sábado, 24 de julio de 2010

Ferrán Adriá se aburrió de la cocina molecular


Hoy tengo una gran noticia. Me enteré de que Ferrán Adria se cansó de El Bulli y de su cocina molecular, y enfiló para Barcelona a poner un bar de tapas con su hermano. Según el mismo Adriá contó al diario español ABC, no tiene ninguna pretensión de ser sofisticado sino algo más popular y tradicional.

No puedo negar que me alegré cuando leí esta noticia. La cocina molecular me parece preciosa para hacer fotos. Los platos parecen cuadros o fotografías surrealistas. Esos colores, esas trasparencias, esos brillos que semejan joyas… Divinos, pero… a mí no me dan ganas de comer. No sé, quizá los aceptaría gustosa como appetizers, pero para comer, lo que se dice comer, yo preferiría otra cosa.

¿A ustedes no los emociona más una buena mesa de tapas, con un jamon de Jabugo de aquellos, unos morrones asados o unas porciones de sabrosa tortilla? Honestamente me hace más ilusión una comida de fundamento, algo contundente y rico, pleno de sabores como un bueno guiso de lentejas.

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