lunes, 3 de mayo de 2010

Los babilonios ya gozaban con el thareed


El tiempo no pasa por la buena cocina. Hay platos tan antiguos en el mundo que aún se siguen comiendo hoy día, que lo primero que se pasa por la cabeza es que deben ser auténticas exquisiteces para que hayan sobrevivido. Un ejemplo de eso lo encontramos en el thareed, un guiso caluroso típico de Oriente Medio que pudo haberse comido incluso en la Babilonia mesopotámica.

Ingredientes: un kilo de pollo sin piel (mejor sólo muslos), un tercio de taza de aceite de oliva, tres cebollas chalotas, seis dientes de ajo aplastados, cuatro papas rojas medianas cortadas en gajos, dos hojas de laurel, dos cucharadas de curry en polvo, una cucharada de cúrcuma, media cucharada de sal, dos tazas de caldo de pollo, una taza y media de agua, media cucharada de agua de rosas (si es posible pétalos de rosa machacados, mejor), medio kilo de garbanzos cocidos, pan plano árabe (importante que sea muy fino y flexible), trozos de limón y zumaques secos al gusto.

Se sazona el pollo con sal, y se aparta. Tomamos una olla grande y le echamos aceite de oliva y calentamos a un fuego medio. Metemos el pollo hasta que se dore. Una vez que tengan buen color lo retiramos y reservamos.

Entonces agregamos al recipiente la cebolla, el ajo, las papas, las hojas de laurel, el curry en polvo, la cúrcuma y la sal marina. Se cocina removiendo con frecuencia. Importante que las especies lleguen a todos los ingredientes. Si la mezcla parece un poco seca, se puede verter un poco más de aceite. Es normal que algunas de las especias que se adhieren a la sartén. ¡Pero que no se queme nada! La cocción continúa hasta que las cebollas y las papas empiezan a transparentar. Entre ocho y doce minutos.

Devolvemos a la cacerola el pollo que habíamos dorado junto con el caldo de pollo, el agua y agua de rosas. Todo debe ser cubierto por el agua justa, así que suma o resta el agua como sea necesario. Se pone a hervir todo al principio a fuego medio y luego a fuego lento hasta que el pollo esté cocido y tierno y las papas estén tiernas pero sin que se deshagan. Debe ser entre 20 y 25 minutos.

Para finalizar introducimos los garbanzos y dejamos que se caliente por completo. Probar para ajustar el condimento y retiramos del fuego.

Para servir, ponemos un pan sobre un plato hondo y vertemos una porción de thareed sobre él. Lo espolvoreamos con polvo de zumaque y un toque de jugo de limón. Se toma caliente acompañado en el medio con rodajas de limón y polvo de zumaque extra para el que guste.

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