lunes, 21 de junio de 2010

Singapur y el mercado del vino


Singapur posee una próspera economía de libre mercado, caracterizada por un entorno abierto y exento de corrupción. Tiene precios estables y uno de los PIB per cápita más altos del mundo, que en 2008 se alcanzo los US$38.000.

La economía depende principalmente de las exportaciones, particularmente las del sector electrónico e industrial; para ello Singapur dispone del puerto marítimo que maneja mayor volumen de carga anual a nivel mundial, tanto en tonelaje como en número de contenedores.

El consumidor singapurense
Singapur cuenta con 4.483.900 habitantes (2006), de los que 3.608.500 son residentes. El 78% de la población es de origen chino; el 20% no es singapurense ni residente permanente.

La afluencia anual de turistas en 2006 fue de 9,6 millones de personas.

El consumidor de vino tiene entre 25 y 54 años de edad según datos del 2006, lo cual limita el público objetivo a un 62% de la población total, es decir, a 2.811.405 consumidores potenciales. En 2006, el consumo anual de vino per cápita ascendió a 3,64 litros con lo que se puede afirmar que, en comparación con niveles de consumo europeos, todavía hay bastante potencial de crecimiento.

Las bebidas alcohólicas en Singapur son relativamente caras debido a que están sujetas a elevados impuestos. Sin embargo, los vinos vienen gozando de un aumento constante de popularidad, al paso que los consumidores singapurenses se vuelven más cosmopolitas en sus hábitos.

2006 fue el quinto año consecutivo de crecimiento, mostrando un aumento del 45% en tan solo 5 años. Los factores que están llevando adelante este cambio en el consumo de vinos son:

-Aumento de la actividad turística y hotelera.
El aumento de hoteles, y con ellos de restaurantes, ha permitido un mayor acceso a 3 sectores: consumidores locales, expatriados, y turistas.

-Una expansión en el mercado de venta minorista de vinos. Se ha visto un incremento en los locales minoristas que mantienen un stock de vinos. Muchos que anteriormente disponían solo de licores y cerveza, actualmente está ofreciendo vinos. Esto se debe a que la demanda de vinos aumenta a costa de una disminución en el consumo de otras bebidas alcohólicas.

-Singapur está experimentando una proliferación de nuevos locales de comida y bebida. Muchos de estos restaurantes tienen su propia bodega de vinos. También hay una tendencia entre los más sofisticados a comprar vino para consumo en fiestas y eventos, aún cuando la idea de llevar un vino propio todavía es bastante rara en los restaurantes de Singapur. Normalmente el descorche tiene un costo cercano a los u$s30.

En los últimos años Singapur se ha convertido en un mercado saturado de vinos; tanto es así que actualmente es posible encontrar vinos de cualquier parte del mundo. Razón de esto es que el consumidor local es caprichoso y, por lo general, no fiel a las marcas ya que está acostumbrado a probar cosas nuevas y a que le sorprendan constantemente.

Por otro lado, da mucha importancia a la marca que está tomando. Un singapurense, a la hora de invitar a cenar, preferirá ofrecer un vino con fama aunque no se adecue completamente a su gusto que uno que le guste pero que sea desconocido.

Otro factor a tener en cuenta son las revistas especializadas. Los artículos del crítico americano Robert Parker en la revista Wine Espectador y las puntuaciones que otorga pueden ser una baza importante; otras revistas de interés son la Wine & Dine y la Wine Review.

Existe una preferencia de los consumidores hacia vinos más jóvenes y sencillos al paladar, lo cual puede favorecer la incursión de la variedad insignia argentina, el malbec.

Importaciones
A diferencia del resto de las bebidas alcohólicas, que mostraron un modesto aumento en 2006, el vino ha tenido un gran crecimiento alcanzando una tasa del 21%, impulsada principalmente por un consumidor singapurense que aumenta su conocimiento y apreciación del vino.

Dentro de todas las bebidas alcohólicas, el vino se vuelve el centro de atención, mientras que los medios masivos enaltecen sus beneficios para la salud de las personas. Los vendedores minoristas han fogoneando aún más esta tendencia al incrementar el espacio dedicado a vinos las góndolas de sus locales.

También hay un número creciente de bares y otros locales on-trade que ofrecen vinos en la sección de bebidas de sus cartas. Todos estos factores han contribuido para que durante 2006 continúe el fuerte crecimiento del vino.

Vale aclarar que este crecimiento en las cantidades importadas de vino, va seguido de un leve estancamiento en valor, debida principalmente a una fuerte caída de los vinos espumosos. La partida de vino espumoso ha mostrado una caída del 10% en valor, mientras que la de vino tranquilo aumentó un 22% con respecto al año anterior.

Aún cuando Singapur es conocido como un puerto libre, todas las bebidas alcohólicas están sujetas a elevados impuestos.

Para el vino, el impuesto a la importación es de 6 U$S por litro, y luego un Impuesto a los Bienes y Servicios (GST por sus siglas en inglés) del 7% es agregado a nivel minorista.

