jueves, 29 de julio de 2010

La ruta del té


Desde Oriente a Occidente el té se convirtió en una de las infusiones más populares. ¡Conocé su historia!

Cuenta una antigua leyenda China, que el emperador Chen-Nung conocido como el Divino Cultivador, tenía como costumbre y por motivos de higiene, dar a su pueblo sólo bebidas que él hubiese probado con anterioridad.

Un día mientras hervía agua al pie de un árbol de té silvestre una brisa dejó desprender algunas hojas que, al caer dentro del agua, se fue tornando de un color oscuro y emanaba un aroma particular. Al probarlo se dio cuenta que había descubierto un nuevo sabor.

En cambio, el Budismo Zen fue el encargado de transferir las hojas de té al Japón. Dharma, un antiguo monje proveniente de la India, mientras estaba en una peregrinación por China, deseaba con todo su corazón mantenerse despierto durante la meditación hasta que un día repentinamente se quedo dormido, al despertarse y darse cuenta de lo que había sucedido, no pudo controlar su ira y se cortó los parpados con el filo de un cuchillo y los arrojó al bosque. Al día siguiente, regresó al lugar y encontró junto a ellos un árbol diferente del resto, cuyas hojas tenían la propiedad de ayudar a mantener despiertas a las personas. Así fue que luego se dirigió a Japón e introdujo en los templos del Budismo Zen las enseñanzas y las propiedades de la hoja del té.

La primera referencia escrita, a modo de prueba, que se pudo encontrar sobre el tema, proviene del siglo III a. C. en el que un cirujano chino recomendaba su uso para aumentar la capacidad de concentración. Entonces, para avivar su consumo, los campesinos comenzaron a cultivar los arbustos de té es sus pequeñas tierras.

Durante los siglos IV y V a. C. creció su popularidad al comercializarse en tabernas y tiendas. También se usaba como símbolo de riqueza y refinamiento. Ya que los comerciantes de este producto se hacían cada vez más ricos.

Decenas de ríos, mares y montañas la ruta del té tuvo que atravesar para llegar a Occidente. Si bien el comercio con Oriente tenía su centro en Venecia a esta ciudad llegaban todo tipo de mercancías para ser intercambiadas con Europa. Se estima que para el año 1599, el té ya era parte de algunos países europeos, ya que comenzaban a figurar en los libros de medicina. Su consumo se volvió célebre en los años 1720 - 1730, aunque sólo Holanda e Inglaterra lo bebían.

Así fue como el té se esparció a todas las clases sociales. Ricos y pobres ya gozaban de sus diversos sabores.

Se dice que para 1650 el té logró entrar en America del Norte, precisamente en los Estados Unidos, a través del gobernador Peter Stuvesant quien se encargó del primer cargamento de té proveniente de Nueva York (nueva Amsterdan en ese momento).

Al correr de los años se inventó algo revolucionario que cambio para siempre el comercio del Té. Se dice que Thomas Sullivan (comerciante de Café y Té) envió a sus clientes en pequeñas bolsitas sus muestras de te y gracias a ello recibió cientos de pedidos.

5 o`clock Tea

Una tarde en el año 1830, Anna, la séptima Duquera de Bedfort, se le ocurrió pedir un té y al disfrutarlo enormente le pareció una buena opción para la merienda, por lo que lo repitió con sus amigas y así fue extendiendose entre la gente hasta instalarse como una tradición.

Argentina

Si bien en nuestro país, el té no es tan popular como lo es el café o el mate. A lo largo de los años en los hogares se fue haciendo cada vez más común su consumo. Actualmente, los Té digestivos, verdes o los frutales son los más requeridos.

La producción de té nacional es de alrededor de 60.000 toneladas de las cuales el 80 % son para la exportación. Si bien no se alcanzan a los grandes comerciantes como lo son China e India, su producción fue creciendo positivamente en los últimos años.

Fuente: viaresto.clarin.com


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