viaresto.clarin.com
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