El champagne y vino espumoso sufren un mayo impuesto de aduana que asciende a los 8 U$S por litro. Francia es el país de donde proceden el 99% de las importaciones de vino espumoso. Este dato no debe llevar a confusiones ya que, según los importadores, más del 90% del champagne importado por Singapur es comprado a través de concurso por Singapore Airlines y Garuda Indonesia; el mercado real interno de vinos espumosos es pequeño.

En cuanto a vinos tranquilos y fortificados, las importaciones provienen, una vez más, en su mayoría de Francia (45%), seguida de cerca por Australia (29%). Éste último disfruta de una importante ventaja geográfica, en cuanto a mercados asiáticos se trata.

De por sí, aproximadamente 300.000 singapurenses (alrededor del 10% de la población), en promedio, vacacionan en Australia cada año. Muchos de ellos volverán con un cierto interés en los vinos finos australianos. Además, muchos jóvenes singapurenses emigran a Australia a realizar sus estudios.

Precio estimado de importación
Dar precios exactos en este mercado es difícil porque son muy variables y las tiendas no los facilitan. Es más útil indicar los márgenes de comercialización. El margen del importador suele ser del 30%, el de los puntos de venta minorista de alrededor del 60% y el de hoteles y restaurantes va del 100% al 150%.

De todos modos, a continuación se presenta un gráfico con los precios medios de importación por litro ordenados por país incluyendo los vinos espumosos, de ahí que el precio del vino francés ronde los 26 U$S. Si sólo se incluyera el vino tranquilo, éste sería de alrededor de 15 U$S. El elevado precio medio del de Gran Bretaña se debe a que se trata de vino de coleccionista. Argentina mantiene un precio medio más elevado que Chile y cercano al de Sudáfrica pero todavía menor que el precio promedio del mercado, el cual sería del orden de los 6 o 7 dólares el litro, si no tenemos en cuenta a Gran Bretaña y ni los espumosos de Francia.

¿Cómo entrar en este mercado?
Actualmente hay multitud de distribuidores de vino y licores, incluyendo a los comerciantes de mercancías diversas que participan en el mercado en la principal época de compras que va de noviembre a febrero. En Singapur, para ser importador de vino no es necesaria ninguna licencia especial sino que basta con registrarse, cosa que puede hacerse a través de Internet en cuestión de minutos. Las funciones de importador, distribuidor y minorista a menudo se concentran en una misma empresa que con frecuencia tiene barra. No existen compradores internacionales singapurenses y sí hay muchos importadores para tratarse de un mercado tan pequeño.

Además el número aumenta en la época de mayor movimiento, que va de Noviembre a Febrero. El método de penetración más recomendable es designar a un importador o a un distribuidor local aunque también existe la posibilidad de relacionarse directamente con tiendas especializadas.

El turismo relacionado a los servicios de comida y bebida es muy importante, ya que los restaurantes y bares compran su stock a distintas fuentes de manera de asegurarse un buen precio y variedad de oferta. Esta variedad es muy importante ya que los singapurenses no son leales a ningún país productor de vino, sino que por el contrario, son muy aventureros al momento de cambiar hacia nuevos vinos y sabores.

La mayoría de los hoteles intentarán comprar vinos directamente del importador, evitando otros canales. Los vinos de precio medio y bajo son normalmente vendidos en el canal minorista.

Los supermercados en general venden vinos económicos y marcas que se encuentran entre los 10 U$S y 20 U$S u ofertas especiales.

Los vinos de mayor precio se venden en vinotecas y el canal on-trade, que incluye bares y restaurantes. Los verdaderos consumidores de vino en Singapur no suelen comprar vinos Premium en los supermercados junto a las compras del mes. Locales especialistas en vino siguen siendo los vendedores líderes en lo que a vinos Premium respecta.

Algunas barreras permanecen:
-EL vino sigue sin ser parte de la cultura culinaria singapurense. El coñac (por ser tradición) y la cerveza (que lleva mucho tiempo en el mercado con productores locales que han invertido mucho en su desarrollo) si se han convertido en parte de la cultura.

-Los vinos suelen ser un acompañamiento para comidas de estilo occidental. Incluso hay una creencia entre los singapurenses de que hay un protocolo formal respecto a la manera en que se debe tomar un vino.

-Las altas multas por alcoholismo frente al volante tienen un efecto adverso en el consumo de vino, en especial durante las fiestas.

-Las pobres condiciones de almacenamiento y manejo de inventario de vinos a veces resulta en una baja calidad de los vinos vendidos en Singapur. Algunos distribuidores no están familiarizados con el correcto almacenaje de los vinos, que requieren un cuidadoso manejo en un clima tropical como el de este país.

La educación de los consumidores es importante para el desarrollo de la industria vitivinícola. Algunos distribuidores y oferentes están probando con programas educacionales a través de distintos medios. Por ejemplo, usando técnicas de marketing directo para expandir su mensaje, o manteniendo un correo directo con clientes regulares, y organizando tastings y seminarios de apreciación del vino en las áreas más afluentes de Singapur, clubes y salas de negocios.

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