lunes, 31 de mayo de 2010

Las problemáticas brioches de María Antonieta


"Si el pueblo tiene hambre y no tiene pan, que coma brioche". La frase habría sido dicha por María Antonieta, esposa de Luis XVI, rey de Francia. A la multitud hambrienta, frente al palacio de Trianon, no le hizo gracia.
Tiempos difíciles aquéllos. Los aristócratas comían brioches, preparadas con trigo refinado. Mientras el pueblo se tenía que conformar con panes de masa oscura, rústica y gruesa. Amasados en distintas formas y con distintos ingredientes: bellotas de roble, semillas de pasas de uva, cáscaras de nuez y harina de cebada (en ciertos casos, de avena); o juntando restos de salvado de varios cereales, que sobraban en los campos segados. Sin mencionar el "biscuit" (bis cuit significa cocido dos veces): pan seco del día anterior, rechazado por los nobles, y llevado nuevamente al horno de las panaderías.

Aquella protesta delante del Trianon no fue la primera. Poco antes la población furiosa había tomado por asalto la Boulangerie du Faubourg Saint-Antoine (Paris), exigiendo que les entregasen pan blanco. Como no los escucharon, fueron hasta el Palacio de Versailles, a solicitar al rey que hiciese regresar a París a todos los "boulanger" (panaderos) y "petit mitron" (aprendices de panadería) que estaban al servicio de los nobles en los palacios. Tiempo después María Antonieta terminó presa en la Conciergerie. Y perdió la cabeza en una extraña máquina que acababa de inventar un cierto Dr. Guillotin. Pero esa es otra historia.

Lo cierto es que la brioche nació mucho antes de María Antonieta, sin consenso en cuanto a su origen exacto. Para algunos fue en la región de Bretagne, más precisamente en la ciudad de Saint Brieuc. De allí provendría el nombre "brioche", pues a sus habitantes se los conoce como "briochins". Para otros, su origen fue en las regiones de Champagne-Ardenne y Lorraine (nordeste de Francia). La Brioche es la más antigua masa fermentada que lleva azúcar entre sus ingredientes.

La receta, además del azúcar y la levadura, también lleva harina, manteca, huevos y sal. El resultado es una masa muy blanda, ni salada ni dulce, del tamaño de un pastelito, con bordes en forma de gajos (gracias al formato del molde). Parece un hongo con dos bolas superpuestas, una pequeña sobre otra más grande. En los primeros tiempos era privilegio de los nobles, consumido sólo en ocasiones especiales. Con el tiempo se fue popularizando y comenzó a estar presente en todas las mesas. En cada región de Francia posee formato y rellenos propios. Además de la receta clásica, se enriquece con variaciones como frutas, pasas, queso.
Después conquistó el mundo - en Italia es "panettone" o "pandoro"; en Alemania "stollen" o "kugelhopf"; en España, "pompes" o "mouna"; en Portugal y Brasil, se sigue llamando "brioche".

Receta de Brioche:
Ingredientes:
1 kg. de harina de trigo
150 g. de azúcar
20 g. de sal
1 litro de leche
35 g. de levadura en polvo
12 huevos enteros
600 g. de manteca
Preparación:
Mezcle bien todos los ingredientes, hasta formar una masa homogénea. Deje descansar por 20 minutos. Amase nuevamente la masa por 5 minutos, divídala en trozos (formando bolas), y deje descansar otra vez por 20 minutos.
Coloque las bolas en pilotines. Tire de la masa en la parte de arriba para formar una bolita (así es la forma original).
Deje descansar una vez más, durante una hora. Pinte con huevo y coloque en horno caliente a 180°.

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